93/17(29/06/14) Hace unos días (24 de junio) murió el gran actor neoyorkino Eli Wallach (1915-2014), vaya con esta crítica mi cálido homenaje a un tipo que tan buenos momentos me ha hecho pasar, para ello abordo su primer papel en cine con esta irregular y polémica adaptación de una obra de Tennessee Williams dirigido por Elia Kazan, donde ya demostraba su fuerte y carismática personalidad.

La acción principal se desarrolla en una decadente y decrépita hacienda, Fox Tail, en el Delta del Mississippi durante poco más de 24 horas, Archie Lee Meighan (buen Karl Malden) es el dueño, es un tipo de mediana edad, vive en la casa con su joven esposa, “Baby Doll” (sensual Carol Baker), es una inocentona chica virgen que aún duerme en una cuna, la pareja hizo el trato de no mantener relaciones en 2 años, hasta que ella cumpliera 20 años, eso ocurrirá a las 12 de la noche del día siguiente, lo malo es que la precaria economía de Archie hace que le embarguen los muebles, y “Baby Doll” se enfada, viendo en peligro su noche de fornicio traza un plan para hacer dinero con la desmotadora de algodón que tiene en su granero, le meterá fuego por la noche a la desmotadora del sindicato del pueblo, con lo que los agricultores deberán ir a la suya para la labor. A la mañana siguiente los camiones algodón llegan a su finca comandados por el líder local, Silva Vacarro (buen Eli Wallach), este sospecha que Archie es el responsable de la quema de su máquina, intentará sonsacar a “Baby Doll” la verdad, lo hará mediante un juego de seducción muy sibilino. Resulta curioso el aire tan racista de la narración, con comentarios nada halagüeños sobre los negros, no hay una pizca de crítica se dejan caer estas gotas de xenofobia como si nada, como algo normal.

El propio dramaturgo Tennessee Williams hace el guión entrelazando dos de sus obras "Veintisiete vagones llenos de algodón" y "La cena insatisfactorio", es una comedia negra que peca de indefinición, toca cuestiones como el despertar sexual, el voyeurismo, la decadencia moral, la lujuria o la fina línea entre el amor y la lascivia. Es un relato de subliminal temática sexual, jugando con los dobles sentidos, con los fuera de campo, profundizando en la inocencia sexual, para ello el marco es el caluroso Sur de USA que lo impregna todo (paradójicamente fue rodada en invierno) de sudor y sube las temperaturas corporales, y que deriva en una atmósfera viciada, malsana, siendo su mejor baza la tensión sexual latente entre Carol y Wallach. Tennessee como acostumbra embiste de gran personalidad y fuerza a sus personajes femeninos, manipuladores y no dudan en hacer lo que sea para alcanzar sus objetivos, utilizando muchas veces sus armas de mujer para ello, y Baby Doll es buena prueba de ello, que maneja a su antojo a Archie, y juega con infantilismo con Silva.

El comienzo del film apunta muy alto con Karl Malden haciendo un agujero en una pared para poder ver a la bella carol Baker acostada en una cuna y chupándose un dedo, la viva estampa de una Lolita, discurre de modo atractivo en la presentación de la retorcida situación con los disfuncionales protagonistas, pero una vez entra en acción Wallach con su Vacarro la historia toma un tinte surrealista muy cercano al buñuelismo, esto queda desequilibrado, falto de realismo, el triángulo amoroso se siente chirriante, con situaciones rozando la astracanada. La personalidad de Baby Doll queda muy difusa, no se sabe el porqué de su extraño comportamiento, tampoco es confusa la personalidad de Silva, está atraído por Baby Doll? Lo hace para sacarle una confesión? Por cierto de lo de la confesión queda muy chusco, se le da una importancia que no es tal, ningún juez aceptaría esta declaración, resulta metido con calzador. El único bien definido es Archie, está loquito por poder fornicar con Baby Doll y hará lo que sea por conseguirlo. Tampoco se sabe muy bien que pinta la criada-tía de Baby Doll, como elemento humorístico queda muy blandita. Tampoco se termina de saber muy bien qué es lo que cuenta, terminando quedándome muy naif, plúmbea, sin saber muy bien cual es su dirección. Con estas taras lo que sobresalen son unas tremendas actuaciones, algunas secuencias de una fuerza emocional espléndida.

La cinta en su estreno causó una gran polémica por su contenido figurativo-sexual, por su subtexto erótico, esto se inició semanas antes por el cartel promocional en Nueva York, con la imagen de Carol Baker tumbada en una cuna con un camisoncito y con el dedito metido en la boca, con su proyección la la Legión Católica Romana Nacional de la Decencia intentó prohibirla, llegando a definirla como obscena, repugnante, sucia, lasciva, sugerente, moralmente repelente y provocadora, sobre el film Time <Posiblemente, el más la más sucia película hecha y exhibida en Estados Unidos>, el Cardenal Spellman de Nueva York dijo <Es el mal, ejercerá una influencia inmoral y corrupta en los que la vean>.

Lo mejor de la cinta es su ya mencionado sugestivo arranque y una secuencia bastante larga de juego de seducción entre Baby Doll y Silva, unos 20 minutos, un metraje donde el vapor de las altas temperaturas surge entre los dos, un juego de insinuaciones, miradas, dobles intenciones, roces, coqueteos, palabras provocativas, donde las manos están fuera de campo para que la mente del espectador especule, en el rostro angelical de Baby Doll se escenifica una escena sexual, se proyecta su excitación, su pose lánguida, y lo más políticamente incorrecto acaba en jadeos, mareos, tambaleos, la recreación alegórica de un orgasmo, muy ingeniosa la escena, y en su momento levantó una explosiva polémica, sin duda lo mejor de la película. (Continua en spoiler por falta de espacio)