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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia El Almirante Haffaz Aladeen (Baron Cohen), un dictador antioccidental, arriesga su vida con tal de evitar el establecimiento de la democracia en Wadiya, un país norteafricano con recursos petrolíferos. Su más fiel consejero es su tío Tamir (Ben Kingsley), Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, Occidente ha empezado a inmiscuirse en los asuntos de Wadiya, país ... [+]
6 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
184/07(17/08/12) La última gamberrada de Sacha Baron Cohen es una comedia divertida, no te aburres, pero cae en la irregularidad alternando buenos momentos con otros muy flojos. Es una sátira política a la que le echo en falta más mala leche. Gira en torno a Aladeen, un dictador de un estado ficticio de África, Wadiya, una mezcla entre Sadam Husseim, Gaddafi y Kim Jong-il, a este último está dedicada la cinta, Aladeen es un sátrapa hilarante, dispone a su antojo de las vidas de sus súbditos, es un ególatra infinito, proyecta crear armas atómicas, pero sus científicos quieren hacer las puntas de los proyectiles curvos y él los quiere en punta, entre sus narcisistas ideas está cambiar las palabras positivo y negativo por una sola, Aladeen, con los consiguientes equívocos, odia la democracia, y para defender su régimen de terror viaja a Nueva York para hacer un discurso en la ONU. El relato no resulta original es una especie de cruce entre ‘El Príncipe de Zamunda’ y ‘El Gran Dictador’, de esta última rezuma hasta lo del discurso final, lo del poderoso/millonario que pierde su identidad y se ve obligado a entender a los ‘plebeyos’ es algo bastante trillado. Lo peor que se puede decir de una comedia es que sus mejores y más risibles bazas las gastó en el tráiler, de hecho en su primer tramo en Wadiya gasta sus mejores balas, una tremenda batería de sketchs ingeniosos, cuando pasa a Nueva York la irregularidad se apodera del metraje con lapsos tediosos, salvados por tres chispazos-gags, uno se da con Aladeen subido con un amigo en un helicóptero turístico sobre New York, entre los dos hablan en árabe y gesticulan dando a entender a una pareja de americanos sentados enfrente que son terroristas, desternillante, otro es el del parto con la visión desde el útero al exterior y la posterior sentencia de Aladeen <Malas noticias, es una niña. Donde está el cubo de la basura?>, hilarante, y queda el escatológico del poyazo contra la ventana, es la simpleza de caca-culo-pedo llevada al extremo, imposible no se te escape la sonrisa, el resto es una acumulación de gags mal hilados, muchos vulgares, otros carecen de frescura, otros resultan idiotas, ello en medio de un argumento bastante endeble y disperso en su pretendida crítica a nuestra sociedad, reflejado esto en el destroyer discurso final de Aladeen donde defendiendo la dictadura la compara con la democracia estadounidense no quedando muy bien parada esta última, el colmo es la equidistancia que hace al dedicar el film a Ahmadinejad, Bin Laden, y a Dick Cheney. La cinta cierra una trilogía dirigida por Larry Charles en que arremete sobre todo contra la sociedad americana, en ‘Borat’, ‘Brüno’ y ahora esta que es la más floja de ellas, le falta regularidad y le sobran momentos tibios. En conjunto una divertida sátira política. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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