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Voto de TOM REGAN:
7
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56.342
Thriller. Drama. Intriga
Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
176/31(31/07/12) Spielberg nos ofrece aquí un manipulador thriller de complejidad no falto de ritmo y tensión, una obra cruda que intenta hacernos reflexionar sobre el origen de la venganza y sus enfermizas consecuencias, una obra que despierta más preguntas que respuestas, y es que no hay soluciones fáciles para problemas complicados. Cuenta como tras las muertes de los 11 deportistas hebreos el 6 de septiembre durante Múnich 72’, llevada a cabo por un comando terrorista perteneciente a la organización Septiembre Negro, el Mossad recluta a un grupo liderado por un antiguo guardaespaldas de la Primer Ministro Israelí Golda Meir, Avner Kaufman (gran Eric Bana), para asesinar de incógnito a 11 responsables intelectuales de la masacre, esta misión secreta se la llamó Operación Cólera de Dios, este será supervisado por Effrain (carismático Geoffrey Rush), tiene a su mando a cuatro personas, Steve (enérgico Daniel Craig), un experto conductor, Hans (buen Hanns Zischler), un falsificador de documentos, Robert (buen Mathieu Kassovitz), un fabricante de juguetes reconvertido en creador de explosivos, y Carl (buen Ciaran Hinds), un ex-soldado ‘limpiador’ de escenas criminales, el grupo se mueve por diferentes ciudades europeas para ir cumpliendo sus objetivos, con ellos da gracias a un informante galo, Louis (buen Mathieu Almaric)a medida que avanzan en sus cometidos el ambiente se enrarece, se empiezan a cuestionar todo. La historia se basa en el libro de 1984, ‘Venganza’ del periodista canadiense George Jonas, a su vez se basa en el relato de Yuval Aviv, su alter ego es Avner. Jonas ha protestado, considera que el guionista Tony Kushner tergiverso su novela hacia cercanas ideas pro-palestinas, Kushner es un polémico escritor judío, crítico con las acciones militares del Estado de Israel, Jonas denota equidistancia en el guión entre los terroristas y el comando hebreo, en la película el grupo discute sobre la moralidad de sus actos, tienen remordimientos, esto en la novela no existe, hay empecinamiento en humanizar a los objetivos, se les muestra de modo cándido, dando charlas sobre libros, en su despacho con su familia, hablando amigablemente con Avner por un balcón, en contraposición los judíos en medio de una vendetta los pintan preocupados por justificar el dinero que se utiliza, menudo estereotipo xenófobo, alternando esto con flash-backs de la masacre en Munich 72’, hay veces que la neutralidad es una amenaza, esto es peligroso, por el contrario los hechos del libro han sido muy cuestionados. Spielberg ansia provocar debate, no tomar un determinado partido, pero en esto se le va la mano, resulta poco creíble que el sofisticado Mossad organice un grupo de asesinos tan poco profesionales, con constantes inquietudes, temblando a la hora de disparar, incapaces de crear una bomba eficaz, con lo que hay que otorgarle esta licencia para humanizar a los personajes y que su evolución nos resulte cercana. (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La cinta cuestiona la legitimidad de la venganza y de cómo en una espiral de violencia no se sabe donde empezó está ni cuándo acabará, es una pescadilla que se muerde la cola, aunque mi posición es nítida, Israel no debía quedarse de manos cruzadas mientras curiosamente en Alemania seguían matando a judíos (como dice Golda Meir), esto parecía no tener mucha importancia, de hecho a los alemanes les faltó tiempo para liberar con un chantaje terrorista a los asesinos palestinos que sobrevivieron, Israel es ‘una pequeña isla’ en medio de un océano de países que la quieren destruir, a lo largo de su escasa historia se ha visto abocada a varias guerras con los vecinos y todas las ha ganado, y es que Israel si perdiera alguna desaparecería, es por ello que no puede mostrarse débil, no es Israel la que está en contra de la existencia de Palestina, son los palestinos los que están en contra de ellos. Spielberg intenta hacernos pensar con simplismo, lo más notable el encuentro entre terroristas palestinos y el grupo hebreo, de cómo Avner charla amigablemente con el líder de estos, esto queda pueril. Si me atengo a los valores de calidad de la obra me encuentro con un buen film, una puesta en escena prodigiosa, capta el estilo setentero, hay una portentosa fotografía del polaco Janusz Kaminski, una espléndida música del maestro John Williams, un buen guión del antes mencionado y de Eric Roth (‘Forrest Gump’), con unos diálogos por momentos punzantes, maravilloso el de la historia que cuenta uno del grupo sobre un tipo que sufrió paranoia y dormía en el armario por temor a que lo asesinaran durmiendo, hay unos actores fenomenales, empezando por un gran Eric Bana que sabe emitir los sentimientos de culpa, sobresaliendo en su corto rol un Geoffrey Rush carismático. Un ritmo trepidante que hace nunca llegue el aburrimiento, aunque si tiene algunos altibajos, achacables a su carácter episódico y que por momentos se hace repetitiva, hay situaciones bien enlazadas, momentos de tensión e intriga fascinantes, toques dramáticos penetrantes, el tramo que concierne a la espía holandesa es excelente, se nota Spielberg ya va sobrado, su pulso narrativo es pétreo, sin fisuras, nos regala un relato con multitud de aristas, que bien a contarnos que la violencia deshumaniza, pero es la gran paradoja, si queremos paz alguien debe protegerla y para ello hay quien debe ejercer a veces violencia, si no nos encontraríamos hoy en día con el brazo en alto gritando Heil Hitler! Si nadie hubiera mostrado violencia contra los nazis, es el ejemplo que primero se me viene a la cabeza. Y el colofón de verse un plano del Sky Line de Nueva York con las Torres Gemelas es muy maniqueo, pues está sugiriendo que si no nos defendiéramos el mundo sería mejor? Menuda bazofia. La desaforada ambigüedad moral de la obra me chirría, pero es un thriller de los que remueven la conciencia con algunos buenos elementos. Fuerza y honor!!!