Media votos
6,6
Votos
2.707
Críticas
2.192
Listas
6
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Natxo Borràs:
7
7,2
38.457
Ciencia ficción. Drama. Thriller
Sátira sobre la 'telebasura', los reality shows, el abuso tecnológico, nuestra insaciable sed de distracción y la deshumanización de la sociedad hacia la que nos dirigimos. Segundo de los episodios independientes y autoconclusivos (con diferentes tramas y reparto) "Black Mirror" creada por Charlie Booker, antiguo crítico televisivo de "The Guardian" y artífice de "Dead Set" (2008). "Black Mirror" es una aclamada miniserie sobre las ... [+]
6 de febrero de 2017
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo capítulo de la serie Black Mirror, narrada de forma independiente pero centrándose siempre en la extraña conjunción entre el hombre y las nuevas tecnologías. La serie, originaria del Reino Unido pero que ya ha contado con estrellas norteamericanas como Bryce Dallas Howard o Jon Hamm, fue creada por Charlie Brooker (creador de otra serie que no cuenta con pocos fans como es “Dead Set” (2008)) es ya objeto de culto, con sus flaquezas pero siempre con una historia que mantiene en vilo al telespectador gracias al tema planteado.
En “15 Millones de Méritos” nos presenta a los enclaustrados habitantes de un mundo (no especifica si es subterráneo pero si encerrado como un enorme gimnasio) dónde cada uno de sus habitantes pedalea en unas modernas bicicletas estáticas para obtener todas las ganancias y recursos para poder sobrevivir y acceder a una artificiosa carrera hacia el éxito basado a través de la pantalla de plasma y los táctiles gestos en la telebasura y el sensacionalismo. Un mundo artificial y confuso concebido como una pesadilla orwelliana donde cada uno busca su objetivo en particular (desde la simple simulación de ir pedaleando en bicicleta al juego de ir humillando a otros).
EN resumen: un mundo infeliz para infelices destinados a la malsana satisfacción de llenar sus frías emociones a través de una falsa percepción de si mismos.
En “15 Millones de Méritos” nos presenta a los enclaustrados habitantes de un mundo (no especifica si es subterráneo pero si encerrado como un enorme gimnasio) dónde cada uno de sus habitantes pedalea en unas modernas bicicletas estáticas para obtener todas las ganancias y recursos para poder sobrevivir y acceder a una artificiosa carrera hacia el éxito basado a través de la pantalla de plasma y los táctiles gestos en la telebasura y el sensacionalismo. Un mundo artificial y confuso concebido como una pesadilla orwelliana donde cada uno busca su objetivo en particular (desde la simple simulación de ir pedaleando en bicicleta al juego de ir humillando a otros).
EN resumen: un mundo infeliz para infelices destinados a la malsana satisfacción de llenar sus frías emociones a través de una falsa percepción de si mismos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Los personajes de la trama están abducidos en sus monitores de juego siempre presentes y en que cada segundo de su tiempo y cada gesto supone una pérdida de puntos. Su protagonista principal, Bing Madsen (Daniel Kaluuya) mantiene como un tesoro su alta puntuación, aunque desinteresado por la rutinaria adicción al pedaleo y los simuladores. Cuando le llama la atención la presencia de una chica, Abi (Jessica Brown Findlay) recién llegada al lugar, verá que por su real, tan real, virtud de saber cantar, decidirá si valdrá la pena sacrificar todo cuanto tiene que, no es nada, solo 15 millones de puntos en un marcador.