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Voto de Natxo Borràs:
6
Drama. Bélico. Terror Durante la Segunda Guerra Chino-Japonesa y la Segunda Guerra Mundial, los japoneses ocuparon durante diez años el noroeste de China. Allí establecieron un campo de concentración japonés, donde numerosos prisioneros chinos fueron brutalmente asesinados durante el proceso de creación de diferentes formas de ataques bacteriológicos. Los hombres que trabajaron en ese proyecto fueron bautizados con el nombre de "Escuadrón 731", quienes ... [+]
1 de mayo de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Polémico film realizado y producido en China por mayor oposición a su eterno enemigo y rival japonés y que narra el macabro episodio acaecido a la zona dominada por los nipones en la base de Harbin (Manchukuo o Manchuria) durante la II Guerra Mundial. Basado en hechos reales cuenta los procesos de experimentación en el desarrollo de armas bacteriológicas y químicas que muchos militares y científicos provenientes del Sol Naciente desarrollaron en un campo de concentración diseñado para tales fines, y a las órdenes del teniente general Shiro Ishii, equivalente japonés al doctor Mengele pero que, a diferencia de éste, fue amnistiado por los norteamericanos a cambio de pasarles información sobre sus procedimientos con el fin de no facilitarles información a los rusos una vez finalizada una guerra que ya daban desesperadamente por perdida y que, como único recurso, iban a emplear su armamento químico y bacteriológico.

La película denuncia los maltratos que el Ejército Imperial Japonés sostuvo contra los ciudadanos que retuvieron en su base militar, siendo objetos de torturas de cualquier clase: expuestos en hornos de compresión, a la congelación, a brutales disecciones quirúrgicas o a merced de las bombas… La película de Tun Fei Mou, por su procedencia (no olvidemos que China es una de las principales potencias en pasarse por alto los Derechos Humanos) es una muestra clara que de lo más aberrante no se puede llegar a más… Pero su denuncia queda en poco, salvo la escena del pobre gato que acaba nadando en un mar de ratas y solo para demostrar una teoría de que hay otros recursos “letales” que se pueden emplear en la Industria de Guerra.
Natxo Borràs
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