La serie de dibujos animados tenía mejor argumento, un guión más cuidado, y era mas "creíble" y sobre todo entretenida, con esto ya está dicho todo.

Dos de los mosqueteros tienen un papel de meras comparsas, y el otro hace de tonto que se deja condenar a muerte.

La fiesta en casa del duque de Buckingham parece más una rave multitudinaria que una fiesta de la aristocracia, que se supone que era minoritaria, pero allí no paraba de entrar peña incluso con la fiesta ya avanzada.. Sólo faltaban los tenderetes para probar puntería y ganar peluches.

La amada de D'artagnan es extrañamente a la vez la ayudante de confianza de la reina y una especie de hostelera que alquila habitaciones en un extraño sitio en el que solamente lavan y tienden sábanas, eso si, de forma oportuna para que los malos puedan ocultarse entre ellas.

En fin, un despropósito de principio a fin. Eso si, con mucho presupuesto.