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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
4
Comedia. Drama Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Nôtre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. De repente, a los veintidós años, descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir en los asuntos de los demás: su portera, que se pasa ... [+]
10 de agosto de 2009
111 de 212 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es resultado de un sondeo, sino fruto de un sentimiento personal: hay que matar a Amélie.

A día de hoy todavía no me he topado con nadie a quien le guste tanto la lluvia como a mí. Bueno, sinceramente, no conozco a nadie. Y no me refiero a ver llover, que eso es de gayers, sino a sentir el mundo que uno pisa bajo la influencia poderosa del más maleable de los elementos. Afortunadamente, vivo en una ciudad que me ha permitido sentirla a diario las veinticuatro horas del día durante tres meses consecutivos, y eso es mucho decir, aunque no deje de ser cierto. El sol, el que tanto adora Amélie, no deja de ser una puta bola esférica que otorga calor y vida pero que carece de alma e interés. Es perfecto y le gusta serlo, aunque también te empape si bebes o corres. El sol podría existir sin la lluvia pero no la lluvia sin el sol. Y como adoro la lluvia mi cabreo es doble: primero por venderme el sol sin su opuesto y segundo por omitir deliberadamente que tras un día soleado bien puede asomar la galerna barriéndolo todo y limpiando/moldeando/expulsando/eliminando anteriores estados mentales idílicos/bobalicones/inciertos/desfasados/sonrojantes. La lluvia higieniza la vida, la pule, la refresca, la hace más real y combativa. En definitiva, me da ganas de vivir y de crear y de sentir. Sol hay en todos lados, como diría aquel, aunque creo que muchos se conforman con ese aspecto idílico y formal del yo te caliento para que estés contento. Bueno, que le den por culo al sol y a este engendro parido para entretener y compensar a quienes son incapaces de navegar entre el mundo enfurecido, bravo y barrido por las tempestuosas aguas. El sol está bien, sí, pero para vacaciones. Queramos o no, la vida continuará tapándonos el sol con sus nubes y arrojando de cuando en cuando bíblicos chaparrones cargados de agua fría, molesta y perturbadora, que espero sinceramente sanen de una vez por todas las mentes soleadamente castigadas de los seguidores de esta patata universalmente demagoga llamada Amélie (en castellano Amelie), y que les otorgue fuerzas para afrontar lo que les quede con un par de cojones, algo más de amor propio, y mucho menos de fantasías azucaradas vendidas al son de una estrella tan perfecta como esféricamente aburrida. Luego hay gente que se suicida, y no me extraña. Qué le den.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Txarly
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