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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama En el distrito de Saint-Paul, en Lyon, Michel Descombes, un relojero de mediana edad, lleva una tranquila y aburrida vida de soltero en compañía de Bernard, su hijo adolescente. Abandonado por su mujer muchos años antes, ha criado a su hijo sin ayuda de nadie. Pero la ordenada vida del relojero cambia el día que recibe la inesperada visita de la policía para darle una mala noticia. (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2012
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
09/09(20/01/12) Pasable ópera prima del prestigioso realizador galo Bertrand Tavernier, hasta entonces afamado crítico de cine en la revista ‘Cahiers du Cinema’, y que se sostiene en la enorme interpretación de Philip Noiret y en los tramos que aparece Jean Rochefort, por lo demás una cinta que me ha resultado fría. Se basa en una novela del belga Georges Simenon, ‘El Relojero de Everton’, cambia la acción a la ciudad natal del realizador, y se centra en Michel Descombes (gran Philip Noiret), relojero en el distrito de Saint Paul en Lyon, lleva una tranquila vida hasta que un día la policía le comunica que su hijo, Bernard (inane Sylvain Rougerie), al que el cuidaba en solitario, es el principal sospechoso de un asesinato del capataz de una fábrica, y que este ha huido con una muchacha, a partir de aquí Michel cae en una depresión pues se da cuenta de lo poco que conocía a su retoño, conforme conoce más sobre el caso más desconocido le resulta, los medios de comunicación airean el caso derivándolo hacia un crimen político, pues el capataz representa el poder déspota del estado y Bernard y su chica curraban en la empresa y son vistos como el proletariado tiranizado, máxime cuando el muerto es reflejado como un veterano de las guerras de Indochina y Argelia que humillaba los trabajadores. La cinta es hija del momento, forma parte de los coletazos que daba el famoso Revolucionario Mayo del 68, toca temas políticos decantándose claramente por las izquierdas, pero esto es tratado de un modo tan pueril y maniqueo que ruboriza, con grafitis y posters antisistema vomitivos, atomizado esto por una secuencia maniquea, dos amigos del asesinado rompen los cristales del negocio de Michel, salen huyendo pero este y un colega les persiguen, dándoles caza y propinándoles una paliza, que acaba con los agresores en el río, es querer que los ‘pobres’ currantes le ganen una batalla a los ‘tiranos’, manipulador, incluso deja en el aire si está justificado el asesinato. La otra vertiente que aborda Tavernier y en la que se esfuerza es en el estudio psicológico de la soledad, como afronta la tragedia, la amistad, sobre la grieta generacional padre-hijo, y aquí el actor Philip Noiret desborda humanidad, con una contención y sensibilidad maravillosa nos traslada a un padre perdido, que poco a poco evoluciona para empatizar con el hijo, pero donde se eleva más es en los encuentros Noiret- Jean Rochefort, rebosantes de gran melancolía. El conjunto me ha resultado un drama con una crítica social panfletaria-plúmbea, de ritmo lento y que lo reseñable es la evolución del protagonista, pero dejándome un calado nulo. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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