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Voto de Sergei Mancuso:
6
7,6
105.469
Drama. Romance. Comedia. Ciencia ficción
Joel (Jim Carrey) recibe un terrible golpe cuando descubre que su novia Clementine (Kate Winslet) ha hecho que borren de su memoria todos los recuerdos de su tormentosa relación. Desesperado, se pone en contacto con el creador del proceso, el Dr. Howard Mierzwiak, para que borre a Clementine de su memoria. Pero cuando los recuerdos de Joel empiezan a desaparecer de pronto redescubre su amor por Clementine. Desde lo más profundo de su ... [+]
19 de septiembre de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Observo con asiduidad, cómo parte de la crítica de cine (y de los espectadores) manifiestan una especie de necesidad perentoria de encontrar cada año en el prolífico cine de Hollywood y aledaños, películas a las que encumbrar como obras maestras cuando la mayoría de las glorificadas no pasan de correctas. El cine no anda escaso de films excelentes pero tal vez no se encuentran en los circuitos que se promocionan.
Eternal sunshine of the spotless mind no llega a hacer honor a su título en castellano, quién diantres selecciona los títulos en castellano?), pero tampoco es, ni mucho menos, la sobresaliente obra que algunos pretenden.
Eternal sunshine of the spotless mind no llega a hacer honor a su título en castellano, quién diantres selecciona los títulos en castellano?), pero tampoco es, ni mucho menos, la sobresaliente obra que algunos pretenden.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El film describe la historia de una pareja en la que cada miembro decide borrar de sus mentes todo recuerdo de su mutua relación amorosa.
Si bien la primera parte resulta atractiva y prometedora, el film naufraga en su desarrollo posterior encallado entre el exhibicionismo y la autocomplacencia. Más pendiente de sus opciones formalistas y narrativas que en buscar intensidad y verdad en las relaciones humanas, está obsesión por la tramoya acaba desvelando cierta vaciedad en lo contado, quedando en un seguidísimo plano las relación humanas y amorosas de los personajes. La película se atasca y deja de emocionar.
Además la trama secundaria de los personajes a los que dan vida Kirsten Dunst, Eli-jah Wood, Tom Wilkinson, Mark Ruffalo, no funciona y se hace tediosa. Un ejemplo claro, de lo que suele denominarse “estar cogido por los pelos”
El film no deja de tener secuencias sugerentes, la mayoría relacionadas con la dialéctica vivencias/recuerdos, pero en lo principal, en el reflejo de las emociones y de las relaciones humanas, se queda en la superficie.
Otros filmes con una puesta en escena más clásica producen mayor emoción y acierto en las relaciones de pareja. Estoy pensando, por ejemplo, en Dos en la carretera, el magnífico film de Stanley Donen.
La historia del film nos proporciona un aspecto interesante, la experiencia final en el que cada miembro de la pareja presencia el relato de su historia “desde fuera”, sin reconocerse a sí mismo.
Me pregunto, si este fenómeno es el que suele ocurrirles a muchos políticos cuando abandonan el Gobierno o dejan la arena política. Cambian totalmente de posturas, reclaman al nuevo Gobierno medidas que durante su mandato nunca pusieron en práctica. Imagino al expresidente ZP viéndo lo que hizo con la constitución y con la clase trabajadora y le imagino buscando en Internet una empresa similar a la de la película para que le borren los recuerdos.
El estilo cinematográfico debe trabajar y dialogar con los otros niveles de la película y ponerse en relación con sus otros campos, semántico y narrativo, algo que Michael Gondry parece olvidar en esta fallida película.
Si bien la primera parte resulta atractiva y prometedora, el film naufraga en su desarrollo posterior encallado entre el exhibicionismo y la autocomplacencia. Más pendiente de sus opciones formalistas y narrativas que en buscar intensidad y verdad en las relaciones humanas, está obsesión por la tramoya acaba desvelando cierta vaciedad en lo contado, quedando en un seguidísimo plano las relación humanas y amorosas de los personajes. La película se atasca y deja de emocionar.
Además la trama secundaria de los personajes a los que dan vida Kirsten Dunst, Eli-jah Wood, Tom Wilkinson, Mark Ruffalo, no funciona y se hace tediosa. Un ejemplo claro, de lo que suele denominarse “estar cogido por los pelos”
El film no deja de tener secuencias sugerentes, la mayoría relacionadas con la dialéctica vivencias/recuerdos, pero en lo principal, en el reflejo de las emociones y de las relaciones humanas, se queda en la superficie.
Otros filmes con una puesta en escena más clásica producen mayor emoción y acierto en las relaciones de pareja. Estoy pensando, por ejemplo, en Dos en la carretera, el magnífico film de Stanley Donen.
La historia del film nos proporciona un aspecto interesante, la experiencia final en el que cada miembro de la pareja presencia el relato de su historia “desde fuera”, sin reconocerse a sí mismo.
Me pregunto, si este fenómeno es el que suele ocurrirles a muchos políticos cuando abandonan el Gobierno o dejan la arena política. Cambian totalmente de posturas, reclaman al nuevo Gobierno medidas que durante su mandato nunca pusieron en práctica. Imagino al expresidente ZP viéndo lo que hizo con la constitución y con la clase trabajadora y le imagino buscando en Internet una empresa similar a la de la película para que le borren los recuerdos.
El estilo cinematográfico debe trabajar y dialogar con los otros niveles de la película y ponerse en relación con sus otros campos, semántico y narrativo, algo que Michael Gondry parece olvidar en esta fallida película.