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Voto de Natxo Borràs:
2
Ciencia ficción. Acción En el año 3000 ya no existen ciudades ni naciones, la Tierra es un yermo desolado y la raza humana está a punto de extinguirse. Desde hace mil años, una malvada raza de alienígenas, los Psychlo, aniquilaron las defensas terrestres y esclavizaron a los hombres. El joven Jonni Goodboy Tyler parece ser la única esperanza de la humanidad. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Seso de rata” no se le ocurre nada más que eso. Un insulto providencial que lanza el John Travolta-Alienígena a la desesperada raza humana en ésta ya desastrosa producción (de 70 millines invertidos solamente recaudó 30) que si no le otorgan ya el título de película de culto es porque fue tan mal su pre-producción que “Waterworld” a su lado es “Lo Que el Viento se Llevó”. Un proyecto de tal envergadura modelado por un guión pobre y escaso de recursos pusieron en duda la recuperada carrera de un Travolta (gracias a “Pulp Fiction”) refugiado en la fe de la Cienciología dando visto bueno a un cartapacio que olía a chamusquina.

La película se basa en una novela del fundador de La Iglesia de la Cienciología, L. Ron Hubbard, un hombre que dedicó toda su vida a la literatura de Ciencia-Ficción y al ensayo. Fusionando ambos conceptos –tras una serie de historiales que incluía insubordinación al Ejército a falsedad documental en sus currículum- tal vez haría brotar ese nuevo invento de atraer fieles con los nombres de estrellas de cine, aparte de Travolta, como Tom Cruise, Juliette Lewis, Jason Lee, Ann Archer o Giovanni Ribisi. I no tan cinematográficas como Vivian Kubrick, la hija mimada de Stanley que quebró una prometedora carrera de directora por su rebelde conversión a la Iglesia de Hubbard.

“Campo de Batalla: la Tierra” nos lleva a un futuro año 3000 en que los hombres son sometidos a las órdenes de los invasores del planeta Psychlo que saquean nuestro mundo en busca de oro. Un joven guerrero (Barry Pepper) con ganas de aventuras y que proviene de las lejanas montañas se enfrentará con ellos (entre ellos, el mencionado Travolta, está Forest Whitaker) y será testimonio como los restos de una civilización de plástico, acero, metal y hormigón todavía pervive entre el musgo y la salvaje vegetación que se ha ido adueñando de los parajes de asfalto durante los últimos siglos.

Ni para verla durmiendo.
Natxo Borràs
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