310/20(27/12/10) Zemeckis vuelve a este modo de hacer cine ya usado en ‘Polar Express’ y ‘Beowulf’ y nos obsequia con una inteligente y entretenida adaptación de la famosa obra navideña de Charles Dickens, puesta al día del relato, y tras tantas versiones que se han hecho ha encontrado un hueco para ofrecernos algo original y que te deje una buena sensación, con este formato de fotorrealismo (motion capture), en el que los actores se ponen unos sensores para captar sus movimientos y así poder transmitir autenticidad en sus actuaciones.

El realizador nos regala una cinta rebosante de imaginación, de gran belleza visual, empezando por su antológico plano secuencia inicial en el que nos da un paseo aéreo por Londres, el realizador explota las enormes posibilidades que da la narración para deleitarnos con su poder de fascinación en este viaje por el mundo de los espíritus, en el que se remarca un clima de terror en el que su mensaje de que siempre estamos a tiempo para la redención cala, es una moraleja universal y atemporal y que nunca está de más rememorar.

Jim Carrey compone a un Mr. Scrooge cargado de trasfondo, sabiendo captar sus matices y hacer que su evolución nos sea creíble, aunque en el defecto de los personajes hay que decir que está técnica no ha podido aún quitarse del rostro que sus movimientos resultan forzados, como mecánicos, es como si sufrieran una apoplejía. El guión sabe jugar muy bien con sus diferentes niveles, no cayendo en la cursilería fácil, combinando elementos de humor, drama, terror y fantasía sin estrellarse en lo fatuo.

Como hándicap está el hecho que cuando empieza el circo de tres pistas en el que se sube Scrooge la noche de los fantasmas, el espectáculo visual en ciertos momentos te aleja de la historia, lo bueno es que en su tramo final vuelves a empatizar con ella.

Recomendable a los que gusten del Cuento imperecedero. Fuerza y honor!!!