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Voto de TOM REGAN:
6
5,7
17.012
Comedia. Acción
Max y Annie quedan todas las semanas con sus amigos para celebrar una noche de juegos. Competitivos hasta el extremo, ahora están preocupados por la vuelta del hermano de Max, un presuntuoso ganador que lleva toda la vida menospreciándolo. Un día, Max, Annie y sus amigos son invitados por Brooks, el carismático hermano de Max, a lo que afirma será una noche de juegos inolvidable. Cuando llegan a su formidable casa, Brooks les informa de ... [+]
28 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
152/13(17/11/18) Entretenida comedia dirigida por John Francis Daley y Jonathan Goldstein (se reservan cameos como Carter y Dan) y escrita por Mark Perez (“Admitido” o “Back nine”), sigue a un grupo de amigos cuya noche de juegos de mesa (pictionary, jenga, trivial,…) se convierte en un una odisea de intriga y acción. La idea en sí no resulta nada novedosa, y es que tenemos a un tipo que sumerge a su hermano en un juego de emociones y peligros constantes donde realidad y ficción resultan confusos, es calcado al del film de David Fincher “The Game” (1997), pero la cinta es narrada en tono bufo, riéndose de los convencionalismos del thriller, con referencias cinéfilas además de la cinta referida también hay otra del mismo director como “El club de la lucha”, al tarantiniano “Pulp Fiction”, a “Fast and the forious”, a “The taken”. Relato que bebe del humor trepidante de como una pareja o un grupo de personajes se ven embarcados en un día (o noche) alocados, donde lo imprevisible se da la mano con lo absurdo, obras como “Los encantos de la gran ciudad” (1970), “After hours” (1985), o la más reciente “Resacón en las Vegas” (2009). Película con picos de humor ingeniosos, con unos actores que se notan disfrutando y lo transmiten al espectador, donde la química es notable, que hace que un argumento endeble sea en parte ocultado por la vitalidad que proyecta el metraje. Fue un éxito comercial y crítico, recaudó $ 117 millones en todo el mundo y recibió elogios por su humor oscuro y sus actuaciones.
La cinta tiene su fuerte en su trepidante ritmo, adornado con un sentido del humor fresco, donde además son armas estimulantes la química entre los protagonistas Rachel McAdams y Jason Bateman, y algunos momentos jocosos, en un aire muy distendido, rozando lo caricaturesco, donde la tensión dramática es nula, todo se siente un juego. Donde hay un brillante roba-escenas como ese tipo cruzado entre Philip Seymore Hoffman y Matt Damon que es Jesse Plemons (como el adusto agente de policía Gary), extraordinario el actor como sabe acaparar las miradas con una actuación magnética, también muy buena Sharon Horgan como Sarah (la aclamada Sharon Morris de la serie británica “Catastrophe”). Cinta que nos habla livianamente de las complicadas relaciones con sus competitividades entre hermanos, o las dificultades de un matrimonio ante exponerse a tener un hijo, sobre los complejos (vacíos de alma) de los playboys, sobre las dudas sobre infidelidades, pero como ya he dicho abordado todo desde un enfoque distendido, donde no existe presión o intensidad dramática, el fuerte aquí es el humor. Teniendo un tramo inicial estupendo en la presentación de protagonistas y secundarios, en rápidas pinceladas quedan definidos, rebosando complicidad entre los amigos de juegos, para en un momento dado hacer un giro la cinta hacia el thriller (copia bufa de “The Game”), aunque donde predomina la comedia negra, todo en un discurrir por sendas previsibles, destilando vibraciones positivas, aunque lejos de tener un calado perdurable, pero haciéndote pasar un rato divertido con algunos picos estimables. Moviéndose el humor entre diálogos mordaces, humor oscuro, o slapstick propios del cine silente, ejemplo es el buenísimo de Max (Jason Bateman) con el perrito Bastian (Olivia) en el despacho de Gary, todo un alarde de encadenado de situaciones hasta desembocar en el caos absoluto.
La puesta en escena es destacable por el modo alegórico en que en algunas escenas nos presentan los escenarios gracias a la cámara de Barry Peterson (“The jumper” o “Infiltrados en la universidad”), cual tableros de juegos, en sintonía con el tema de fondo de la película, con persecuciones de autos que parecen irreales y su caricatura cercana al video juego.
Por supuesto que el argumento está cogido con pinzas, donde el deux machine es un cúmulo de casualidades, donde muchas veces se sobrepasa los límites de lo absurdo, donde no todos los gags resultan satisfactorios, pero como su intención es solo amenizarte un trato, se le pueden perdonar los excesos y los bajones.
La cinta tiene su fuerte en su trepidante ritmo, adornado con un sentido del humor fresco, donde además son armas estimulantes la química entre los protagonistas Rachel McAdams y Jason Bateman, y algunos momentos jocosos, en un aire muy distendido, rozando lo caricaturesco, donde la tensión dramática es nula, todo se siente un juego. Donde hay un brillante roba-escenas como ese tipo cruzado entre Philip Seymore Hoffman y Matt Damon que es Jesse Plemons (como el adusto agente de policía Gary), extraordinario el actor como sabe acaparar las miradas con una actuación magnética, también muy buena Sharon Horgan como Sarah (la aclamada Sharon Morris de la serie británica “Catastrophe”). Cinta que nos habla livianamente de las complicadas relaciones con sus competitividades entre hermanos, o las dificultades de un matrimonio ante exponerse a tener un hijo, sobre los complejos (vacíos de alma) de los playboys, sobre las dudas sobre infidelidades, pero como ya he dicho abordado todo desde un enfoque distendido, donde no existe presión o intensidad dramática, el fuerte aquí es el humor. Teniendo un tramo inicial estupendo en la presentación de protagonistas y secundarios, en rápidas pinceladas quedan definidos, rebosando complicidad entre los amigos de juegos, para en un momento dado hacer un giro la cinta hacia el thriller (copia bufa de “The Game”), aunque donde predomina la comedia negra, todo en un discurrir por sendas previsibles, destilando vibraciones positivas, aunque lejos de tener un calado perdurable, pero haciéndote pasar un rato divertido con algunos picos estimables. Moviéndose el humor entre diálogos mordaces, humor oscuro, o slapstick propios del cine silente, ejemplo es el buenísimo de Max (Jason Bateman) con el perrito Bastian (Olivia) en el despacho de Gary, todo un alarde de encadenado de situaciones hasta desembocar en el caos absoluto.
La puesta en escena es destacable por el modo alegórico en que en algunas escenas nos presentan los escenarios gracias a la cámara de Barry Peterson (“The jumper” o “Infiltrados en la universidad”), cual tableros de juegos, en sintonía con el tema de fondo de la película, con persecuciones de autos que parecen irreales y su caricatura cercana al video juego.
Por supuesto que el argumento está cogido con pinzas, donde el deux machine es un cúmulo de casualidades, donde muchas veces se sobrepasa los límites de lo absurdo, donde no todos los gags resultan satisfactorios, pero como su intención es solo amenizarte un trato, se le pueden perdonar los excesos y los bajones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Momentos recordables: El modo en que se conocen Annie y Max; Annie cantando y bailando con el revolver en la mano creyéndolo falso, junto con Max dan con Brooks (Kyle Chandler) y Annie acaba disparando accidentalmente a Max en el brazo; Luego ella intenta extraerle la bala con una incisión (con un mordedor de perro en forma de hamburguesa en la boca de Max para no grite), llegando al hueso, hasta que se dan cuenta el proyectil no está en el brazo, pues tiene orificio de salida; El fachoso intento de soborno a la chica de la tienda con billetes cada vez más pequeños; La escena de Annie intentando extraer la bala del brazo y Max con la hamburguesa chillador en la boca, finalmente se dan cuentan de que la bala asoma por el codo y que podían haberse ahorrado sufrimiento; El tramo en la mansión, primero con la pelea furtiva en el sótano y posteriormente como intentan llevarse el huevo de Fabergé; Es jocosa la disputa entre el matrimonio Michelle (Kylie Bunbury) y Kevin (Lamorne Morris), cuando el segundo presiona a su esposa para le diga con que famoso se ha acostado, Kevin soltando nombres al azar buscando una reacción en ella le confirme quien es, hasta que al final ella dice es Denzel Washington, entonces ella cuenta como se conocieron y nos damos cuenta de que la timaron (Kenny acreditado como "No Denzel" es interpretado por Malcolm Hughes, un imitador a tiempo parcial de Denzel Washington).
En conjunto me queda una interesante comedia con sus puntitos de provocar sonrisas. Fuerza y honor!!!
En conjunto me queda una interesante comedia con sus puntitos de provocar sonrisas. Fuerza y honor!!!