De esta película se pueden decir muchas cosas buenas. En primer lugar, que su director Stephen Gaghan tiene estilo, fuerza visual y sabe como crear situaciones tensas, con fuerza. En segundo lugar el excelente reparto, con un Christopher Plummer extraordinario como viene siendo habitual en él en los últimos años, aunque el que se esté llevando todos lo premios sea George Clooney. Por último, la película trata un tema tan complejo como apasionante e inquietante.
Pero hay un problema. Y es que yo me pierdo, no me entero de la mitad de las cosas. Si no llego a entender porque los personajes actúan como lo hacen, si no se que motivaciones tienen para comportarse así, si me pierdo con las relaciones, alianzas y traiciones que les unen, pues me desentiendo del asunto. Y eso es precisamente lo que me ocurre con Syriana. Podía haber sido una gran película y no lo es.