Es una secuela que empieza donde acabó la primera. O sea aunque la película sea del 81 la acción pasa en la misma noche de Halloween del 78 en la que discurría la primera parte. No obstante el estilo de Rosenthal es casi antagónico al de Carpenter y donde antes se nos mostraban las fechorias de Michael Myers de manera bastante sutil aquí es mucho más directo todo. Se va más al grano y se nos muestra en pantalla con pelos y señales. Por no decir que el primer asesinato, que en la primera parte era a los 50 minutos de película, aquí no tarda en aparecer.
En cuanto a la música, nuevamente a manos de Carpenter, el mismo tema se repite pero esta vez con predominio de sintetizadores.
¿Recomendable? Pues yo creo que si. Estaba claro que no iba a ser tan buena como su antecesora pero tiene sus momentos.