Los prejuicios ante el cine de la guerra civil me atacan a la mínima oportunidad. Me horroriza la sobreexplotación del llamado: Cine de guerra civil. Es una forma demasiado rápida y fácil de realizar cine, una guerra tan terrible como la nuestra tiene mil historias que contar, pero parece ser que nos quedamos sin ideas. Me viene al recuerdo 'La Voz Dormida', un despropósito increíble que buscaba la pena en una versión maniquea de una historia ya de por sí tendenciosa. Con el hilo de la desgracia, los cineastas aprovechan para agarrar historias ya contadas por personas reales que sufrieron las penurias de la guerra y la trasladan al cine de la manera más fácil y sensiblera posible. Por ello me gusta ir con pies de plomo con estos productos. No quiero ver versiones maniqueas sobre la guerra, quiero ver personas reales sufriendo por un conflicto real, sentir realmente ese dolor y 'La lengua de las mariposas' lo consigue.

En un toque más original no tratamos con la guerra civil en su totalidad, nos enfrentamos contra lo que vino antes de ella. Todo será visto desde la imagen de un niño y su relación con su profesor. La narración se basa en enseñarnos, por medio de la técnica costumbrista, la visión de un pequeño sobre todo lo acontecido anteriormente al conflicto. Lo interesante por esta base es darle un toque de inocencia a la historia, no interpretarla de la manera mas maniquea posible. Pudiendo encontrarnos con muchas referencias a la situación de España que el espectador comprende, pero el protagonista no. Nosotros sabemos que ocurrirá en breve pero el pequeño no comprende la política. Por supuesto el costumbrismo funciona a la perfección metiéndonos en el pueblo del protagonista, comprendiendo a sus personajes e ideas. Aunque hay ciertas escenas o subtramas que no llevan a ninguna parte y están realizadas para poder rellenar metraje, no dejan de ayudarnos a meternos en el mundo del protagonista.

Durante toda la película tenemos un aire apacible y simpático. La sociedad tiene varios problemas como cualquiera y cada personaje que se interpone en el camino de Moncho tiene su propio momento. Los propios detalles de cada personaje revela no solamente la personalidad del mismo, si no su propio futuro. Esta película se basa en darle la vuelta a todo lo aprendido. Conoceremos los detalles de cada personaje, sus propias ideologías, sus amistades etc. Por ello el final es tan impactante, no es una vuelta de tuerca, no es un truco de guión, es sencillamente una muestra del ser humano. Sin caer en el spoiler, las miradas al final determinan todo. El ser humano se demuestra como lo que es, una criatura que busca la supervivencia ante todo y es capaz de traicionar a amigos por vivir un día más. Aquí el problema no son los malvados de derechas y los héroes de izquierda, aquí tenemos seres humanos.

Los personajes están muy bien caracterizados y el guión es realmente bueno, es normal que ganase un Goya y una pena que lo ganase la sobrevalorada 'Todo sobre mi madre'. A destacar las maravillosas interpretaciones de Fernán-Gómez y el pequeño Manuel Lozano. Le aleja de ser un producto de élite la incapacidad de la misma de centrarse, al añadir demasiados momentos que no llevaran a ningún lado como puede ser la historia romántica del hermano de Moncho. Sin embargo tiene una fotografía bella, unos planos magníficos dignos de admirar que con el ritmo tranquilo, propio de Cuerda, nos permite observar lo maravilloso del paisaje. ¿Qué es la lengua de las mariposas? Es esos momentos que no podrás realizar nunca, los tiempos cambian y la sociedad se derrumba al grito de ¡rojo!