Haz click aquí para copiar la URL
Voto de El pobrecito hablador:
6
Drama Hank Palmer (Robert Downey Jr.), un importante abogado, regresa a su hogar tras la muerte de su madre. Se entera entonces de que su padre (Robert Duvall), que es el juez del pueblo y de quien está distanciado, es sospechoso de haber cometido un crimen. Su decisión de investigar el caso lo lleva poco a poco a restablecer con los suyos una relación que estaba rota. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guste o no, el cine actual juega cada vez más al rupturismo a través de la mezcla de géneros; esta cinta, que no acaba de decidirse entre la tragicomedia nostálgica y el drama con tintes satíricos, es ejemplo palpable de ello. Un Downey ya especializado en personajes curiosos y con su habitual punto de sobreactuación encarna eficazmente a un picapleitos brillante, sarcástico y de dudosa honestidad presa de un reencuentro forzado con sus latentes traumas familiares. En esta tesitura, librará un interesante duelo interpretativo con un Duval excelso que da vida a un progenitor cascarrabias e intransigente. Paradójicamente, éste último acaba por empatizar con el espectador como vivo retrato de la senectud.

El personaje de Downey y el del juzgador juzgado sirven como pretexto para caricaturizar las frivolidades y miserias del sistema judicial americano, la dualidad del ser humano, y los contrastes entre el medio rural y el urbano. En su vertiente dramática, la cinta lleva a cabo una profunda disección del sueño americano roto personificado en una familia de perdedores desquiciados. Dichos temas pueden tildarse de convencionales y remiten a abundante filmografía previa donde han sido tratados por separado. Sin embargo, la manera de combinarlos resulta original a pesar de su poca verosimilitud y es, junto con las interpretaciones, uno de los principales activos de la película.

Como viene siendo habitual en estos tiempos, el manido reencuentro del personaje principal con su ex adultera y prolonga innecesariamente la historia, contribuyendo a su degradación. En el haber cabe reseñar la hondura psicológica de los diálogos entre Downey y Duval y algunos de sus ácidos gags, que no obstante acaban por resultar reiterativos debido a un exceso de metraje que hace mella en el espectador.
El pobrecito hablador
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow