289/36(30/07/21) Decepcionante thriller bélico (me sorprende y mucho la buena nota en FA) que a priori tiene muchos alicientes que lo hacen atractivo, como es la dirección de Brian G. Hutton (que dos años después nos regaló la muy divertida “Los violentos de Kelly”, con muchos paralelismos con esta, con una misión de militares aliados en territorio nazi, y con protagonismo para Eastwood), cuenta con una propuesta de inicio prometedora con un guión de Alistair MacLean (“Los cañones de Navarone”), con la premisa de un comando aliado en una misión cuasi-suicida, para rescatar a un oficial aliado de dentro de un inexpugnable castillo en la Alemania nazi en los nevados Alpes bávaros (en el hermoso y espectacular valle de Werfen en Austria, con el titánico Castillo de Hohenwerfen coronando la acción) , tiene de protagonistas a dos estrellas como Richard Burton y Clint Eastwood (recién salido de a almeriense ‘saga del dólar’ de Leone), tiene unos valores de producción que se notan de gran presupuesto, con escenarios impresionantes, gran manejo de masas, sensacionales escenas de acción, numerosas explosiones, caídas a enromes metros de altura desde teleféricos, esto por la estupenda dirección de segunda unidad del gran Yakima Canutt (probablemente el mejor ‘Especialista’ de cine que haya existido, doble de acción y gran amigo por ejemplo de John Wayne, y de decenas más, así como la mente que ideó la legendaria carrera de cuadrigas del “Ben-Hur” de William Wyler), todo esto con la espléndida cinematografía de Arthur Ibbetson (nominado al año siguiente al Oscar por “Ana y los 1000 días”), utilizando un recurso pionero como el efecto de proyección frontal, tecnología que permitió filmar las escenas en las que los actores se encuentran en la parte superior del teleférico.

Pero todo lo sobre el papel positivo se esfuma a los pocos minutos donde se comienza a desarrollar un guión más plano que el encefalograma del cadáver de Fredo Corleone, donde los diálogos son escasos, y los pocos que hay resultan anodinos, con unos caracteres más simples que el mecanismo de un martillo, pues nada sabemos de las motivaciones, ideales o fondo de los dos protagonistas, meros autómatas que se mueven por la historia con una soltura cual si estuvieran en el salón de su casa, transmitiendo intensidad cero, son dos Terminator que exterminan a alemanes cual si fueran zombis tontos que nunca les rozan prácticamente provocan ellos solitos un ‘genocidio’ germano en poco más de dos horas, donde los dilemas morales ni están, ni se les esperan. Surcan territorio ‘comanche’ con un desparpajo risible, provocan explosiones a doquier con ese artilugio que parece nunca acabarse de los cartuchos de dinamita con reloj que pende un hilo detonador, elemento este sacado de una saca que parece no tener fin. Capaces de al parecer y que sin que nos lo digan, de subirse encima de un teleférico y que los de la estación de llegada no los vean. Con lo que llego a la conclusión que el binomio inglés (Rick) & estadounidense (Clint) son dos superhéroes, es la única explicación a que sean capaz de empuñar una metralleta contra decenas (que digo decenas, centenares) de soldados teutones y acabar con ellos, muestras sus oponentes ni les rozan (bueno, a Richard Burton le hieren la mano (por hacer algo inverosímil como es cerrar una puerta con la mano por fuera ¿?), todo un alarde donde no solo tienen puntería milimétrica, si no que parecen recubiertos de un escudo protector indetectable, es la explicación que encuentro ante tanto desatino nibelungo. Con lo que todo resulta monótono y ultra-predecible, más que después de la tormenta viene la calma.

Nunca llegas a empatizar con unos protagonistas sin personalidad, que nunca los ves sufrir, no tiene mínima evolución, autómatas indolentes, la química entre ambos es la de un besugo con Angelina Jolie, por si no se me ha entendido es entre cero y lo grimante, son dos desconocidos que apenas se miran o hablan, complicidad entre ambos nula. Todas estas carencias hacen que una película de acción, donde abundan las escenas violentas, tenga el penoso honor de resultar lenta, llegando a estirarse más que la visita de los suegros. Hay una inserción de un par de mujeres que no sabes que pintan en la película, dos apósitos vergonzantes, una que no se sabe porque llega a escondida en paracaídas a la misión (que le meten con calzador que es la amante del personaje de Rick) y otra en el pueblo que nada aporta como camarera en una taberna. Dos mujeres floreros épicas en su aportación nadería. Por no hablar de lo ridículos que son los dobles de estas mujeres cubriendo su rostro con la peluca, cuando su cuerpo se nota de hombre, aunque de dobles también están surtidos innumerables planos de los protagonistas.

No me explico cómo los nazis pudieron conquistar casi toda Europa siendo lo lerdos que aparecen en esta película, son engañados una y otra vez, sus estrategias para atrapar a los malos son de Pepe Gotera, cuando disparan parecen discípulos aventajados de Rompetechos, cuando los malos se acercan hacen lo posible por no darse por enterados, tan tontos que lanzan granadas a los malos para serles devueltas de modo caricaturesco (lo peor es que no pretende ser comedia), hay un accidente coche (provocado por un traslado de prisioneros ridículo, donde con varios pasajeros solo mueren los nazis (¿?), y los buenos resultan ilesos. Capítulo aparte merece el hecho de que todos hablen inglés, nadie se preocupa de dar sentido a este atropello a la razón, simplemente es así, este hecho no se menciona, ridículo es poco. Hay más elementos chuscos que llegan a resultar en su acumulación bochornosos.