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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Ícaro
2017 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Bryan Fogel, Grigory Rodchenkov
7,0
3.859
Documental Un ciclista estadounidense y un científico ruso, Grigory Rodchenkov, destapan un escándalo de dopaje en el que está implicado el científico, al que Putin quiere silenciar. La investigación sobre el dopaje deportivo destapó un escándalo internacional, y el documental tuvo como principal consecuencia la prohibición por parte del COI de que Rusia se presentase como país a los Juegos Olímpicos de Invierno de Corea del Sur 2018. (FILMAFFINITY) [+]
8 de marzo de 2018
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
47/17/18(02/18) Más que interesante documental del dramaturgo Bryan Fogel, Oscar en su categoría, en modo thriller arranca por unos senderos similares a los de “Super size me”(2004) de Morgan Spurlock, cambiando la comida fast food McDonalds por el dopaje deportivo, y por azar deriva en especie de “Citizenfour” (2014) de Laura Poitras, juego de espías KGB, secretos, conspiraciones, muertes sospechosas, al más alto nivel, llegando a implicar al mismísimo “Zar” ruso Vladimir Putin, tomando el protagonismo un tipo carismático y empático Grigory Rodchenkov, entonces jefe del laboratorio antidopaje ruso. Lo que Fogel descubrió en el transcurso de su investigación, inesperadamente provocó un seísmo deportivo y político internacional, puso en duda la confianza y respetabilidad de Los Comités de Deporte Internacional, en especial en Rusia, y cómo existe una mafia en el deporte que en dicho país el omnipotente jerarca ruso lo utiliza como medio propagandístico y de lavado de imagen. La cinta en increscendo vibrante vira desde lo distendido del estudio pretendido por el realizador hacia la sombría deconstrucción de las cloacas de la alta competición deportiva, desembocando en un tétrico y sórdido relato de tensión y temor constante, contado con ritmo trepidante, hace sus dos horas se te pasen rápidamente, involucrándote, con recursos narrativos atractivos, sorprendiendo a cada giro, impacta con el caudal de información recibido. Tanto efecto me han hecho estas dos horas de documental que me han hecho dejar de creer en el espíritu olímpico, los deportes competitivos son todos un teatrillo de la GRAN MENTIRA dominado en las alcantarillas por aquellos que sé se pueden costear mejores médicos y mejores servicios secretos.

Fogel es un entusiasta ciclista que desconcertado por el terremoto que había rodeado la salida del campeón superestrella ciclista Lance Armstrong como un tramposo que, a pesar de las negativas en los controles, usaba drogas para mejorar el rendimiento, Fogel quería demostrar las fallas. Específicamente, quería mostrar que todo el proceso antidopaje no tenía sentido. Fogel, en el primer tramo (unos 40 minutos) del documental se centra en un experimento humano donde se puso de conejillo de indias, tomando drogas que aumentaban el rendimiento para prepararse para una carrera, la Haute Route, evento anual en los Alpes descrita como "la competición ciclista amateur más dura del mundo", en la que el año anterior (sin drogas) había quedado 14 de 440, a través de un doctor de antidopaje de la UCLA, Don Catlin, que rehúsa ayudarle, y le conecta conecta con un médico ruso, Grigory Rodchenkov, que terminó denunciando un esquema de dopaje patrocinado por el estado que había estado en curso en Rusia por décadas.

En el primer tercio el protagonismo es de Fogel, aunque ya entra (por jocosas comunicaciones por skype) como secundario de lujo Rodchenkov, este es comlice necesario ara la planificación de este fraude, guía a Bryan por la senda del dopaje, entonces asistimos al régimen de entrenamiento y dopaje controlado, a base de inyecciones de esteroides y hormonas, que vemos gráficamente como Fogel se administra, Rodchenkov lo visita desde Rusia a su casa en California. Hasta que llegamos a la carrera y Fogel fracasa quedando bastante peor dopado que el año pretérito sin hacerlo; En este bloque se aborda el dopaje desde una óptica de cómo hacer la trampa sin ser descubierto, pero no se toca el tema de la salud, de cómo puede afectar al estado físico de una persona, no hay análisis de cómo esta ingesta de productos no son asépticos, es algo fuera de foco, que desvirtúa y sesga los efectos de estas sustancias peligrosas. También me queda atrofiado el hecho de que un doctor ruso (director de laboratorio a cargo de los esfuerzos antidopaje en los Juegos Olímpicos de Sochi) ayude a doparse a un desconocido, y además por skype, con el rastro que deja esto, no hay cuestionamiento ético, ni charla entre el afectado Fogel y el ruso sobre el dilema moral, simplemente le asiste de modo aparentemente altruista, escomo si bajo cuerda el realizador nos hubiera escamoteado información, esto hace perder veracidad y consistencia; Lo fuerte viene por casualidad después, y es que Rodchenkov es el epicentro de una hecatombe que remueve los cimientos del deporte mundial. Entonces el relato cuando entra en la trama rusa, inspirándose en la orwelliana “1984” (obra fetiche de Rodchenkov) se divide en tres capítulos, llamados "aprendizaje", "comprensión" y "aceptación", donde Rodchenkov se convierte en el protagonista absoluto, Fogel cae a secundario que da alojamiento cuando el ruso ante el miedo decide huir de su país y Bryan lo acoge y da cobijo. En noviembre de 2015, Rodchenkov está implicado en un informe de la Agencia Mundial Antidopaje que lo vincula con los esfuerzos de dopaje patrocinados por el estado en Rusia. "Bryan, es un desastre, están matando gente, recortando cabezas", le dice a Fogel por Skype. Y así como así, la película cambia de rumbo, siguiendo los esfuerzos de Rodchenkov por viajar a los Estados Unidos y hacer sonar su participación en lo que la película pinta como una corrupción sistémica y escalonada. Rodchenkov se reúne con científicos y funcionarios en WADA en 2016, y explica que tiene hojas de cálculo que detallan a cada atleta en el protocolo de dopaje ordenado por el estado en los Juegos Olímpicos de Londres, y cuántos de ellos estaban implicados. La historia de Rodchenkov de cómo los especialistas en dopaje y los agentes de inteligencia rusos (ex-KGB) cambiaron muestras de orina contaminadas con orina limpia, durante los juegos invernales de Sochi 2014, reproducido aquí con animación, en un tramo de resonancias a thriller bondiano, sentenciando Rodchenkov afirma: "Logré 13 medallas de oro". Después de estos juegos Putin le otorgó a Rodchenkov la prestigiosa Orden de la Amistad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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