Media votos
6,5
Votos
5.703
Críticas
5.201
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
7
6,6
27.486
Animación. Ciencia ficción. Comedia. Terror
Película basada en el cortometraje homónimo que el propio Burton realizó en 1984. El experimento científico que lleva a cabo el pequeño Victor para hacer resucitar su adorado perro Sparky, lo obligará a afrontar terribles situaciones cuyas consecuencias son imprevisibles. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
24/01(04/02/13) Tim Burton después de un tiempo desorientado, nos devuelve grandes sensaciones volviendo a sus orígenes, tirando de un mediometraje (1984) de sus comienzos en la Disney, y alargándolo para convertirlo en un tierno largometraje en stop-motion, que a su vez se inspiraba en la celebérrima novela de Mary Shelley ‘Frankenstein’, que homenajea de modo brillante el género de terror, siempre con el humor caustico burtoniano.
Víctor Frankenstein es un niño introvertido y muy inteligente, apasionado de la ciencia y sus experimentos, aprendiendo mucho de su profesor en la materia, Rzykruski (de parecido nada casual con Christopher Lee, el idolatrado por Burton, al que le da voz en el original Martin Landau), vive en una idílica urbanización residencial americana, New Holland, tiene un simpático perro bull terrier, Sparky, al que adora, grabándolo con su cámara de video, un día durante un partido de beisbol, Víctor golpea la pelota lejos llegando a la calle, Sparky que estaba allí corre a recogerla pero un auto lo atropella mortalmente. Desolado, Víctor no acepta la muerte como el final, haya un rayo de esperanza desafiando a la Naturaleza, lo hace inspirado en Rzykruski y un experimento escolar, decide intentar revivir a Sparky aprovechando las tormentas eléctricas y la energía que estas desprenden. El experimento se le va de las manos provocando una cadena de acontecimientos que provocará el caos en su ciudad, y es que jugar a ser Dioses nunca le ha gustado al genuino.
El realizador del pelo revuelto ha tenido que tirar de sus raíces para recordar al director que fue. En esta extensión de su cortometraje ha contado con el guionista John August (‘Big Fish’) para que todo lo bueno se maximizara, sobresaliendo la galería de personajes secundarios, así como sirve para desarrollar más intensamente la relación entre Sparky y Victor, con lo que su dolor psíquico nos llega mejor. Resulta contradictorio que el mediometraje homónimo fue la tumba de Tim Burton en la compañía Disney, lo despidieron por el alto coste de la obra, así como por su temática demasiado lúgubre para los niños, acentuado por ser en blanco y negro pasando ‘Frankenweenie’ a un cajón criando polvo, hasta que la fama por otros lados del director hizo desempolvar el film.
Se tocan temas como el sufrimiento infantil por una pérdida y de cómo afrontarla, derivando la historia hacia un entrañable homenaje al género del terror y a sus clásicos, buques insignias la Universal y la Hamer, con profusión de referencias y guiños a estas obras, con la punzante mirada oscura de Tim Burton se sucede un conmovedor relato de amistad salpicado de notas de humor negro. Es diáfano que Victor es el alter ego de Tim Burton, como lo era Eduardo Manostijeras, y es que Tim expone mucho de sí mismo en esta historia, él era un niño que vivía con sus padres en un barrio residencial a las afueras de Burbank, le gustaban las películas de terror, también era aficionado a realizar películas en 8 mm, además tenía un perro llamado Pepe, al que estaba muy unido.
Es una mirada nostálgica al mundo de los niños, de sus fantasías, de sus sueños rotos, denota un halo de tristeza que recorre todo el metraje, los personajes arrastran su sino de raritos, de marginados, se sienten fuera de lugar, una lúgubre narración que intenta decir a los niños que la muerte es parte de la vida, deben aceptarla. Tema recurrente en el temario esencial de Tim Burton, la muerte y el mundo de lo que hay después, ‘Bitelchus’, ‘Sleepy Hollow’ o ‘La Novia Cadáver’.
La pareja protagonista, Sparky y Victor, poseen una gran química, siendo la estrella el can, un torbellino de simpatía natural, imposible no sentir cariño por él. Además nos deja una estupenda galería de secundarios como el mencionado Rzykruski, Elsa la gótica vecina, tanta personalidad y carisma tiene que pide a gritos más presencia, el repelente compañero de cole Edgar E. Gore, por supuesto todos los animales que aparecen y que se transforman en bestias, empezando por Perséfone (que quiere decir la que lleva la muerte), la divertida caniche de Elsa, .
Las referencias al género de terror y sus clásicos son constantes, deleitaran a los fans del género, casi todas arrancando del mito de ‘Prometeo’, Victor es un guiño al Doctor Frankenstein que se llamaba así, Elsa Van Helsing (con voz original de Winona Ryder, en imagen parecida a su personaje en ‘Bitelchus’), es un doble tributo, Elsa es el nombre de la actriz que interpretó a ‘La Novia De Frankenstein’ (Lanchaster) y por otro el apellido es el de el cazavampiros de ‘Drácula’, cuando la perra, una caniche negra sufre una descarga eléctrica y le salen dos mechas blancas, otro guiño a ‘La Novia De Frankenstein’, uno de los compañeros de clase de Victor es Edgar E. Gore, tiene pinta de Quasimodo, su nombre es homenaje a Edgar Alan Poe, y la e suelta con el apellido se pronuncia en inglés Igor, el ayudante de Frankenstein en ‘El Jovencito Frankenstein, el profesor mentor de Victor, Rzykruski, tiene la apariencia física de Christopher Lee, gran actor del género horror, su Drácula para la Hammer inglesa dejó huella, incluso deja referencia a clásicos más modernos, como a ‘Godzilla’, ‘Los Gremlins’ o ‘La Mosca’.
Víctor Frankenstein es un niño introvertido y muy inteligente, apasionado de la ciencia y sus experimentos, aprendiendo mucho de su profesor en la materia, Rzykruski (de parecido nada casual con Christopher Lee, el idolatrado por Burton, al que le da voz en el original Martin Landau), vive en una idílica urbanización residencial americana, New Holland, tiene un simpático perro bull terrier, Sparky, al que adora, grabándolo con su cámara de video, un día durante un partido de beisbol, Víctor golpea la pelota lejos llegando a la calle, Sparky que estaba allí corre a recogerla pero un auto lo atropella mortalmente. Desolado, Víctor no acepta la muerte como el final, haya un rayo de esperanza desafiando a la Naturaleza, lo hace inspirado en Rzykruski y un experimento escolar, decide intentar revivir a Sparky aprovechando las tormentas eléctricas y la energía que estas desprenden. El experimento se le va de las manos provocando una cadena de acontecimientos que provocará el caos en su ciudad, y es que jugar a ser Dioses nunca le ha gustado al genuino.
El realizador del pelo revuelto ha tenido que tirar de sus raíces para recordar al director que fue. En esta extensión de su cortometraje ha contado con el guionista John August (‘Big Fish’) para que todo lo bueno se maximizara, sobresaliendo la galería de personajes secundarios, así como sirve para desarrollar más intensamente la relación entre Sparky y Victor, con lo que su dolor psíquico nos llega mejor. Resulta contradictorio que el mediometraje homónimo fue la tumba de Tim Burton en la compañía Disney, lo despidieron por el alto coste de la obra, así como por su temática demasiado lúgubre para los niños, acentuado por ser en blanco y negro pasando ‘Frankenweenie’ a un cajón criando polvo, hasta que la fama por otros lados del director hizo desempolvar el film.
Se tocan temas como el sufrimiento infantil por una pérdida y de cómo afrontarla, derivando la historia hacia un entrañable homenaje al género del terror y a sus clásicos, buques insignias la Universal y la Hamer, con profusión de referencias y guiños a estas obras, con la punzante mirada oscura de Tim Burton se sucede un conmovedor relato de amistad salpicado de notas de humor negro. Es diáfano que Victor es el alter ego de Tim Burton, como lo era Eduardo Manostijeras, y es que Tim expone mucho de sí mismo en esta historia, él era un niño que vivía con sus padres en un barrio residencial a las afueras de Burbank, le gustaban las películas de terror, también era aficionado a realizar películas en 8 mm, además tenía un perro llamado Pepe, al que estaba muy unido.
Es una mirada nostálgica al mundo de los niños, de sus fantasías, de sus sueños rotos, denota un halo de tristeza que recorre todo el metraje, los personajes arrastran su sino de raritos, de marginados, se sienten fuera de lugar, una lúgubre narración que intenta decir a los niños que la muerte es parte de la vida, deben aceptarla. Tema recurrente en el temario esencial de Tim Burton, la muerte y el mundo de lo que hay después, ‘Bitelchus’, ‘Sleepy Hollow’ o ‘La Novia Cadáver’.
La pareja protagonista, Sparky y Victor, poseen una gran química, siendo la estrella el can, un torbellino de simpatía natural, imposible no sentir cariño por él. Además nos deja una estupenda galería de secundarios como el mencionado Rzykruski, Elsa la gótica vecina, tanta personalidad y carisma tiene que pide a gritos más presencia, el repelente compañero de cole Edgar E. Gore, por supuesto todos los animales que aparecen y que se transforman en bestias, empezando por Perséfone (que quiere decir la que lleva la muerte), la divertida caniche de Elsa, .
Las referencias al género de terror y sus clásicos son constantes, deleitaran a los fans del género, casi todas arrancando del mito de ‘Prometeo’, Victor es un guiño al Doctor Frankenstein que se llamaba así, Elsa Van Helsing (con voz original de Winona Ryder, en imagen parecida a su personaje en ‘Bitelchus’), es un doble tributo, Elsa es el nombre de la actriz que interpretó a ‘La Novia De Frankenstein’ (Lanchaster) y por otro el apellido es el de el cazavampiros de ‘Drácula’, cuando la perra, una caniche negra sufre una descarga eléctrica y le salen dos mechas blancas, otro guiño a ‘La Novia De Frankenstein’, uno de los compañeros de clase de Victor es Edgar E. Gore, tiene pinta de Quasimodo, su nombre es homenaje a Edgar Alan Poe, y la e suelta con el apellido se pronuncia en inglés Igor, el ayudante de Frankenstein en ‘El Jovencito Frankenstein, el profesor mentor de Victor, Rzykruski, tiene la apariencia física de Christopher Lee, gran actor del género horror, su Drácula para la Hammer inglesa dejó huella, incluso deja referencia a clásicos más modernos, como a ‘Godzilla’, ‘Los Gremlins’ o ‘La Mosca’.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película nos deja un reguero de escenas meritorias, como el discurso del profesor Rzykruski a los padres de los alumnos por coartar sus ideas, por limitar su imaginación, la divertida de Elsa mostrando a Victor los excrementos proféticos de su caniche, la transformación del gato en un ser monstruoso, y por supuesto el trepidante tramo final, rebosante de adrenalina.
La puesta en escena es digna del mejor Burton, comenzando por un extraordinario diseño de producción de Rick Heinrichs (‘Fargo’, ‘El Gran Lebowski’ o ‘Sleepy Hollow’), creando idílicos escenarios urbanitas, muy al estilo ‘Eduardo Manostijeras’, esto ayudado por la lúgubre fotografía de Peter Sorg (primer trabajo al frente de la fotografía de un largo, antes estuvo al frente del departamento de cámara y electricidad de ‘La Novia Cadáver’ y ‘Coraline’), en glorioso blanco y negro, sabiendo imprimir toques góticos , jugando hábilmente con las sombras y los claroscuros, a esto se suma la siempre magistral música de Danny Elfman (‘Los Simpsons’ o ‘Batman’).
Pero el film cojea, no es redonda, y es que tanto bombardeo de guiños cinéfilos deja en evidencia falta de ideas, la ambientación expresionista resulta espléndida pero aporta poco al Universo Burtoniano, y queda la sensación de un deja vú, siendo la capacidad de sorpresa nula, Tim camina por los lugares comunes en su cine, no arriesga. Lo más chirriante viene en su final que parece impuesto por el sello Disney, primero, su tramo final resulta demasiado rápido, se antoja aturulladlo, y luego está su acomodaticio final (spoiler que pervierte el mensaje y la moralina que sobrevuela el metraje.
En conjunto nos queda una buena propuesta de cuento gótico conmovedor, que intenta rellenar sus lagunas narrativas con entrañables guiños cinéfilos. Tim Burton parece haber encontrado la luz en el sendero, esperemos que esta apreciable obra sea solo la punta del iceberg de lo que nos viene en su cine. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Visualmente su final es potente y lírico, de noche, todos los autos de los vecinos reunidos en círculo, conectan sus batería en cadena para intentar revivir a Sparky y tras unos asfixiantes segundos comienza a mover su colita. Pues bien este happy end me es forzado, arrasa con el mensaje de aceptación de la muerte, degenera y resta poder de calado, en el cortometraje Tim Burton pagó el precio del despido, en el largometraje su peaje parece ser este edulcorado final indigno de su sombría personalidad.
La puesta en escena es digna del mejor Burton, comenzando por un extraordinario diseño de producción de Rick Heinrichs (‘Fargo’, ‘El Gran Lebowski’ o ‘Sleepy Hollow’), creando idílicos escenarios urbanitas, muy al estilo ‘Eduardo Manostijeras’, esto ayudado por la lúgubre fotografía de Peter Sorg (primer trabajo al frente de la fotografía de un largo, antes estuvo al frente del departamento de cámara y electricidad de ‘La Novia Cadáver’ y ‘Coraline’), en glorioso blanco y negro, sabiendo imprimir toques góticos , jugando hábilmente con las sombras y los claroscuros, a esto se suma la siempre magistral música de Danny Elfman (‘Los Simpsons’ o ‘Batman’).
Pero el film cojea, no es redonda, y es que tanto bombardeo de guiños cinéfilos deja en evidencia falta de ideas, la ambientación expresionista resulta espléndida pero aporta poco al Universo Burtoniano, y queda la sensación de un deja vú, siendo la capacidad de sorpresa nula, Tim camina por los lugares comunes en su cine, no arriesga. Lo más chirriante viene en su final que parece impuesto por el sello Disney, primero, su tramo final resulta demasiado rápido, se antoja aturulladlo, y luego está su acomodaticio final (spoiler que pervierte el mensaje y la moralina que sobrevuela el metraje.
En conjunto nos queda una buena propuesta de cuento gótico conmovedor, que intenta rellenar sus lagunas narrativas con entrañables guiños cinéfilos. Tim Burton parece haber encontrado la luz en el sendero, esperemos que esta apreciable obra sea solo la punta del iceberg de lo que nos viene en su cine. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Visualmente su final es potente y lírico, de noche, todos los autos de los vecinos reunidos en círculo, conectan sus batería en cadena para intentar revivir a Sparky y tras unos asfixiantes segundos comienza a mover su colita. Pues bien este happy end me es forzado, arrasa con el mensaje de aceptación de la muerte, degenera y resta poder de calado, en el cortometraje Tim Burton pagó el precio del despido, en el largometraje su peaje parece ser este edulcorado final indigno de su sombría personalidad.