Adam McKay se fogueó en este asunto del cine coescribiendo y dirigiendo comedias a mayor gloria de Will Ferrell, ese actor presuntamente graciosillo al que también pudimos ver a las órdenes de Woody Allen en la espléndida Melinda y Melinda. Sin embargo, McKay se descolgó hace tres años con una película inquietante que retrataba con certera precisión los prolegómenos de la crisis mundial de 2008, cosechando el aplauso de la crítica y un Oscar que reconocía los méritos de su guion, inspirado en el libro de Michael Lewis.

Y parece ser que el cineasta sigue empeñado en remover los avatares de la más reciente historia americana, poniendo esta vez el foco en las andanzas de Dick Cheney, el ambicioso burócrata que llegó a ser vicepresidente de Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush. McKay relata con desparpajo narrativo y poderosa retranca los orígenes de tan correoso personaje: su pasado pendenciero, sus primeros balbuceos en la política..., para llevarnos poco a poco al momento cumbre en el que alcanzó la Vicepresidencia republicana de su país.

El realizador nos muestra así un pedazo de la historia reciente de Norteamérica, ofreciéndonos con trazos nada gratuitos las claves que marcaron uno de los episodios más turbios de lo que llevamos de siglo. Y lo hace renunciando a la trascendencia, adoptando un convincente tono paródico que acentúa el patetismo del personaje y lo vuelve incluso aún más inquietante. Ese actor mimético y solvente llamado Christian Bale se encarga de hacer creíble la esquinada singladura de Cheney, bien secundado por Steve Carell en la piel de Donald Rumsfeld, por Sam Rockwell como George W. Bush y por una magnífica Amy Adams dando vida a la calculadora esposa del protagonista.

La vuelta de los republicanos al trono de la Casa Blanca, con el siniestro Donald Trump a la cabeza, reivindica la vigencia de esta oportuna película y nos lleva a pensar, visto lo visto, que quizá en un futuro el actual presidente norteamericano también pueda ser carne de parodia cinematográfica. Desde luego, material para ello no falta.