343/20(19/10/22) Superficial acercamiento a uno de los grandes Iconos del Séptimo Arte en la figura de este polifacético cineasta, actor, productor, director y hasta músico. Dirigido por el historiador de cine Richard Schickel, en lo que es un formato académico, con la voz en off de uno de los amigos de CE (Morgan Freeman, con el que hizo “Unforgiven”, “Million Dollar Baby” e “Invictus”), tenemos a sus épicos 80 años Clint Eastwood comentando (grabados en varios tiempos) cronológicamente varias de sus películas más conocidas (echo en falta que hable de la compleja y ambigua “Medianoche en el jardín del bien y del mal”, así como el gran thriller “En la línea de fuego”, auqnue esta solo la protagonizó) hasta “Invictus”, pero sin profundizar en ellas, donde se dedica más tiempo a los clips de estas cintas que a los pensamientos creativos de Clint. Por cierto, trozos de estas películas donde, de modo chusco e incomprensible, se destripan los finales (de “Harry el sucio”, “El fuera de la ley”, “El jinete pálido”, “Cazador blanco, cazador negro”, “Sin perdón”, “Un mundo perfecto”, “Mystic River”, “Cartas desde Iwo Jima”, “Gran Torino” o “Invictus”). Vemos a un Clint poco locuaz, no sé si es que es así, o que le pillan en mal momento, pero me resulta demasiado seco y adusto, sin hablar de su técnica de rodaje, sin comentar que le motiva, más allá de decir lo manido de hago películas que me gusten a mí, sin pensar en el espectador, o que le gustan las historias de antihéroes que arrastren fantasma del pasado.

Es un recorrido bastante a salto de mata sobre sus orígenes. No se comenta nada de su infancia, se hace un breve comentario sobre su paso por la tv como secundario villano en la serie “Maverick”, para brincar a la trilogía de Sergio Leone, crucial en la carrera de CE, que marcó al cineasta californiano el director romano (incluso le dedicó la Magna “Unforgiven” en sus créditos finales), pero esto aquí se trata como un simple apunte a pie de página. No se comenta lo que se arriesgó a pasar de la comodidad USA a hacer westerns en Almería con un transalpino, y como su apuesta fue ganadora. No se menciona a Don Siegel, el otro cineasta que le marcó a CE (el otro al que dedica “Unforgiven”), se habla de “Harry el sucio”, pero no que la dirigió Siegel. Comienza a dirigir CE con el thriller “Play Misty For Me”, pero nada se dice de porque se inició en esta labor, ni siquiera vemos imágenes de esta Cinta.

Es un doc para los muy fans del cineasta (entre los que me cuento), tiene sus toques que nos sacan de la rutina del repaso a la filmografía, saltando al set de sonido de la Warner que salvó CE para convertirlo en su estudio para la música de sus films (donde tenemos un buen momento cuando toca la banda sonora de “Mystic River”), vemos un recorrido por un local donde tiene el vestuario de las películas de CE, ello de la mano de la diseñadora de vestuario Deborah Hopper. Y en el tramo final CE nos lleva a Carmel, la ciudad californiana donde lleva viviendo décadas, nos cuenta su pasión por el golf, y paseamos con CE por la playa. Todo esto puro relleno, pues nos habla de Carmel, pero no cuenta que fue alcalde de la ciudad, pero si cuenta que le gusta el golf, y que aporta esto. Me ha resultado todo muy disperso, muy liviano. Por supuesto, de su vida personal lo más que comenta es que trabajó con su adolescente hijo en el drama musical “El aventurero de medianoche”, del resto nada de nada. Habla de como elige guiones, pero no de cuáles son sus referentes, cuales son sus gustos cinéfilos (más allá de comentar que le gustaba ver los clásicos Warner con Cagney o Bogart, aunque puede que esto sea una concesión comercial a la productora que ha apadrinado desde sus inicios de director, durante hoy más de 40 años), a quien sigue en la actualidad, como elige intérpretes.

Le dedica tiempo al que hasta entonces (con todo lo que ya había hecho CE) fue su película más comercial, “Duro de pelar”, y que al aparecer le aconsejaron no hacer por ser una comedia chusca en la que compartía protagonismo con un mono; Comenta sobre “Million Dollar Baby”, que solo expuso una situación límite, pero que no es partidario de la eutanasia; Lo más que se alarga al comentar sus películas, es cuando habla de la gestación de “Banderas de nuestros padres” (de la que apenas habla), y de cómo al planearla sintió la necesidad de retratar el otro lado de la contienda; Comenta en la playa que si a sus 80 años (con 90 aún sigue) sigue haciendo cine es porque lee guiones que le apetece filmar, una aseveración muy cliché; Todo esto como simples apuntes en los que no se ahonda, todo muy esquemático.

Me queda un simple acercamiento a una legendaria figura del Cine con mayúsculas. Gloria Ucrania!!!