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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Terror. Comedia. Fantástico El bueno de Ash se dispone a pasar un fin de semana en el bosque con su novia. Pero todo se va al traste cuando reproducen una cinta en la que un profesor había grabado varios pasajes del Necronomicon, el Libro de los Muertos. El hechizo convoca a una fuerza demoniaca que convierte a la compañera de Ash en un monstruo ávido de carne. Sin saberlo, él y sus compañeros se disponen a pasar una noche en una cabaña en medio del bosque con un ... [+]
12 de noviembre de 2018
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146/07(08/11/18) Jocosa secuela/remake/reboot del film de culto de terror dirigido por Sam Raimi (con 28 años tenía tres films), de su film ópera prima suya de 1981, volviéndonos a llevar junto a Bruce Campbell a una cabaña en medio de un bosque endemoniado, esta vez en un tono más gamberro, sin más pretensión que hacerte pasar un rato distendido, el tema superficial es el clásico de la lucha del Bien contra el Mal. El concepto de la secuela se discutió durante la filmación de la primera. Raimi quería lanzar a su héroe, Ash, a través de un portal del tiempo, a la Edad Media, esa noción finalmente llevó a la tercera entrega, “Army of Darkness” (1992), pero en esta por falta de presupuesto no pudo ser y se queda la idea en el epílogo. Al novato Raimi le dieron un consejo cuando comenzó su carrera cinematográfica: vende boletos. La película resultante fue el clásico Evil Dead, de bajo presupuesto, de 1982, un Grand Guignol casi ininterrumpido que introdujo al mundo al método demente de Raimi para el cine. Sus cortes rápidos, ángulos de cámara singulares y, por supuesto, los puntos de vista subjetivos, creados a partir de una perversión Steadicam apodada "La Shakycam", en la que dos camarógrafos corren con la cámara montada en un tablero. El primer Evil Dead es una película de terror directa, la secuela de 1987, es otra cosa, esencialmente una nueva versión de la primera película, mezclando “The Three Stooges” con “La matanza de Texas”, es como si Raimi se hubiera dado cuenta de que su primigenio largometraje daba más risa que horror, de tan pasado de vueltas que estaba la tensión era nula en favor del humor, y decidió satirizar el terror, introduciendo elementos chistosos, con mucho de slapstick bebiendo del cine silente. Además de las influencias referidas hubo muchas más, como las peleas de Ash con su mano incorpórea provienen de una película hecha por Spiegel cuando era un adolescente, titulada “Attack of the Helping Hand”, inspirada en los comerciales de televisión que anunciaban a Hamburger Helper. La escena de la "sala de risa", donde todos los objetos en la habitación aparentemente cobran vida y comienzan a cacarearse maniáticamente junto con Ash, se produjo después de que Spiegel usara en broma una lámpara de cuello de cisne para demostrar visualmente un Popeye.- risa pintoresca, además de verse atisbos al genial creador de efectos especiales Ray Harryhausen. Los medios económicos de que dispuso Raimi para hacer la continuación le permitieron perfeccionar los hallazgos visuales de su debut, como los enloquecidos travellings marca de la casa, logrando así un producto mucho mejor acabado formalmente, aunque perdiendo el factor cine-trash que poseía la original. Raimi nos regala una primera media hora endiabladamente amena, delirante en su mezcla gore del terror excesivo y el humor negro que brota de las situaciones más absurdas, con decapitaciones al vuelo, esqueletos bailarines, cabezas devoradoras, duelos doppelganger, una mano que toma vida propia, mutilaciones, festivales de la risa de objetos aparentemente inanimados, un orgia de momentos descacharrantes, llenos de imaginación, pero en su bloque central pierde fuelle, cuando el protagonista vuelve a tener compañía el ritmo se estanca, para en el rush final volver a despegar, con ese epílogo impactante, cliffhanger para la tercera parte. Todo esto adornado con las señas ya visibles la primera parte, con ese modo particular de mover la cámara, con travellings frenéticos, con zooms, con subjetivos steadycams diablescos, con sutiles fuera de plano. Film muy superior a la primera parte, dejándolo casi en un esbozo de este, aquí lo bizarro, lo gore, lo grotesco, y lo fachoso van de la mano para el disfrute del espectador. Fue un éxito menor de taquilla, alcanzando poco menos de $ 6 millones película seguida por una (mencionada) tercera entrega, “Army of Darkness”, y una serie de televisión, “Ash vs Evil Dead”, en 2015.

Los primeros diez minutos de básicamente resumen lo que ocurrió en The Evil Dead. Ash se dirige a la cabina, aunque, en esta película, su única compañera es Linda (Denise Bixler). Los dos descubren el Necronomicon y, Linda es un zombie y Ash se ve obligada a cortarla para salvarse. En poco tiempo, Ash está poseído, pero se las arregla para luchar contra la influencia demoníaca. Se le une un grupo de cuatro personajes adicionales: Annie Knowby (Sarah Berry), cuyo padre es el propietario de la cabina; su novio, Ed (Richard Domeier); un paleto llamado Jake (Dan Hicks); y su novia, Bobbie Joe (Kassie Wesley). Como era de esperar, estos personajes se envían uno por uno, dejando a Ash como el último en pie. El final de Evil Dead II lleva directamente a Army of Darkness, aunque se cambiaron numerosos detalles cuando se estrenó la tercera película.

Raimi conocedor del público que verá su film no pierde tiempo en largos preámbulos, tras una presentación rápida de historia, en apenas unos minutos estamos montados en la montaña rusa de espíritus satanizados, donde la acción no para, con constantes enfrentamientos, donde la hemoglobina corre cual caudal de rio, con posesiones, hachazos, disparos, motosierras, bailes siniestros, y más y más. Ello en un ambiente de parodia absoluta, riéndose del género.

Es una cinta de la que el humor brota de lo exageradísimo, como el modo de saltar la sangre, lo hace de forma irreal, en cantidades pantagruélicas que huele a falsa (la hay roja, negra, verde), o en otras ni aparece (cuando la decapitación con la pala), con lo que el componente terror, queda opacado por lo risible, hay mutilaciones, desmembramientos, cráneos cortados en dos por motosierras, pero todo se hace con un sentido festivo de Gran Guiñol, como sentir miedo o tensión cuando un cuerpo sin cabeza sale de su fosa y se pone a bailar lascivamente, o cuando este mismo cadáver andante se pone su cabeza y esta se le cae al menor movimiento, o cuando la cabeza se pone a morder la mano del protagonista,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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