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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Aventuras Scaramouche fue el espadachín más famoso y charlatán del siglo XVIII. Su vida estuvo llena de aventuras y amoríos. Era hijo de un noble francés que tenía motivos para ocultarle su identidad, razón por la cual Scaramouche ignoraba sus orígenes. Su padre adoptivo, muy amigo de su padre biológico, era Philip de Valmorín, a quien tuvo que ayudar a huir de los hombres del Rey que lo acusaban de sedición... (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
51/16(14/02/21) Interesante film de capa y espada dirigido por George Sidney enmarcado en Francia en los meses anteriores a su Revolución. El guión escrito por Ronald Millar, George Froeschel (“La Sra. Miniver”), adaptando libremente la novela homónima de 1921 de Rafael Sabatini, habiendo una versión cinematográfica silente de 1923 dirigida por Rex Ingram y protagonizada por Ramón Novarro (Lewis Stone interpretó al Marqués de la Tour d'Azyr en el original y aquí interpreta a Georges de Valmorin). Aquí el protagonismo se lo lleva el londinense Stewart Granger siendo su némesis una de las buenas bazas del film como es el sofisticado y pérfido Mel Ferrer, estando de partenaires otros de los alicientes como la bellísima Eleonor Parker (de extasiante melena pelirroja de pícara celosa, con una relación con Granger con efluvios simplistas al screw-ball) y la preciosa Janet Leigh (con melena blanca, de inocente joven apegada a la corte). Ello en una obra con tramo de gran dinamismo, con escenas fulgentes en su fulgente colorido en technicolor, con decorados algunos opulentos (aunque cantando ser en estudios, obra del gran Cedric Gibbons), se rueda en exteriores de Château de Pierrefonds (Oise- Francia) y del Golden Gate Park (San Francisco, CA) y en los MGM Studios, con hermosos vestuarios, con mucho humor blanco, con dosis románticas (empachosas), y sobre todo con una mítica escena climática de una extendida pelea de paladines (5 minutos y 35 segundo), con desplazamientos por el aire, acrobacias, mandobles vertiginosos, caídas, ello en ampuloso escenario de un gran teatro, convirtiéndose el duelo en algo así como un homenaje a lo operística de la secuencia. Es una obra que proyecta ligereza, espíritu vitalista, para un relato folletinesco centrado en una venganza, todo lo demás son adornos superfluos. Se rodó con un considerable presupuesto de $ 3,500,000, ganó $ 6,746,000, con una ganancia de $ 1,062,000.

Historia con claros ribetes ‘telenovelescos’ en sus recursos de hijos secretos, padres secretos, hermanos que no saben que lo son, la amada del ‘héroe’ que se promete al peor enemigo de este, un melodrama trivial, con elementos tratados de modo frívolo (ejemplo claro es el tramo en la Asamblea Nacional, donde todo se resuelve en base a duelos al amanecer tras la catedral) sobre la opresión de los privilegiados aristócratas. Historia con más agujeros que un queso gruyere, donde muchas de las situaciones se resuelven por el modo del ‘imperativo del guión’. Tampoco el apartado romántico me ha sido satisfactorio, empezando por lo irritante de ese playboy insoportable cual depredador asaltando a toda mujer guapa que vea con zalamerías pastelosas, y todas caen rendidas a sus pies nada más verlo, inverosímil. Y esto enarbolado por un emulo low cost de Errol Flynn como es un desprovisto de crisma Stewart Granger, que al menos si cumple en la secuencia épica del duelo final.

Los personajes resultan con cero profundidad, meros clichés movidos por instintos básicos de lujuria, malicia, amor y ánimos de venganza, ello mezclado en un coctel sin hondura, ni complejidades, la eterna batalla del Bien vs Mal sin aristas, ni matices. Tiene además de taras un ritmo desequilibrado sustentado por un metraje alargado, donde te engancha en su inicio pero se atasca en su centro, donde se nota mucho relleno que no aporta nada. Pero todo esto puede ser perdonable, pues tampoco aspira a más que a ser un producto escapista, no entra entre los clásicos del género, pero te ameniza un rato con sus bien explotadas virtudes ya comentadas.

Tiene un atractivo inicio, cuando vemos a Neol (Mel Ferrer), encadenando duelos a muerte a espada. Tras lo que tiene una entrevista con la reina María Antonieta (Nina Foch), que le conmina a casarse con una aristócrata para mantener su regio apellido, siendo la elegida la bella Aline de Gavrillac (Janet Leigh); Alli cerca aparece el antagonista (aun no lo sabe), en un bosque el playboy. En otra parte del bosque, André Moreau (Granger) llega al campamento teatral de Gaston Binet (Robert Coote), allí busca a su amada Lenore (Eleonor Parker), pero esta se ha ido a Paris a casarse con empresario charcutero (Howard Freeman), entonces André corre a impedirlo. Todo esto a gran ritmo, para desembocar por azar todo en una taberna donde los destinos de André y el Marques Noel cruzar sus destinos. Tras lo que André pasará a ser un proscrito enrolado por casualidad en la compañía teatral mencionada, mientras irá aprendiendo esgrima para poder enfrentarse en condiciones con el considerado mejor espadachín de Francia, Noel.

Tiene un bonito homenaje al teatro y sus variedades, con personajes clásicos como Arlequín, Pierrot, Pierina, Colombina, Polichinela, o el protagonista Scaramouche. Tiene tramos muy ingeniosamente llevados, como es la cadena de duelos en la Asamblea tras la catedral, resueltos en mordaces elipsis, que se entrelazan una a otra con provocaciones divertidas. Tiene un muy superficial acercamiento a las motivaciones que dieron origen a la Revolución de Francia.

Pero lo bueno y recordable es el epopéyico duelo final, sin música manipuladora, el considerado mayor duelo a espada de la historia del cine, tomó ocho semanas para prepararse, incluida la memorización de 87 pases de esgrima, comienza cual Tarzán en una liana, con André columpiándose hacia un palco con un cordón de cortina, por los palcos, en filos a gran altura, por escaleras, con espectaculares saltos, por el patio de butacas, por el escenario (la comedia de la vida?). Y todo esto con una brillante coreografía creada por el belga Jean Heremans (“Los tres mosqueteros”, “El prisionero de Zenda”, o “El Príncipe Valiente”). Granger terminó con una rodilla torcida, un hombro dañado y la espalda lesionada. Aunque su final con fuerza dramática, pierde todo lo bueno cuando se le intenta dar una explicación (spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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