12/07(107/06/12) Me puse a ver este fallido film con muchas expectativas por lo que había leído de ella, pero mi gozo en un pozo, solo aguanta un tercio, no se puede contar menos en más tiempo, se me ha hecho más larga que el video de la boda de un amigo, la insoportable levedad del ser, seguro que hay mejores formas de rendir homenaje a los pioneros que poblaron el Oeste, flaco favor se le hace con esta lenta agonía. Se basa libremente en un hecho histórico acaecido en 1845 en el estado de Oregón, la historia sigue a un pequeño grupo de tres familias de colonos con sus caravanas tiradas por bueyes que pretenden llegar a algun lugar para vivir, vagan por el desierto de Oregón desde hace meses, sospechan que su guía, Stephen Meek (buen Bruce Greenwood), está perdido y no se lo quiere decir, y su única meta es encontrar agua, las tensiones entre ellos brotan de vez en cuando, atrapan a un indio solitario (buen Rod Rondeaux), tras debatir si matarlo o no, Meek no confía en él pero los demás creen que es su única esperanza, deciden que les lleve hasta agua. Pues contado resulta mucho más entretenido que en imágenes, si me pongo a pensar que imagen es la que me deja esta obra es el constante caminar por la nada, polvo y más polvo, interminables planos-secuencias donde nada ocurre, y entre medias poca cosa con muchas pretensiones teológicas y sociológicas, Meek se convierte en una especie de Moisés que guía a su tribu por el desierto, ello coronado por un final muy religioso. Todo me ha quedado muy plúmbeo, es una especie de docudrama donde de modo naturista-realista asistimos a la lenta desesperación de un conjunto de personas esperanzadas en un mañana mejor que parece inexistente, todo me ha llegado frío, nada me ha emocionado, te transporta una artificiosa árida sensación mundo apocalíptico donde nada sucede, intenta la realizadora, Kelly Reichrdt, insuflar de serenidad el relato y se pasa, la anhelada existencialidad que quiere impregnar a los fotogramas me es forzada por el vacío, hubiera quedado mejor como un corto, pues a la media hora se agota su prometedora puesta en escena, pasado este tiempo el hastío hace acto de presencia. Recomendable a los muy amantes de cine contemplativo con aspiraciones pedagógicas. Fuerza y honor!!!