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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Aventuras. Western Año 1925. Fred C. Dobbs (Humphrey Bogart) decide ir a Tampico en busca de oro para salir de la miseria. Emprende el viaje con otros dos vagabundos (Walter Huston y Tim Holt), pero la codicia y la envidia que surge entre ellos les creará más problemas que cualquier dificultad del camino. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
258/14(11/08/11) El Gran realizador, guionista y actor de Missouri, John Huston nos regaló aquí uno de los mejores films de aventuras de la Historia del Séptimo Arte, un colosal retrato sobre la codicia, la ambición, el egoísmo o la amistad, centrado en lo que más le gustaba al director, la raza de los perdedores. Huston retrataba a estos seres de modo soberbio, los hacía tridimensionales, simpatizaba con ellos, y es que el perdedor es la naturaleza del hombre. Adaptó la novela homónima del alemán Ben Traven y lo hizo de modo portentoso, la descripción de personajes es apabullante, en apenas unos instantes sabes de qué pata cojea cada uno, el desarrollo del relato es muy ágil, te sientes envuelto en una aventura donde la quimera del oro es el objetivo, donde está el Edén, donde los sueños se harán realidad y donde lo peor de uno sale a relucir cuando la fiebre del Oro te ataca. Tres vagabundos estadounidenses, Fred Dobbs (Gran Humphrey Bogart), Bob Curtin (buen Tim Holt) y Howard (Extraordinario Walter Huston), se encuentran en Tampìco (México), Howard es un tipo mayor que fue buscador de oro, les da la idea a los otros dos de intentar salir de su mísera vida buscando el preciado metal en las montañas, los tres se encaminan de modo ilusionante en un viaje que los transformará, que extraerá de ellos su verdadera personalidad. Es un estudio psicológico magistral sobre la condición humana, donde Huston dota de un ritmo excelente la historia, con escenas de las que se te quedaran para siempre, con una puesta en escena polvorienta, calurosa, sucia, donde la fotografía en glorioso blanco y negro de Ted D. McCord (‘Al este del Edén’, ‘El árbol del ahorcado’ o ‘Sonrisas y lágrimas’) transmite el asfixiante clima, ello adornado por la bella música del gran Max Steiner (‘’Lo que el viento se llevó’ o ‘Casablanca’, ahí es ná). Los actores rayan a una enorme altura, aunque en un perfil más bajo Tim Holt (‘La diligencia’, ‘El cuarto Mandamiento’ o ‘Pasión de los fuertes’), es un personaje algo indefinido, pues se lo come un Humphrey Bogart extraordinario, la encarnación de los instintos primarios, un hombre que cuando tenía nada lo repartía, pero en posesión de riquezas salió el demonio que llevaba dentro hasta derivar en un mezquino avaro que lo quiere todo, sublime su registro de caras, su tétrica mirada, es la codicia en persona, y el que está Imperial es Walter Huston, el padre del realizador, un coloso que con su vitalidad y buen humor ensombrece a todos, su dominio gestual es un insulto a muchos de los que se dicen actores, un torbellino que emite empatía, un tipo que acepta el fracaso con una sonrisa, es el aceptar tu destino y disfrutar de la vida, majestuoso, de hecho su personaje se puede considerar un icono del Séptimo Arte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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