Media votos
6,5
Votos
5.742
Críticas
5.242
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
6
6,1
36.454
Thriller. Acción. Drama
Dos jóvenes, El Niño y El Compi, han decidido ir a Gibraltar para introducirse en el mundo del narcotráfico. Riesgo, emociones y mucho dinero para quien sea capaz de llevar sin sobresaltos una lancha cargada de hachís que vuela sobre las olas. Jesús y Eva, dos agentes de la Policía antidroga, llevan años tratando de demostrar que la ruta del hachís es una de las principales vías de penetración de la cocaína en Europa. Su objetivo es El ... [+]
8 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
20(24/01/15) Mucho ruido y pocas nueces, demasiado bombo publicitario a su alrededor para su poco más que interesante propuesta. Daniel Monzón dirige y guioniza con su habitual Jorge Guerricaecheverria, para un argumento con poco de original, bebiendo de modo claro de thrillers clásicos norteamericanos y sin aportar novedad alguna. Y es que la historia navega por lugares comunes en el género, obsesión de un policía por coger a un malo, un delincuente de buen corazón arrastrado por las circunstancias, búsqueda de un topo en la policía, personajes estereotipos y situaciones manidas, con final previsible.
El escenario es el estrecho de Gibraltar y sus dos orillas, el submundo de narcotráfico que se mueve alrededor, son dos historias paralelas que se entrecruzan, por un lado está “El Niño” (carapalo Jesús Castro), un joven inquieto gaditano, que junto a su amigo “El Compi” (Jesús Carroza) y un joven contacto marroquí, Halil (Saed Chatiby), inician un negocio de transporte de droga de marruecos a Algeciras, cuando deciden agrandar la empresa las dificultades con los competidores surgirán, entre medias “El Niño” entablará una relación con la hermana de Halil, Amina (Meriem Bachier). En el lado de la ley está Jesús (Lluis Tosar), un veterano policía de antidroga que trabaja junto a Eva (Bárbara Lennie), desde hace 3 años para coger al enigmático capo narcotraficante llamado “El Inglés”, que no sale de Gibraltar, pero tras sufrir un contratiempo, su superior Vicente (Sergi López) lo envía a patrullar en helicóptero el estrecho, en “El Pájaro” irán Sergio (Eduard Fernández) y Manolo (Juan Motilla), Jesús con la ayuda de Eva seguirá investigando con la sospecha de que hay un topo entre la policía.
Es un entretenido producto, thriller de historias paralelas en que se nos quiere mostrar los diferentes lados del mundo del crimen, los que los persiguen, los que se meten por necesidad y los que son malos malísimos. El guión detenta buenos diálogos, llenos de frescura, con bastante humor, sobre todo en la parte de “El Niño” y “El Compi”, con el modo tan suigeneris de hablar y de expresarse de estos gaditanos, creando situaciones tensas hacia un increscendo dramático meritorio, para desembocar en algo naif, demasiado con aires moralizantes, falto de coraje en la conclusión se arrojan en brazos de lo políticamente correctos. Se tocan temas como el sentido del deber, la amistad, la traición, la codicia, el gusto por el dinero fácil, la inmigración o la lealtad, ello lo muestra Monzón con anhelo de emitir realismo cercano al naturalismo, mostrándonos todo el proceso para hacerse narcotraficante, así como los métodos para apresarlos, pero una vez acabada te sientes vacío, no va más allá de las escenas de persecución de helicóptero a la lancha, fuero de esto la cinta es plúmbea, caen en soluciones acomodaticias, derivando en poca profundidad y sin posibilidad de dejar huella alguna en el espectador. El pulso narrativo es bueno, aunque equivocado al meternos un romance chirriante y que hace decaer el ritmo, una historia de amor que solo parece estar metida para que veamos el culo de Meriem Bachier, dicen que también sale el de Jesús Castro, y es que adolece de peso esta subtrama que se ve venir de lejos, siendo un lastre y no un aliciente. Los secundarios aportan un buen apoyo al relato.
El film carece de protagonistas bien construidos, parten de la nada con lo que nos cuesta conectar con ellos, pues quien es “El Niño”? De donde sale con esa moto acuática? Tiene familia? Es huérfano? El poli Jesús que pasado tiene? Otro que parte de la nada. Y todo lo que se refiere al “Inglés” resulta una nebulosa. El modo en que montan el negocio “El Niño” y “El Compi” resulta simplista. El tramo final que se supone debe ser una traca donde se gasten las mejores ideas resulta anticlimática, queda atropellado, duelo final poli vs. “El Niño” es manejado de una torpeza desesperante, queriendo emparentarse a la obra maestra “Heat” se queda en algo sin la menor enjundia, coronado por una persecución de la Guardia Civil en coche a “El Niño” propia de estar en un montón de nadería, a esto se suma un final en la parte de búsqueda de la droga risible, hundiéndose en el ridículo (spoiler), desembocando todo en un epílogo como he dicho moralista y facilón, pero es más, si te metes a moralizar tendría que haber mostrado algún tipo de consecuencias que tienen el consumo de las drogas con las que trafican, que no sea algo aséptico, como si trapichearan con piezas de arte. Un argumento que se polariza demasiado en diferentes subtramas, y no sumándose entre ellas, si no restándose, todo esto nos lleva a anular las emociones y la empatía con sus protagonistas, dándome igual lo que les pase. Además deja algunos cabos sin atar (spoiler).
Lo mejor es su elegante puesta en escena y el buen manejo de las pocas escenas de acción, con una esmerada fotografía de Carles Gusi (“La caja Kovak” o “Celda 211”), con estupendas tomas de grúa, travellings, ágil en las escenas de acción, hermosas tomas aéreas, con una muy dinámica edición de Cristina Pastor (“Celda 211” o “Torrente 3”), excelente en las escenas de acción que maximizan los efectos adrenalíticos de estas secuencias, a esto se añade de la música de Roque Baños (“El maquinista” o “Sexy Beast”) de resonancias nada originales por la temática a “Miami Vice” la serie. Con estos mimbres queda como lo mejor del film las dos escenas de persecución helicóptero-lancha, rebosante de realismo y vigor. (continua en spoiler sin)
El escenario es el estrecho de Gibraltar y sus dos orillas, el submundo de narcotráfico que se mueve alrededor, son dos historias paralelas que se entrecruzan, por un lado está “El Niño” (carapalo Jesús Castro), un joven inquieto gaditano, que junto a su amigo “El Compi” (Jesús Carroza) y un joven contacto marroquí, Halil (Saed Chatiby), inician un negocio de transporte de droga de marruecos a Algeciras, cuando deciden agrandar la empresa las dificultades con los competidores surgirán, entre medias “El Niño” entablará una relación con la hermana de Halil, Amina (Meriem Bachier). En el lado de la ley está Jesús (Lluis Tosar), un veterano policía de antidroga que trabaja junto a Eva (Bárbara Lennie), desde hace 3 años para coger al enigmático capo narcotraficante llamado “El Inglés”, que no sale de Gibraltar, pero tras sufrir un contratiempo, su superior Vicente (Sergi López) lo envía a patrullar en helicóptero el estrecho, en “El Pájaro” irán Sergio (Eduard Fernández) y Manolo (Juan Motilla), Jesús con la ayuda de Eva seguirá investigando con la sospecha de que hay un topo entre la policía.
Es un entretenido producto, thriller de historias paralelas en que se nos quiere mostrar los diferentes lados del mundo del crimen, los que los persiguen, los que se meten por necesidad y los que son malos malísimos. El guión detenta buenos diálogos, llenos de frescura, con bastante humor, sobre todo en la parte de “El Niño” y “El Compi”, con el modo tan suigeneris de hablar y de expresarse de estos gaditanos, creando situaciones tensas hacia un increscendo dramático meritorio, para desembocar en algo naif, demasiado con aires moralizantes, falto de coraje en la conclusión se arrojan en brazos de lo políticamente correctos. Se tocan temas como el sentido del deber, la amistad, la traición, la codicia, el gusto por el dinero fácil, la inmigración o la lealtad, ello lo muestra Monzón con anhelo de emitir realismo cercano al naturalismo, mostrándonos todo el proceso para hacerse narcotraficante, así como los métodos para apresarlos, pero una vez acabada te sientes vacío, no va más allá de las escenas de persecución de helicóptero a la lancha, fuero de esto la cinta es plúmbea, caen en soluciones acomodaticias, derivando en poca profundidad y sin posibilidad de dejar huella alguna en el espectador. El pulso narrativo es bueno, aunque equivocado al meternos un romance chirriante y que hace decaer el ritmo, una historia de amor que solo parece estar metida para que veamos el culo de Meriem Bachier, dicen que también sale el de Jesús Castro, y es que adolece de peso esta subtrama que se ve venir de lejos, siendo un lastre y no un aliciente. Los secundarios aportan un buen apoyo al relato.
El film carece de protagonistas bien construidos, parten de la nada con lo que nos cuesta conectar con ellos, pues quien es “El Niño”? De donde sale con esa moto acuática? Tiene familia? Es huérfano? El poli Jesús que pasado tiene? Otro que parte de la nada. Y todo lo que se refiere al “Inglés” resulta una nebulosa. El modo en que montan el negocio “El Niño” y “El Compi” resulta simplista. El tramo final que se supone debe ser una traca donde se gasten las mejores ideas resulta anticlimática, queda atropellado, duelo final poli vs. “El Niño” es manejado de una torpeza desesperante, queriendo emparentarse a la obra maestra “Heat” se queda en algo sin la menor enjundia, coronado por una persecución de la Guardia Civil en coche a “El Niño” propia de estar en un montón de nadería, a esto se suma un final en la parte de búsqueda de la droga risible, hundiéndose en el ridículo (spoiler), desembocando todo en un epílogo como he dicho moralista y facilón, pero es más, si te metes a moralizar tendría que haber mostrado algún tipo de consecuencias que tienen el consumo de las drogas con las que trafican, que no sea algo aséptico, como si trapichearan con piezas de arte. Un argumento que se polariza demasiado en diferentes subtramas, y no sumándose entre ellas, si no restándose, todo esto nos lleva a anular las emociones y la empatía con sus protagonistas, dándome igual lo que les pase. Además deja algunos cabos sin atar (spoiler).
Lo mejor es su elegante puesta en escena y el buen manejo de las pocas escenas de acción, con una esmerada fotografía de Carles Gusi (“La caja Kovak” o “Celda 211”), con estupendas tomas de grúa, travellings, ágil en las escenas de acción, hermosas tomas aéreas, con una muy dinámica edición de Cristina Pastor (“Celda 211” o “Torrente 3”), excelente en las escenas de acción que maximizan los efectos adrenalíticos de estas secuencias, a esto se añade de la música de Roque Baños (“El maquinista” o “Sexy Beast”) de resonancias nada originales por la temática a “Miami Vice” la serie. Con estos mimbres queda como lo mejor del film las dos escenas de persecución helicóptero-lancha, rebosante de realismo y vigor. (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lluis Tosar cumple con el piloto automático, mermado por un rol plano, y aún así deja impronta de carisma. El actor que encarna al personaje que da nombre al film, Jesús Castro es una cara bonita sin alma, todo el tiempo con cara de estreñido, parece haberle dado clases de interpretación Chuck Norris, se ve le han dicho si no sabes actuar pon cara de mala leche que eso da bien en cámara, esperemos vaya aprendiendo. Jesús carroza como “El Compi” demuestra es un actor de raza, aportando naturalidad, chispa, humor y empatía. Meriem Bachier pone rostro bello y precioso trasero para un rol descafeinado. Saed Chatiby demuestra brío y nervio en un papel que lo hace bien. Bárbara Lennie está desaprovechada, con otro papel superficial y sin garra, hueco de contenido. Eduard Fernández en otra actuación que cumple sin más.
Spoiler:
Cabos sin cerrar serian el saber si el piloto del helicóptero sobrevive o no, de eso depende la condena a “El Niño”, no se sabe si el policía Sergio es un topo corrupto o no, se deja en el aire. Y lo del descubrimiento de la droga en el material de las maletas resulta un insulto a la inteligencia, de una vaguedad en el guión alarmante, algo que día sí y día también se ve en cualquier medio de información nos lo muestran como de lago original, es tomarnos por muy poco inteligentes.
En conjunto un film interesante, se deja ver, pero si he “machacado” un poco ha sido por sobreexposición mediática que hace te esperes mucho más de lo que da, y es que la montaña ha parido poco más de un ratón. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Cabos sin cerrar serian el saber si el piloto del helicóptero sobrevive o no, de eso depende la condena a “El Niño”, no se sabe si el policía Sergio es un topo corrupto o no, se deja en el aire. Y lo del descubrimiento de la droga en el material de las maletas resulta un insulto a la inteligencia, de una vaguedad en el guión alarmante, algo que día sí y día también se ve en cualquier medio de información nos lo muestran como de lago original, es tomarnos por muy poco inteligentes.
En conjunto un film interesante, se deja ver, pero si he “machacado” un poco ha sido por sobreexposición mediática que hace te esperes mucho más de lo que da, y es que la montaña ha parido poco más de un ratón. Fuerza y honor!!!