39/08(13/02/11) Los Coen se pasan al western adaptando formidablemente el libro de Charles Portis, una historia más lineal de lo que nos tienen acostumbrados, aquí no hay dobles tintas, los buenos y malos están claramente definidos, algo que el cine de los dos genios judíos tratan magistralmente, la complejidad de la maldad y la bondad, en este trabajo no hay ambigüedades morales, es la eterna lucha entre el bien y el mal. En su primera versión Henry Hathaway dirigió, con John Wayne de protagonista por la que alcanzó su único Oscar, papel que aquí hace de modo soberbio Jeff Bridges. El argumento gira en torno al viaje iniciático de una muchacha de 14 años, Mattie Ross (maravillosa Hailee Steinfeld), su padre ha sido asesinado por uno de sus empleados, Tom Chaney (buen Josh Brolin) en Fort Smith, este ha huido al Territorio Indio y Mattie decide contratar para que le de caza a un alguacil, Rooster Cogburn (Soberbio Jeff Bridges), este es un tipo envejecido, tuerto, cínico, borracho y sin dinero, que malvive en la trastienda de un comerciante chino, se les une a la cacería un ranger de Texas, LaBoeuf (correcto Matt Damon). Es este un film que rezuma clasicismo, es una historia crepuscular de las que tan buenas obras nos ha dado el género, es una reflexión sobre la fuerza de voluntad de las personas, de cómo la búsqueda de la justicia es nuestro motor más visceral, es un film que huele a romanticismo del bueno, del que uno debe hacer lo que debe sin importar si morirás en el intento, ello con unos protagonistas con los que se empatiza desde el minuto uno, la chica nos atrapa con su cabezonería, ingenio y desparpajo ya en la excelente escena de la negociación con un tratante de caballos, apoteosis de como amedrentar a un experto negociador, Hailee Steinfeld realiza un papel magnífico, dota a su rol de la ternura y dureza necesaria para que nos importe lo que le pasa, es una gran interpretación. Aunque Jeff Bridges es un coloso demasiado enorme como para que nadie le haga sombra y lo demuestra con su trabajo que siento decirlo pero posee más registros que John Wayne, desborda carisma y carácter desde su estupenda presentación en una declaración de un juicio en el que queda dibujado de forma prodigiosa, para después verlo en la primera conversación que tiene Mattie con él medio borracho, es un alarde de transmisión de personalidad, un animal de la interpretación que está viviendo su época dorada y la aprovecha con esta majestuosa labor, es una delicia verlo, escuchar su quebrada voz, uno de los grandes.
Continua en spoiler sin spolers.