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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
4
Comedia A Federico le van muy mal las cosas: ha perdido su empleo de profesor de latín, y su novia lo ha dejado por un protésico dental. Así las cosas, decide suicidarse. Tras una serie de intentos fallidos, incluido el de arrojarse desde el acueducto de Segovia, decide sacar partido de su decisión y desquitarse de una sociedad que le ha sido hostil. Remake de un filme del propio Rafael Gil de 1942. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2023
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46/17(17/02/23) Decepcionante comedia (negra) española. Dirigida por Rafael Gil, con guion de Rafael J. Salvia (“La Gran Familia”), que a su vez adapta al color la novela homónima del coruñés Wenceslao Fernández Flórez (creador de obras ya llevadas al cine como “El Malvado Carabel” o “El Bosque Animado”), que el mismo director llevó con más éxito en 1942 en b/n a la gran pantalla en lo que fue su debut en cine. Aquí recoge el testigo de protagonista de la antigua con Antonio Casal al popular y castizo comediante Tony Leblanc. Lo errado es que partiendo de una idea atractiva que puede dar mucho juego, reflexiones sobre el sentido de la vida, sobre aprovechar el momento, sobre nuestra finitud, el director toma un rumbo de esperpento pasado de vueltas. He visto la primera versión hace poco, y siendo irregular, la hace buena esta astracanada de humor de sal gorda. Con actuaciones bastante grotescas, consigue que nie loe genial Leblanc sea gracioso, más bien resulta estúpido, y en su giro de la segunda parte es ridículo en su arrogancia desbocada. Gil desaprovecha un elenco de secundarios fabuloso como Rafael Alonso, Aurora Redondo, Emma Cohen, Milagros Leal, José Sacristán, José Orjas, o Alfonso del Real, entre otros. Da como resultado un mejunje de situaciones idiotas que pretenden mucho (pero mucho) más de lo que consiguen (que es entre poco y zero).

El tímido maestro Federico Solá (Tony Leblanc) es un hombre de treinta años cuya vida parece decidida a no sonreír: sin trabajo, sin novia, sin amigos, y un día decide levantar su vida. Así se enfrenta a varios intentos fracasados de suicidio. Con mucha desgracia y aflicción en su vida, sin trabajo, sin prometida, sin familia y sin amigos, entonces no se le ocurre nada mejor que anunciar públicamente su intención de suicidarse durante una conferencia ante un gran público. A partir de ese momento comprobó con satisfacción que todas las puertas parecían abrirse para él sin mucha dificultad, ya que la gente, sabiendo el poco tiempo que le quedaba, simplemente cedía a sus reclamos.

Solo pueden tener medio gracejo los intentos fallidos de suicidarse del protagonista (desde intentar ahorcarse colgado del techo de su habitación de pensión, tumbarse en las vías del tren, envenenarse o arrojarse desde el balcón de su apartamento [espectacular la toma]), o en otro plano las tomas de la preciosa toma de Segovia (con su afamado y cuidado acueducto, sus callejuelas, sus tejados medievales, la catedral o su icónico Alcázar). Pero estos son oasis que no redimen a un film que a pesar de no llegar a los 100 minutos se hace larguísimo, tarda un mundo en tomar el nudo central, se estira demasiado la parte de ‘pobre hombre’, para cuando llega esta desenvolverse de forma atropellada en medio de situaciones de vergüenza ajena con ese tic chusco de mostrar y hacer cabriolas con la pistola el prota ante todo el que se le cruza en su camino, con el añadido de un romance impostado que resultaría irritante si tuviera mínima entidad para ser analizado.

Film que curiosamente se hizo la primera versión en el comienzo del franquismo, tres años hacia de la victoria Nacional en la Guerra Civil, con lo que me extrañaba se tratara en la dictadura de un tema tan tabú (pensaba), incluso desde la vertiente católica imperante en el régimen como el suicidio. Pero es que esta estrenada en los albores de la dictadura, también se habla del poder de las mayorías en una votación, aunque no se llama democracia, aunque la votación llevada en el rush final de la cinta es para algo tan perverso como para pedir el suicidio de alguien, lo cual pudo haber sido un dardo contra la democracia y su poder de con la apisonadora de las masas cometer tropelías.

Pensaba que las deficiencias vistas en la película de 1942 podrían haberse pulido en esta versión posterior, pero, al contrario, se atomizaron las fallas. Gloria Ucrania!!!
TOM REGAN
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