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Voto de TOM REGAN:
9
7,8
62.498
Thriller
Eddie convence a tres amigos para jugarse sus ahorros en una partida de cartas contra Harry el Hacha, un mafioso del barrio. La partida está amañada, y Eddie no sólo pierde todo el dinero sino que contrae una deuda de medio millón de libras, que debe pagar en el plazo de una semana. El mafioso pretende quedarse con el local de su padre para resarcirse de la deuda, pero los cuatro amigos planean saldarla de una forma mucho más arriesgada. (FILMAFFINITY) [+]
24 de septiembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
187/26(31/08/18) Endiablada y refrescante ópera prima del irregular director y guionista británico de 27 precoces años Guy Ritchie (director de cortos, spots y videoclips hasta entonces), una trepidante y divertidísima comedia negra, con telón de fondo de peleas cruzadas de bandas criminales. La obra que dio fama al realizador, de bajo presupuesto (1,35 millones $), que fue un gran éxito comercial (más de 28 millones $ de recaudación), ello gracias a la ayuda del productor Matthew Vaughn (tiene un camafeo como un tipo sacado de un auto por Dog), que más tarde se haría director influenciado claramente por su apadrinado aquí (“Layer Cake”, “Kick-Ass” o “Kingsman”). Relato con diálogo electrizante, personajes disfuncionales jocosos, añádase una banda sonora efervescente, súmese un guión alambicado que juega con las casualidades de forma espectacular. Film que te atrapa desde su arrollador inicio hasta su “cliffhanger final” (al que la vea sabe de lo que hablo), en torbellino absorbente donde Ritchie vuelca sus cualidades de director de videos musicales y de creador de anuncios televisivos, con recursos narrativos vigorosos (congelados de imagen, voz en off, giros de cámara vertiginosos, edición hiperbólica, pantallas partidas,…), bebiendo de creadores como el inglés Danny Boyle y su brillante “Trainspotting” (1996), y de Tarantino y su “Pulp Fiction” (1994), e incluso se ven trazas al cine blaxploitation con la inclusión del rol Rory Breaker, remedo parece sacado de estas películas, todo ello regado con un claro espíritu comicquero, donde la violencia más sangrienta es tratada de modo naif, cuasi-toon, nada se puede tomar en serio, es un puro entretenimiento, donde desconectas para pasar un rato de los que te dejará con una sonrisa en el rostro de satisfacción, es como montarse en una montaña rusa, será una experiencia vacía, pero te lo pasas con la adrenalina a tope mientras sucede. La película hizo una estrella a Jason Statham, asimismo es glorioso el rol del matón Chris encarnado por el ex futbolista galés Vinnie Jones (famoso defensa conocido por su dureza. Guy Ritchie dijo que su mayor inspiración fue"The Long Good Friday"(1980) de John Mackenzie, film noir Cockney que hizo estrella a Bob Hoskins. El éxito de la película provocó una serie de tv homónima en el 2000 de siete episodios. Recomiendo abstenerse de ver la versión doblada, sobre todo para evitar la molestosa y tartajosa voz de Santiago Segura como narrador. La versión teatral dura 107 minutos, pero hay un corte del director de 120 minutos.Cinta rebosante de testosterona, el papel de las mujeres es residual, únicas aparecen son una vendedora de cartas, una bailarina en topless y una joven confundida con una pila de cojines.
La cinta te absorbe desde su enérgico prólogo en una calle cualquiera un vendedor ambulante, en modo charlatán, soltando chascarrillos (lo de exaltar lo largo de una pulsera diciendo que ojalá él lo tuviera todo igual de extenso!), de cómo hay infiltrados entre el público que cual liebres del atletismo tiran de los incautos compradores, en estas aparece la policía y todos a correr, escena con claro sabor a la del comienzo de “Trainspotting”, con presentación de personajes voz en off, con congelados de imagen, enervador puerta de entrada que te mantiene imantado hasta su final. Ello con un argumento laberíntico, con reparto coral donde cada personaje tiene su espacio, donde cada uno es delineado con originalidad, con atracos entre bandas, contra-atracos, mujeres “colgadas” de camuflaje que se erigen en especie de Rambos, sangre a doquier con un aire híper-realista, con ingeniosos fuera de campo en las escenas más salvajes (ejemplo el enfrentamiento “tarantiniano” entre la banda de … y la de Dog), con enfatizantes recursos fílmicos como los congelados, travellings demoniacos, edición palpitante, o cámaras lenta, todo desarrollado con una enorme imaginación y sentido lúdico del entretenimiento, aquí no hay ínfulas de subtextos morales o de reflexiones éticas, es puro ejercicio pulp distendido, donde la acción se convierte en un tren desbocado imposible de parar, si parpadeas te perderás un segundo de metraje entusiasta, acompañado por efectos de sonido fantásticos, sumando una galería de temas musicales fenomenales, sabiendo conjugar estas melodías con juegos cinéfilos brillantes, como el tramo sirtaki (Música de “Zorba el griego”) para el montaje paralelo anterior a una batalla, o él duelo a ritmo de música spagueti-western, con música claramente inspirada en Morricone, donde incluso se filma de igual modo a como el gran Leone rodaba sus duelos (montaje de miradas entre los duelistas), encajando con La trama de forma jolgoriosa.
Nick Moran como Eddie queda blandito entre tanto tiburón; Jason Flemyng como Tom da buen papel como el inepto del grupo de amigos; Dexter Fletcher como el recto Soap, difuso entre los amigos; El debutante Jason Statham aprovecha su rol para ofrecer un tremendo carisma ya desde ese inicio en plan charlatán mantero, electrizante su labia; Frank Harper como Dog borda su rol de tipo duro; Vas Blackwood como Rory Breaker está sensacional, con visceralidad tremenda; P.H. Moriarty como Hatchet está arrollador, descojonante ese bizarro toque de que utilice un pene postizo de arma; Lenny McLean desborda la pantalla con ese rostro que parece tallado a machetazos, con esa voz ronca que te cruje, fenomenal; Otro que aprovecha su debut en cine es el galés Vinnie Jones glorioso su rol de matón, Big Chris con ese toque excéntrico de ir siempre con su hijo que es un niño, Little Chris (correcto Peter McNicholl), demuestra gran mesura, con un rostro pétreo que desborda violencia latente, así como exhibiendo buenas dotes orales, ejemplo esa escena final entregando a los amigos la mochila; Jake Abraham como Dean y Victor McGuire como Gary, una pareja estrafalaria de delincuentes en busca de dos escopetas, sus conversaciones son enormemente chistosas;… (sigue en spoiler)
La cinta te absorbe desde su enérgico prólogo en una calle cualquiera un vendedor ambulante, en modo charlatán, soltando chascarrillos (lo de exaltar lo largo de una pulsera diciendo que ojalá él lo tuviera todo igual de extenso!), de cómo hay infiltrados entre el público que cual liebres del atletismo tiran de los incautos compradores, en estas aparece la policía y todos a correr, escena con claro sabor a la del comienzo de “Trainspotting”, con presentación de personajes voz en off, con congelados de imagen, enervador puerta de entrada que te mantiene imantado hasta su final. Ello con un argumento laberíntico, con reparto coral donde cada personaje tiene su espacio, donde cada uno es delineado con originalidad, con atracos entre bandas, contra-atracos, mujeres “colgadas” de camuflaje que se erigen en especie de Rambos, sangre a doquier con un aire híper-realista, con ingeniosos fuera de campo en las escenas más salvajes (ejemplo el enfrentamiento “tarantiniano” entre la banda de … y la de Dog), con enfatizantes recursos fílmicos como los congelados, travellings demoniacos, edición palpitante, o cámaras lenta, todo desarrollado con una enorme imaginación y sentido lúdico del entretenimiento, aquí no hay ínfulas de subtextos morales o de reflexiones éticas, es puro ejercicio pulp distendido, donde la acción se convierte en un tren desbocado imposible de parar, si parpadeas te perderás un segundo de metraje entusiasta, acompañado por efectos de sonido fantásticos, sumando una galería de temas musicales fenomenales, sabiendo conjugar estas melodías con juegos cinéfilos brillantes, como el tramo sirtaki (Música de “Zorba el griego”) para el montaje paralelo anterior a una batalla, o él duelo a ritmo de música spagueti-western, con música claramente inspirada en Morricone, donde incluso se filma de igual modo a como el gran Leone rodaba sus duelos (montaje de miradas entre los duelistas), encajando con La trama de forma jolgoriosa.
Nick Moran como Eddie queda blandito entre tanto tiburón; Jason Flemyng como Tom da buen papel como el inepto del grupo de amigos; Dexter Fletcher como el recto Soap, difuso entre los amigos; El debutante Jason Statham aprovecha su rol para ofrecer un tremendo carisma ya desde ese inicio en plan charlatán mantero, electrizante su labia; Frank Harper como Dog borda su rol de tipo duro; Vas Blackwood como Rory Breaker está sensacional, con visceralidad tremenda; P.H. Moriarty como Hatchet está arrollador, descojonante ese bizarro toque de que utilice un pene postizo de arma; Lenny McLean desborda la pantalla con ese rostro que parece tallado a machetazos, con esa voz ronca que te cruje, fenomenal; Otro que aprovecha su debut en cine es el galés Vinnie Jones glorioso su rol de matón, Big Chris con ese toque excéntrico de ir siempre con su hijo que es un niño, Little Chris (correcto Peter McNicholl), demuestra gran mesura, con un rostro pétreo que desborda violencia latente, así como exhibiendo buenas dotes orales, ejemplo esa escena final entregando a los amigos la mochila; Jake Abraham como Dean y Victor McGuire como Gary, una pareja estrafalaria de delincuentes en busca de dos escopetas, sus conversaciones son enormemente chistosas;… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… Sting tiene un papel en que no hace nada especial más que poner cara de estreñido, quizás solo esté para dar un nombre conocido al cartel., y por su mujer Trudie Styler es productora del film.
Puesta en escena colosal en proyectar estado de ánimo vitalista, alegre, excitante, con notable diseño de producción de Iain Andrews (“Weekend Retreat”), y Eve Mavrakis (“Las amistades peligrosas”), rodando en diferentes lugares de Londres; esto enaltecido por la fascinante cinematografía de Tim Maurice-Jones (“Kick-Ass”), en tonalidades degradas, arenosas, descoloridas, imprimiendo halo cuasi-surrealista pulp, desnaturaliza los cromatismos, jugando con travellings, con contrapicados, con los slows, con los congelados, ello en miscelánea con la extraordinaria edición de Niven Howie (“Guía del autoestopista galáctico”), modulando el ritmo cual acordeón, sensacional; este entrelazado a la primorosa banda sonora surtida de temas excelentes desde James Brown (“The boss” y “Payback”), Dusty Springfield (“Spooky”), Robbie Williams (“Man machine”), The Stone Roses (“Fool’s gold”), o Pete Wingfield (“18 with a bullett”), sobresaliendo por su eclecticismo el “Zorba’s dande” de Mikis Theodorakis; Todo metido en un coctel epidérmico que se te queda mucho después de haber acabado la cinta.
Spoiler:
Momentos recordables: La partida de póker en un ring; Modo flemático los cuatro amigos se toman el cruzarse con un tipo ardiendo al entrar en un pub (tíos duros tomando bebidas con sombrilla), esto entronca con la historia de Breaker sobre lo que le ocurrió en dicho pub cuando intentaba ver un partido de futbol, y un tipo se lo impedía, y nos enteramos el porqué del tío-antorcha; El running-gag de la mesa de la mesa sin cristal en el despacho de Breaker; El asalto a la casa para robar dos escopetas, realizado por un binomio épico en su estrafalario comportamiento, delirante cuando disparan a uno e ello y le hacen la raya en medio de su pelo afro; El asalto al criadero de marihuana (esperpéntico como se defienden con una escopeta de perdigones), descacharrante (por cierto, aquí aparece unos minutos un actor que apuntaba muchísimo en su debut cinematográfico, Nicholas Rowe como J, con la deliciosa “El joven Sherlock Holmes”, 1985, quedó como actor residual); El impresionante tiroteo (supongo) fuera de plano ante la mirada impactada de Dog, que escapa de allí como puede, quedando el escenario como zona zero de guerra; El surrealista tiroteo entre el dúo en busca de las escopetas frente a Hatchet, sin saber que estaban cumpliendo órdenes de este, apareciendo en medio el Hacha con su epónimo apodo; El tramo en que Chris responde a la amenaza de Dog a su hijo, con un porrazo con el coche, tras lo que aplasta el cráneo (con elegante fuera de plano en subjetivo) con la puerta del coche una y otra vez; El tremebundo final con Chris devolviendo la mochila a los amigos, con todo el dinero, menos su compensación económica (o sea, toda la plata), siendo lo importante un catálogo de Botherby's (guiño a Sothebys) donde aparecen unas escopetas que pone tienen un valor de de cientos de miles de dólares, esto teniendo en cuenta que Tom ha sido obligado por los otros tres minutos antes a tirarlas al río Thamesis, para no conectarlos con el tropel de muertes, con lo que queda un frenopático epílogo con los tres intentando llamar por el móvil a Tom para no las arroje, mientras vemos en paralelo a este tirarlas, pero quedan en el quicio por fuera de un puente, se descuelga para terminar de que caigan cuando suena la llamada, y …
Cuando Eddie es presentado como el hijo de JD.
Eddie: Debes ser Harry. Lo siento, no conocí a tu padre.
Harry: No importa, hijo. Podrías conocerlo si sigues así.
Una de las grandes cintas de entretenimiento de los 90, desparrame que te hinca el diente por su frescura y ambientación pulp en la que se explaya. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/09/lock-stock.html
Puesta en escena colosal en proyectar estado de ánimo vitalista, alegre, excitante, con notable diseño de producción de Iain Andrews (“Weekend Retreat”), y Eve Mavrakis (“Las amistades peligrosas”), rodando en diferentes lugares de Londres; esto enaltecido por la fascinante cinematografía de Tim Maurice-Jones (“Kick-Ass”), en tonalidades degradas, arenosas, descoloridas, imprimiendo halo cuasi-surrealista pulp, desnaturaliza los cromatismos, jugando con travellings, con contrapicados, con los slows, con los congelados, ello en miscelánea con la extraordinaria edición de Niven Howie (“Guía del autoestopista galáctico”), modulando el ritmo cual acordeón, sensacional; este entrelazado a la primorosa banda sonora surtida de temas excelentes desde James Brown (“The boss” y “Payback”), Dusty Springfield (“Spooky”), Robbie Williams (“Man machine”), The Stone Roses (“Fool’s gold”), o Pete Wingfield (“18 with a bullett”), sobresaliendo por su eclecticismo el “Zorba’s dande” de Mikis Theodorakis; Todo metido en un coctel epidérmico que se te queda mucho después de haber acabado la cinta.
Spoiler:
Momentos recordables: La partida de póker en un ring; Modo flemático los cuatro amigos se toman el cruzarse con un tipo ardiendo al entrar en un pub (tíos duros tomando bebidas con sombrilla), esto entronca con la historia de Breaker sobre lo que le ocurrió en dicho pub cuando intentaba ver un partido de futbol, y un tipo se lo impedía, y nos enteramos el porqué del tío-antorcha; El running-gag de la mesa de la mesa sin cristal en el despacho de Breaker; El asalto a la casa para robar dos escopetas, realizado por un binomio épico en su estrafalario comportamiento, delirante cuando disparan a uno e ello y le hacen la raya en medio de su pelo afro; El asalto al criadero de marihuana (esperpéntico como se defienden con una escopeta de perdigones), descacharrante (por cierto, aquí aparece unos minutos un actor que apuntaba muchísimo en su debut cinematográfico, Nicholas Rowe como J, con la deliciosa “El joven Sherlock Holmes”, 1985, quedó como actor residual); El impresionante tiroteo (supongo) fuera de plano ante la mirada impactada de Dog, que escapa de allí como puede, quedando el escenario como zona zero de guerra; El surrealista tiroteo entre el dúo en busca de las escopetas frente a Hatchet, sin saber que estaban cumpliendo órdenes de este, apareciendo en medio el Hacha con su epónimo apodo; El tramo en que Chris responde a la amenaza de Dog a su hijo, con un porrazo con el coche, tras lo que aplasta el cráneo (con elegante fuera de plano en subjetivo) con la puerta del coche una y otra vez; El tremebundo final con Chris devolviendo la mochila a los amigos, con todo el dinero, menos su compensación económica (o sea, toda la plata), siendo lo importante un catálogo de Botherby's (guiño a Sothebys) donde aparecen unas escopetas que pone tienen un valor de de cientos de miles de dólares, esto teniendo en cuenta que Tom ha sido obligado por los otros tres minutos antes a tirarlas al río Thamesis, para no conectarlos con el tropel de muertes, con lo que queda un frenopático epílogo con los tres intentando llamar por el móvil a Tom para no las arroje, mientras vemos en paralelo a este tirarlas, pero quedan en el quicio por fuera de un puente, se descuelga para terminar de que caigan cuando suena la llamada, y …
Cuando Eddie es presentado como el hijo de JD.
Eddie: Debes ser Harry. Lo siento, no conocí a tu padre.
Harry: No importa, hijo. Podrías conocerlo si sigues así.
Una de las grandes cintas de entretenimiento de los 90, desparrame que te hinca el diente por su frescura y ambientación pulp en la que se explaya. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/09/lock-stock.html