Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Ciencia ficción. Thriller. Acción Tras ver cómo su mujer es asesinada tras un accidente que le deja parapléjico, un hombre se somete a una operación que le permite volver a caminar para así poder vengar a su esposa. (FILMAFFINITY)

16 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
170/19(15/06/20) Entretenidillo film que mezcla el drama, el thriller, la ciencia-ficción y las alertas contra echarnos en brazos de la híper-tecnología, siendo en este sentido una mezcla entre varios films de los que se cogen ideas como son “Terminator”, “Robocop”, “Matrix”, “2001. Una Odisea del espacio” y con su idea crítica contra los avances modernos puede ser un episodio alargado de la serie de culto de Charlie Brooker “Black Mirror”, y en su idea de justiciero tiene de “Death Wish”, todo esto con una estética marcadamente ciber-punk. Cinta escrita y dirigida por el ‘aussie’ Leigh Whannell (Guionista de “Saw” e “Insidious”), y protagonizada por un notable Logan Marshall-Green (con un enorme parecido con Tom Hardy), este como un tecnófobo al que le es implantado un chip que le permite controlar su cuerpo después que un atraco lo deje paralizado. Es una película que tiene su fuerte en las singulares escenas de acción y en un final rebuscado, pero valiente, que te deja un satisfactorio sabor de boca, pero sin ser nada trascendente esta serie b que aprovecha muy bien su escaso presupuesto de 5 millones $ para que luzcan bien en pantalla reflejando un mundo futuro cercano y por tanto creíble. Tiene un subtexto superficial sobre los peligros de depositar nuestro futuro en la Inteligencia Artificial (algo ya muy visto y muy mejor profundizado), alabando en este caso nuestra libertad individual, pero todo esto tratado en un nivel muy básico. El problema es que tiene un comienzo un tanto lento, tarda en arrancar, quizás porque intenta jugar a ser más profunda de lo que puede, sin definirse bien que quiere ser de mayor entre los géneros referidos, se toma demasiado en serio a sí misma y esto juega en contra de una película a la que le falta algo de humor. “Upgrade” se llevó el premio del público en el reciente Festival de Sitges.

Gray Trace (Logan Marshall-Green), es un tipo al que le repelen las nuevas tecnologías, es mecánico vintage de Pontiac de los años 70 (que escucha en discos de vinilo Howlin 'Wolf). Estamos en un futuro no muy lejano en que las tecnologías híper avanzadas se han adueñado de la sociedad (hay autos que se conducen solos y las viviendas son smart). Una noche con su esposa Asha (Melanie Vallejo), a la vuelta de dejar un auto a un joven empresario tecnológico (Eron encarnado por pseudo-DiCaprio, Harrison Gilbertson), es asaltado por una banda comandada por un sádico villano (Benedict Hardie), siendo su esposa asesinada y él dejado tetrapléjico. En la historia tendrá importancia la agente de policía encargada del caso (Betty Gabriel), y la voz omnisciente de un ser tecnológico, STEM (voz original de Simon Maiden).

A partir del trágico incidente entramos en un tramo pesaroso, un metraje que te saca de la historia cuando nos hundimos con el protagonista en su depresión (expresada con su frase "No estoy buscando reiniciar mi vida. Estoy buscando el interruptor de apagado!"). Hasta que por fin se le ofrece pactar cual Fausto con el ‘Diablo’ de la (tan odiada por él) tecnología, tendrá la oportunidad de volver a andar a cambio de que se deje implantar un chip milagroso, STEM (recurso este de ‘renacer’ muy similar a “Robocop”), tras unas reticencias iniciales acepta, y el Milagro se hace verdad, vuelve a valerse por sí mismo, pero el efecto secundario es que tiene una voz dentro de sí, perteneciente al chip, convirtiéndose a partir de entonces en una cuasi-peli buddy-movie (elemento este de la voz de una Inteligencia Artificial similar al HAL de “2001”).

Entonces la cinta entra en una gimkana ‘detectivesca’ por Gray intentando vengarse de los que mataron a su esposa (elemento “Death Wish”), teniendo como ayuda que su cuerpo, gracias a STEM se ha convertido en una máquina indolora de matar fríamente (recurso que recuerda a “Terminator”). Es aquí donde sobresale la peli, en su original modo de pelear y de ser filmadas las luchas eléctricas, coreografiadas sensacionalmente por Chris Weir (“Piratas del caribe: La venganza de Salzar” o “X-Men Origenes: Lobezno”), movimientos mecánicos, rígidos, automáticos, en un perfeccionamiento robótico de las artes marciales (en ello tiene mucho que ver las peleas remanentes de “Matrix” que asimismo bebían de las artes marciales, que a su vez dependían como aquí mucho de la mezcla de sonido artificioso para trasladarnos la intensidad de la pelea), donde tiene mucha importancia la miscelánea entre la cámara de Stephan Duscio (“La Jungla” o “The Mule”) y el montador Andy Canny (“The Loved Ones” o “El Hombre Invisible”), modo vigoroso en que se ruedan con zooms, tomas abiertas, travellings circulares. Duscio filmó la película con cámaras Arri Alexa XT y Alexa Mini y lentes anamórficas Panavision C y E-Series. El trabajo de cámara inusual durante las escenas de lucha se logró conectando un teléfono a Marshall-Green y haciendo que Alexa Mini rastreara el giroscopio del teléfono. Ello con insertos de algo de gore (su expresión máxima cuando alguien mata a otro abriéndole la mandíbula hasta reventar (puaj!). Las peleas aun siendo llamativas no distan de ser las que lleva a cabo Jason Bourne o John Wick, tipos de unas capacidades superlativas, pero humanos al fin y al cabo sin elementos biónicos distorsionadores.

También hay elementos serie b risibles dan un sentido lúdico ligero a la historia como ‘estornudos asesinos’ o ‘brazos escopetas’. Son recursos orgánicamente pobres, pero visualmente atractivos, pues en realidad no hay necesidad de esto. Hay una persecución de automóviles bien llevada si tenemos en cuenta su bajo presupuesto, que demuestra buena administración de recursos, donde en realidad todo el rato estamos viendo en bucle el mismo espacio de carretera una y otra vez.

La película evoluciona de forma lineal a partir de la implantación de STEM, hasta desembocar en un clímax final muy bien trabajado, lejos de conclusiones acomodaticias, y que dan valor y premio a las arritmias del desarrollo anterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow