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Voto de TOM REGAN:
5
15 de septiembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
256/15(14/09/23) Decepcionante film del sobrevalorado (produce, dirige y guioniza) David O.Russell. En principio con mimbres esta producción para estar esperanzado, con historia en principio con sustancia inspirada en una supuesta conspiración golpista en USA, se basa en el llamado Business Plot, conspiración política de 1933 en USA; Con elenco de intérpretes sensacional, con trío protagónico de Christian Bale (también produjo), Margot Robbie y John David Washington, y con una pléyade de secundarios arrollador con Chris Rock (opasaba por allí), Anya Taylor-Joy (rígida como un palo), Zoe Saldaña (con rol sin alma), Mike Myers (caricaturesco espía) , Michael Shannon (caricaturesco espía 2; les colocan a ambos espías la afición a la ornitología para darles algo con que jugar), Timothy Olyphant (de verdad aparece?), Andrea Riseborough (otra que pasaba por allí), Taylor Swift (la popular cantante quería salir en Hollywood, pero tampoco mucho), Matthias Schoenaerts (detective palurdo), Alessandro Nivola (detective cliché), Rami Malek (ridículo y desubicada caracterización)y Robert De Niro (actor fetiche del director, que parece en modo ralentí; quien te ha visto y quien te ve)) tantos personajes de apoyo que repercute en que ninguno tiene espacio para dejar huella, pero esto también puede ser culpa del pobre libreto. Unos valores de producción fantásticos, teniendo tras siete años de parón que vuelve el tri-oscarizado en años consecutivos Emmanuel Lubezki (“Gravity”, “Birdman” y “Renacido”), aquí imprimiendo evocadores tonos sepia. Pero el resultado es un caos devastador, quiere ser muchas cosas y al final es insípida, quiere ser un film de los Coen (por lod el humor adusto que se queda en algo inane) y se queda en algo bastardeado, un thriller con ínfulas a cine negro que se queda en querer mucho más de lo que da. El director cree estar ante algo muy superior a lo que termina exponiendo, se ve mucho más listo de lo que es, donde su alegoría sobre que lo que cuenta de hace 90 años podría extrapolarse a nuestros días, con claramente Donald Trump embestido en el Mal, me ha resultado de parvulario, y más si lees un poco sobre Business Plot que todo partió de un general que dio un discurso alertando sobre el complot, pero nunca hubo, a pesar de que el gobierno y medios de comunicación investigaron el caso, no hallaron prueba alguna que confirmara mínimamente la denuncia. Y encima esto lo adornan con teorías filonazis y mussolinianas, que el guion se inventa porque sí. Como se inventa (no es que sea malo inventar, Dios me libre! Es que cuando enuncias que tu historia y tiene mucho de verdadero debería de tener elementos que dieran valor a esto, y no tener como asidero una cuasi anécdota, tanto que en su momento al general denunciante se le dijo que desde Custer ningún general había hecho tanto daño a su país.
Tiene como hilo conductor un trio disfuncional de un médico estrafalario por heridas de guerra, un veterano afroamericano de la Gran Guerra y una enfermera con un pasado que se desvelará, está estará liado sentimentalmente al afroamericano, que esto ocurra a principio de siglo XX, una pareja interracial sin apenas problemas me chirría. Pero más estridente aún es la falta de química entre ellos, están juntos en una amistad extraña solo por imperativo del guion. Me recuerda a la amistad en “Dos hombres y un destino”, donde había otra mujer, opero aquí todo fluía con brillantez, aquí todo está metido con fórceps, con una voz en off cargante contándote lo que estamos viendo, lo cual transmite falta de seguridad en que las imágenes sepan emitir lo que quieres. Este trio protagonista de la primera parte en medio de una trama con epicentro en la Gran Guerra que me resulta impostado todo, queriendo dar un halo místico a la estancia en Ámsterdam, para emular a parís en el film “Casablanca”, esto me resulta poco estimulante (siendo benévolo). No ayuda que un vértice del triángulo sea un actor pésimo como el hijito de Denzel, John David Washington, un zoquete en lo que ha expresividad se refiere, siempre malencarado, pose de duro permanente; lo bueno es Christian Bale (en su tercera colaboración con el director), una de las pocas cosas salvables del film, se nota disfrutando en el papel de este doctor con corsé, con ojo de cristal, con cicatrices en el rostro, y con peinado a lo Tim Burton, demuestra lo gran actor que es emitiendo fuerza en su actuación, carácter y expresividad, con esa peculiar forma de andar, con esa pose encorvada, muy bueno, lástima de lo poco delineado que está su Burt; Margot Robbie derrocha electricidad en su papel, amén de demostrar que también es sexy de morena, se nota inspirada en los papeles de los 30 de Katherine Hepburn. Una pena la emparejen al sosaina Washington.
Tiene un desarrollo estrambótico comienza, saltamos a un flash back, volvemos al presente, todo muy disperso, difuso, cuando en realidad la historia, cuando termina te das cuenta de que ha sido muy liosa para lo poco que cuenta, se embarulla cuando su núcleo es de una simpleza atómica en su trama policiaca-conspiranoica, todo un batiburrillo de sucesión de viñetas inconexas, deslavazadas, para desembocar en un rush final penoso, que no sostiene el menor análisis, un despropósito, aunque Russell si consigue colar su mensaje contra el peligro de los poderes de los ricos en las sombras, pero con el poder emocional de una ameba. Todo evolucionando con un ritmo atrofiado, provocando el tedio, y es que sus 134 se antojan desmesurados para en realidad lo que cuentan.
Spoiler.
Los poderosos conspiradores contratana un general que se resiste a darles su apoyo, y depositan todas sus esperanzas en e´l? Que podría salir mal? Durante el discurso el general dice lo que el da la gana, desvelando el complot y durante el mismo intentan asesinarlo y esto lo vemos de forma bufonesca en el escenario le disparan la General y este actúa como si nada, pasa por allí Burt le disparan y seguimos a otra cosa... (sigo en spoiler)
Tiene como hilo conductor un trio disfuncional de un médico estrafalario por heridas de guerra, un veterano afroamericano de la Gran Guerra y una enfermera con un pasado que se desvelará, está estará liado sentimentalmente al afroamericano, que esto ocurra a principio de siglo XX, una pareja interracial sin apenas problemas me chirría. Pero más estridente aún es la falta de química entre ellos, están juntos en una amistad extraña solo por imperativo del guion. Me recuerda a la amistad en “Dos hombres y un destino”, donde había otra mujer, opero aquí todo fluía con brillantez, aquí todo está metido con fórceps, con una voz en off cargante contándote lo que estamos viendo, lo cual transmite falta de seguridad en que las imágenes sepan emitir lo que quieres. Este trio protagonista de la primera parte en medio de una trama con epicentro en la Gran Guerra que me resulta impostado todo, queriendo dar un halo místico a la estancia en Ámsterdam, para emular a parís en el film “Casablanca”, esto me resulta poco estimulante (siendo benévolo). No ayuda que un vértice del triángulo sea un actor pésimo como el hijito de Denzel, John David Washington, un zoquete en lo que ha expresividad se refiere, siempre malencarado, pose de duro permanente; lo bueno es Christian Bale (en su tercera colaboración con el director), una de las pocas cosas salvables del film, se nota disfrutando en el papel de este doctor con corsé, con ojo de cristal, con cicatrices en el rostro, y con peinado a lo Tim Burton, demuestra lo gran actor que es emitiendo fuerza en su actuación, carácter y expresividad, con esa peculiar forma de andar, con esa pose encorvada, muy bueno, lástima de lo poco delineado que está su Burt; Margot Robbie derrocha electricidad en su papel, amén de demostrar que también es sexy de morena, se nota inspirada en los papeles de los 30 de Katherine Hepburn. Una pena la emparejen al sosaina Washington.
Tiene un desarrollo estrambótico comienza, saltamos a un flash back, volvemos al presente, todo muy disperso, difuso, cuando en realidad la historia, cuando termina te das cuenta de que ha sido muy liosa para lo poco que cuenta, se embarulla cuando su núcleo es de una simpleza atómica en su trama policiaca-conspiranoica, todo un batiburrillo de sucesión de viñetas inconexas, deslavazadas, para desembocar en un rush final penoso, que no sostiene el menor análisis, un despropósito, aunque Russell si consigue colar su mensaje contra el peligro de los poderes de los ricos en las sombras, pero con el poder emocional de una ameba. Todo evolucionando con un ritmo atrofiado, provocando el tedio, y es que sus 134 se antojan desmesurados para en realidad lo que cuentan.
Spoiler.
Los poderosos conspiradores contratana un general que se resiste a darles su apoyo, y depositan todas sus esperanzas en e´l? Que podría salir mal? Durante el discurso el general dice lo que el da la gana, desvelando el complot y durante el mismo intentan asesinarlo y esto lo vemos de forma bufonesca en el escenario le disparan la General y este actúa como si nada, pasa por allí Burt le disparan y seguimos a otra cosa... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
…Luego en la trastienda tenemos una farragosa escena donde el general ante los poderosos conspiradores se empecina en contarnos lo que ah sucedido con unos subrayados que parecen estar diciéndome: “Como eres muy simple te lo voy a decir a cámara lenta y reiterándolo a cámara lenta, como si no quedara todo claro”. Se estira más el final que la visita de los suegros, agónico. Para colmo de insulto a la inteligencia, durante los créditos ponen el discurso real filmado del General retirado Smedley Butler (del cual es alter ego ante el congreso Dillenbeck), y al lado el de Robert De Niro para la película, y digo es un insulto, porque a este General Butler nadie intento asesinarlo durante su discurso. Es todo un pastiche que coge con pinzas una declaración muy controvertida para alrededor de ella cr3e4ar una narración aparatosa y emponzoñada.
Conocido como el "complot empresarial" de 1934, supuesto complot para derrocar a Roosevelt, el mayor general Smedley Butler realmente pronunció un discurso ante un comité especial de la Cámara en relación con su creencia de que una pequeña camarilla de empresarios ricos estaba tramando una conspiración política para instalar a un dictador. Dijo que estaban respaldados por un ejército privado de casi 500.000 veteranos y que le pidieron que lo dirigiera. El único problema? Parecía que nadie estaba realmente interesado en que eso sucediera. Después de que el general Butler dio su testimonio, todas las partes supuestamente involucradas calificaron el complot como una completa fantasía. Nunca pasó nada, el comité especial de la Cámara no pudo encontrar ninguna evidencia de un golpe planeado y una investigación independiente del New York Times concluyó lo mismo. En un artículo de 1934 titulado " Trama sin conspiradores", los periodistas se burlaron de que "Ningún oficial militar de Estados Unidos desde el difunto y tempestuoso George Custer ha logrado hundirse públicamente en tantos problemas como Smedley Darlington Butler." ¡Ay!
El “Business Plot”, jamás se demostró cierto y cuya única prueba es el testimonio del general retirado Smedley Butler ante el congreso estadounidense acusando a Clark (el heredero de la empresa de máquinas de coser Singer), un colaborador de este llamado Gerald Mcguire (que aparece asesinado en la película para ocultar la verdad, cosa que jamás sucedió) y un ex comandante de la legión americana llamado William Doyle, en plena campaña de Butler contra el presidente Hoover por el incumplimiento del pago de los bonos a los veteranos de guerra. Lo más curioso del caso es que este supuesto complot pretendía derrocar a Roosevelt si ganaba las elecciones para evitar la pérdida del patrón oro bancario que Roosevelt promovía, y que finalmente realizó, y que ha resultado precisamente en el control actual existente de los grandes bancos y entidades supranacionales bancarias (como el FMI, el BCE y la propia reserva federal estadounidense) sobre la economía mundial y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y bajas de los últimos 100 años a nivel mundial. La manifestación que ocurre al final de la película puede haberse inspirado en el documental de 2017 Una noche en el jardín, que muestra una 1939 Manifestación nazi en el Madison Square Garden. La película también tiene la Marcha Bonus de 1932 como un importante evento de fondo, y el discurso de Dillenbeck en el evento se basa en un discurso similar pronunciado por Butler.
Errático y petulante producción. Gloria UIcrania!!!
Conocido como el "complot empresarial" de 1934, supuesto complot para derrocar a Roosevelt, el mayor general Smedley Butler realmente pronunció un discurso ante un comité especial de la Cámara en relación con su creencia de que una pequeña camarilla de empresarios ricos estaba tramando una conspiración política para instalar a un dictador. Dijo que estaban respaldados por un ejército privado de casi 500.000 veteranos y que le pidieron que lo dirigiera. El único problema? Parecía que nadie estaba realmente interesado en que eso sucediera. Después de que el general Butler dio su testimonio, todas las partes supuestamente involucradas calificaron el complot como una completa fantasía. Nunca pasó nada, el comité especial de la Cámara no pudo encontrar ninguna evidencia de un golpe planeado y una investigación independiente del New York Times concluyó lo mismo. En un artículo de 1934 titulado " Trama sin conspiradores", los periodistas se burlaron de que "Ningún oficial militar de Estados Unidos desde el difunto y tempestuoso George Custer ha logrado hundirse públicamente en tantos problemas como Smedley Darlington Butler." ¡Ay!
El “Business Plot”, jamás se demostró cierto y cuya única prueba es el testimonio del general retirado Smedley Butler ante el congreso estadounidense acusando a Clark (el heredero de la empresa de máquinas de coser Singer), un colaborador de este llamado Gerald Mcguire (que aparece asesinado en la película para ocultar la verdad, cosa que jamás sucedió) y un ex comandante de la legión americana llamado William Doyle, en plena campaña de Butler contra el presidente Hoover por el incumplimiento del pago de los bonos a los veteranos de guerra. Lo más curioso del caso es que este supuesto complot pretendía derrocar a Roosevelt si ganaba las elecciones para evitar la pérdida del patrón oro bancario que Roosevelt promovía, y que finalmente realizó, y que ha resultado precisamente en el control actual existente de los grandes bancos y entidades supranacionales bancarias (como el FMI, el BCE y la propia reserva federal estadounidense) sobre la economía mundial y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y bajas de los últimos 100 años a nivel mundial. La manifestación que ocurre al final de la película puede haberse inspirado en el documental de 2017 Una noche en el jardín, que muestra una 1939 Manifestación nazi en el Madison Square Garden. La película también tiene la Marcha Bonus de 1932 como un importante evento de fondo, y el discurso de Dillenbeck en el evento se basa en un discurso similar pronunciado por Butler.
Errático y petulante producción. Gloria UIcrania!!!