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Voto de TOM REGAN:
6
6,9
11.146
Drama
Malcolm Little (1925–1965) nació en Omaha (Nebraska). Su padre, ministro baptista, murió siendo él niño, y su madre acabó en un psiquiátrico cuando el Ku Klux Klan incendió su casa. Después de ser rechazado por el ejército, cayó en la delincuencia y fue a parar a la cárcel. Allí se convirtió al Islam y cambió radicalmente su vida, convirtiéndose pronto en un carismático líder del movimiento de liberación de la comunidad negra norteamericana. (FILMAFFINITY) [+]
1 de enero de 2018
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
291/11(15/12/17) Interesante aunque desequilibrado biopic realizado por el combativo políticamente Spike Lee Joint, sobre la polémica figura del activista afroamericano Malcolm X, co-escrita por el director junto a Arnold Perl (y un sin acreditar James Baldwin), se basa en gran medida en la biografía que le hizo Alex Haley ("Raices") en 1965, el escritor colaboró con Malcolm X en el comienzo del libro en 1963 y lo terminó tras su asesinato. En el relato que arranca en créditos iniciales ya con ansias de polémica (la bandera USA ardiendo sobre una X), se dramatizan los eventos clave en la vida de Malcolm X hasta su asesinato en el Audubon Ballroom (Manhattan-Nueva York) el 21 de febrero de 1965. Los incidentes que definieron su niñez fueron, entre otros la muerte de su padre, la enfermedad mental de su madre, y sus experiencias con el racismo que son dramatizados durante los flashbacks. Tiene entre sus grandes bazas a un Denzel Washington magnífico encarnando al protagonista, parece haber nacido para este rol, destila autenticidad mimética con el personaje, siendo nominado para el Oscar (perdiendo ante Al Pacino por su ciego cascarrabias en “Esencia de mujer). En su debe que a pesar de ser una película que no aburre, si se nota descompensada en su metraje, dedicándosele demasiado tiempo a su pre-Malcolm X, en contraposición a el modo rápido en que reniega de la Nación del Islam, y sobre todo a su rush final apresurado, acentuado esto por una punzante sensación de docudrama cuando se tira tanto de dramatizar ruedas de prensa de Malcolm, y se aborda livianamente su vida íntima, tratada con superficialidad, en esbozos, se suma que Spike no sabe alejarse de “su” héroe y lo reverencia demasiado, cayendo en la hagiografía plana sin apenas matices, valga de ejemplo el forzado recurso de coros musicales que se oyen en momentos decisivos, esto redunda en que el mensaje es reforzado en deterioro de la sustancia.
Épico (sobre todo por la duración de más de 200 minutos) retrato de la travesía vital de este carismático líder afroamericano, desde sus tiempos de juventud en la delincuencia hasta su despertar espiritual y político batallador, ello lo refleja el director con momentos álgidos de intensidad marcada, sobre todo en su segunda mitad, con tramos de potente fervor estético, gracias a la conjunción hábil de la actuación y la estimulante ambientación (fotografía y música). Lee hace una radiografía complaciente y condescendiente de Malcolm X, lima gran parte de sus asperezas y roza la santificación en su ascenso al Icono, lo proyecta seductor, majestuoso, aseguro de sí mismo, radiante en sus alocuciones, suaviza (como puede) su racismo y odio a los blancos, lo muestra siempre con autodeterminación de que sus creencias son Dogma y no se discuten, ello aunque él mismo deba ir cambiando de otras ideas conforme avanza su epopeya, como bien he leído es un lanzallamas (de oratoria retórica y demagógica) constante en que su fuego no hace prisioneros, siempre luchando cual paranoico contra todo lo que se mueve. Spike adora a la idealización que tiene del personaje, ello subrayado en su rush final en que se le confiere un aura mística de sabedor de su aciago destino, cual Mesías acepta su sino con resignación, cual Jesús en la Cruz, y todo esto atomizado en su almibarado y no apto para diabéticos epílogo, lo cual solo hace que tener que darnos remasticado el mensaje del realizador.
Hay una sub-lectura en la película que nos habla de un protagonista inseguro en busca de una figura paternal que lo tutele, que le guie, que lo proteja: Primero por supuesto su padre biológico, un reverendo que siendo él pequeño fue (probablemente) asesinado por el Ku Kux Klan; Luego en su etapa criminal apadrinado por un capo de las apuestas, West Indian Archie (Delroy Lindo); en prisión es orientado por un radical musulmán negro, Baines (Albert Hall); y finalmente siente veneración por el líder dela Nación del islam, Elijah Muhammad (Al Freeman Jr.); Siendo en realidad una marioneta de los tres últimos, con lo que su carácter queda en nebulosa por ser voluble y sugestionable a todo aquel fuerte de personalidad, diciendo poco en favor de este.
Taras (además de las expuestas): El prólogo con el epílogo resultan chocantes y chirriantes entre sí, pues que nos muestren a Rodney King golpeado por polis blancos sobre una bandera USA ardiendo con un discurso racista en off de Malcolm, y en el epílogo pretende Spike beatificarlo con un endulzamiento de su persona coronado por una (excesivo y maniqueo remachado) aula de niños negros en Sudáfrica y de profesor Nelson Mandela (el auténtico), recitando palabras de Malcolm también, no casa el guerrero irredento del principio con el blandito del final; Es un film con un tufillo racista bastante remarcado, mostrando a todos los blancos (los pocos que aparecen) como villanos caricaturescos sin alma (Sophia es un femme fatale pérfida; hay un maestro de escuela que anula el afán de tener una carrera de Malcolm por ser negro; policías racistas violentos; un juez que le condena más estar con una mujer blanca que por ser un ladrón;…), epítome de esto es Elijah Muhammad, refiriéndose a los blancos, le pregunta a Malcolm: "Has conocido a alguien que no sea malvado?"; Malcolm era un tipo racista convencido (desde la niñez cuando su padre fue asesinado por el KKK) y Lee nos lo quiere hacer ver como un santo varón, quería separar a blancos y negros, crear un país exclusivamente para negros en el sur de USA de manera provisional para después trasladar a la población de color a su África originaria; consideraba malvados a todos los blancos solo por el “tóxico” motivo de serlo; Responsabilizando a los blancos esta raza de todas maldades del mundo en especial contra la raza negra; Era un peligroso líder que enarbolaba la violencia como método para de “defensa” y venganza racista, queriendo crear un ejército paramilitar de negros, en su ideario supremacista;... (sigue en spoiler)
Épico (sobre todo por la duración de más de 200 minutos) retrato de la travesía vital de este carismático líder afroamericano, desde sus tiempos de juventud en la delincuencia hasta su despertar espiritual y político batallador, ello lo refleja el director con momentos álgidos de intensidad marcada, sobre todo en su segunda mitad, con tramos de potente fervor estético, gracias a la conjunción hábil de la actuación y la estimulante ambientación (fotografía y música). Lee hace una radiografía complaciente y condescendiente de Malcolm X, lima gran parte de sus asperezas y roza la santificación en su ascenso al Icono, lo proyecta seductor, majestuoso, aseguro de sí mismo, radiante en sus alocuciones, suaviza (como puede) su racismo y odio a los blancos, lo muestra siempre con autodeterminación de que sus creencias son Dogma y no se discuten, ello aunque él mismo deba ir cambiando de otras ideas conforme avanza su epopeya, como bien he leído es un lanzallamas (de oratoria retórica y demagógica) constante en que su fuego no hace prisioneros, siempre luchando cual paranoico contra todo lo que se mueve. Spike adora a la idealización que tiene del personaje, ello subrayado en su rush final en que se le confiere un aura mística de sabedor de su aciago destino, cual Mesías acepta su sino con resignación, cual Jesús en la Cruz, y todo esto atomizado en su almibarado y no apto para diabéticos epílogo, lo cual solo hace que tener que darnos remasticado el mensaje del realizador.
Hay una sub-lectura en la película que nos habla de un protagonista inseguro en busca de una figura paternal que lo tutele, que le guie, que lo proteja: Primero por supuesto su padre biológico, un reverendo que siendo él pequeño fue (probablemente) asesinado por el Ku Kux Klan; Luego en su etapa criminal apadrinado por un capo de las apuestas, West Indian Archie (Delroy Lindo); en prisión es orientado por un radical musulmán negro, Baines (Albert Hall); y finalmente siente veneración por el líder dela Nación del islam, Elijah Muhammad (Al Freeman Jr.); Siendo en realidad una marioneta de los tres últimos, con lo que su carácter queda en nebulosa por ser voluble y sugestionable a todo aquel fuerte de personalidad, diciendo poco en favor de este.
Taras (además de las expuestas): El prólogo con el epílogo resultan chocantes y chirriantes entre sí, pues que nos muestren a Rodney King golpeado por polis blancos sobre una bandera USA ardiendo con un discurso racista en off de Malcolm, y en el epílogo pretende Spike beatificarlo con un endulzamiento de su persona coronado por una (excesivo y maniqueo remachado) aula de niños negros en Sudáfrica y de profesor Nelson Mandela (el auténtico), recitando palabras de Malcolm también, no casa el guerrero irredento del principio con el blandito del final; Es un film con un tufillo racista bastante remarcado, mostrando a todos los blancos (los pocos que aparecen) como villanos caricaturescos sin alma (Sophia es un femme fatale pérfida; hay un maestro de escuela que anula el afán de tener una carrera de Malcolm por ser negro; policías racistas violentos; un juez que le condena más estar con una mujer blanca que por ser un ladrón;…), epítome de esto es Elijah Muhammad, refiriéndose a los blancos, le pregunta a Malcolm: "Has conocido a alguien que no sea malvado?"; Malcolm era un tipo racista convencido (desde la niñez cuando su padre fue asesinado por el KKK) y Lee nos lo quiere hacer ver como un santo varón, quería separar a blancos y negros, crear un país exclusivamente para negros en el sur de USA de manera provisional para después trasladar a la población de color a su África originaria; consideraba malvados a todos los blancos solo por el “tóxico” motivo de serlo; Responsabilizando a los blancos esta raza de todas maldades del mundo en especial contra la raza negra; Era un peligroso líder que enarbolaba la violencia como método para de “defensa” y venganza racista, queriendo crear un ejército paramilitar de negros, en su ideario supremacista;... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… Momentos sonrojantemente y vergonzosamente (demagógicos) xenófobos, cuando él y su mentor Baines buscan en el diccionario la definición de la palabra negro y la comparan con la de blanco, Malcolm diciendo que la Estatua de la Libertad representa con su brazo alzado que los negros inmigrantes no deben pasar de ahí, cuando acusan al hombre blanco de ser un diablo causante de todos los males del mundo, cuando dice que el cristianismo es la religión de los blancos y la verdadera religión de los negros es el Islam; En su bélica y extremista cruzada racista llega a arremeter contra los líderes negros de los derechos civiles (Martin Luther King es el símbolo), despectivamente como Tios Tom (lacayos de los blancos), incluso contra otro pueblo vejado por los siglos, contra los judíos con argumentos propios de Hitler; Su arrogancia intelectual supremacista queda recogida fehacientemente cuando una mujer blanca en el campus de la Universidad de Columbia, le pregunta que "Que puedo hacer para ayudar?", y él altivamente le responde "Nada"; En el anhelado lavado de imagen Spike nos quiere mostrar que sintió un a “epifanía” en su Hajj, y que al alternar con blancos cambiaron se moderaron sus racistas ideas, lo cual no hace más que empobrecer el carácter de un virulento orador que cambiaba de pensamiento porque se había enterado de que había blancos musulmanes (menudo descubrimiento) y por tomar té con ellos, lo cual da el perfil intelectual del tipo; luego está el añadido metido con calzador de ponernos a una pareja de blancos que le espían en su Hajj, esto no aporta, excepto si lo que quiere hacernos ver es que la CIA tuvo algo que ver en el asesinato de X, si es así, está bastante cogido con pinzas; Todo esto, ya he dicho chirría cuando se quiere mostrar un paralelismo con Nelson Mandela en la alocución final, siendo harto maniquea en este sentido, no matizando al personaje y si reverenciándolo; Tampoco el director es capaz de darnos algo más que una clase de historia (sesgada) de Malcolm, se ve sin aburrir, pues el manejo del ritmo es un acierto, pues la acción nunca se estanca, siempre está avanzando, pero tras terminar la sensación es de vacío, pues Lee parece haberse quedado en la superficie del hombre, en su imagen pública y apenas rascando en sus arista, lo cual le anula cercanía.
Denzel Washington está radiante en su actuación, un coloso que se apodera de su rol, se mimetiza con él, ya nunca veremos igual al actor, se clona con Malcolm X, sabe exponer todo un arco de desarrollo desde esa payasesca imagen del inicio vestido de zoo-suit, al tipo final de traje negro con gafas y barba luciferina proyectando majestuosidad cuasi-mística, con un carisma tremendo, con ímpetu, con garra, con nervio, con discursos virulentos y electrizantes, impresionante labor; Al Freeman Jr. como serpentil Elijah Muhammad derrocha sutilidad, regitud, altanería, arrogancia, sensacional interpretación. Como curiosidad decir que interpretó a Malcolm en la miniserie de TV “Roots II”; Delroy Lindo dota de vigor y raza a su capo de las apuestas, un volcán en erupción; Albert Hall impregna de vitalidad “evangelizadora incendiaria”, para ir tornándose en sibilino envidioso; Spike Lee se guarda un papel de colega en sus años de vicio, dando bien con el joven díscolo; Angela Bassett como la esposa de Malcolm resulta una (gran) actriz desaprovechada en un rol difuso de mujer florero.
En conjunto me queda obra demasiado loadora y sumisa al personaje, la travesía hacia la eternidad tras su asesinato cuando estaba en la cumbre de su “figura idealizada”, donde la culpa de todos sus males son siempre de los demás, aunque tiene elementos que la hacen interesante como acercamiento a este icono. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/12/malcolm-x.html
Denzel Washington está radiante en su actuación, un coloso que se apodera de su rol, se mimetiza con él, ya nunca veremos igual al actor, se clona con Malcolm X, sabe exponer todo un arco de desarrollo desde esa payasesca imagen del inicio vestido de zoo-suit, al tipo final de traje negro con gafas y barba luciferina proyectando majestuosidad cuasi-mística, con un carisma tremendo, con ímpetu, con garra, con nervio, con discursos virulentos y electrizantes, impresionante labor; Al Freeman Jr. como serpentil Elijah Muhammad derrocha sutilidad, regitud, altanería, arrogancia, sensacional interpretación. Como curiosidad decir que interpretó a Malcolm en la miniserie de TV “Roots II”; Delroy Lindo dota de vigor y raza a su capo de las apuestas, un volcán en erupción; Albert Hall impregna de vitalidad “evangelizadora incendiaria”, para ir tornándose en sibilino envidioso; Spike Lee se guarda un papel de colega en sus años de vicio, dando bien con el joven díscolo; Angela Bassett como la esposa de Malcolm resulta una (gran) actriz desaprovechada en un rol difuso de mujer florero.
En conjunto me queda obra demasiado loadora y sumisa al personaje, la travesía hacia la eternidad tras su asesinato cuando estaba en la cumbre de su “figura idealizada”, donde la culpa de todos sus males son siempre de los demás, aunque tiene elementos que la hacen interesante como acercamiento a este icono. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/12/malcolm-x.html