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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Romance. Drama En la China rural de los años veinte, un hombre mayor, propietario de una tintorería, compra a Ju Dou, una joven campesina, con la esperanza de que le dé un descendiente varón. Se niega a aceptar que es impotente y paga sus frustraciones con ella, golpeándola constantemente. Un sobrino del hombre, que vive en la misma hacienda que la pareja, es testigo mudo de la situación hasta que intenta consolar a Ju Dou y entre ambos surge un amor ... [+]
21 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
310/23(/18/09/22) Sugerente melodrama chino dirigido por Zhang Yimou y Yang Fengliang, adaptación de la novela “Fuxi, Fuxi” de Liu Heng. Una tragedia centrada en una hermosa joven (Gong Li) vendida como esposa a Jinshan (Wei Li), un viejo tintorero, reflejando la opresión femenina, el manido heteropatriarcado, de como ella es tratada como un objeto, una vasija para engendrar hijos (preferentemente varones), siendo pro ello la mujer un símbolo de rebeldía contra el feudalismo machista imperante. Esto enarbolado por la sensacional actuación de Gong Li (compañera en la de vida real de Yimou durante años), anteriormente había protagonizado de Yimou "Sorgo rojo” (1988) y luego haría lo mismo otra del director como "La Linterna Roja” (1992), borda con una gran fuerza sentimental, de una setida expresividad, con una belleza maravilloso. Relato que me recuerda a un cruce entre “El cartero siempre llama dos veces” de James M. Cain y “Cañas y barro” de Blasco Ibáñez. Fue la primera película china en ser nominada a un Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera, en 1990, perdiendo ante la helvética “Viaje a la esperanza”.

Ju Dou (Gong Li) es la tercera esposa del agrio Jinshan (Li Wei en una excelente actuación, sabiendo dar matices a un rol que podría haber caído en la caricatura de villano), comerciante de seda impotente y avaro que mató a golpes a sus dos primeras esposas porque no le dieron herederos. Cuando Ju Dou no logra concebir, la tortura, mientras su sobrino Yang Tianqing (Li Baotian da una notable interpretación, con sutilidad da complejidad a su personaje, amén de una gran química con Gong Li), hechizado por ella, escucha horrorizado sus gritos.

Historia de pasiones desatadas, con abusos sexuales, violencia, parricidios, adulterio, poblando el film de seres que son incapaces de encontrar la felicidad que anhelan, siempre en el horizonte siempre inalcanzable, sexteado por elementos edípicos, ello narrado con una tremenda fuerza visual, gracias a la fenomenal cinematografía de Changwei Gu y Lun Yang rodada en un antiguo Technicolor de tres tiras (proceso ya abandonado en USA), que hace que el lírico escenario principal de una tintorería creada por el diseño de producción de Jiuping Cao (“Kill Bill”) y Rujin Xia (“Border Town”), luzca de modo fulgente con alegorías de sentimientos, con esas telas colgadas al sol que parecen perderse en la vista, desplegadas con sentido poético, creando claustrofobia anímica en como cierran los espacios, y en la superficie las piscinas de tintes, con predominancia del rojo pasión y sangre; La muy étnica y deliciosa música es de Ru-jin Xia y Jiping Zhao, marcando de dramatismo los fotogramas con sus melodías de marcado sino melancólico.

El dueño de la tintorería es un tirano sádico cuasi omnímodo, con el poder de maltratar y matar a sus dos primeras esposas por no darle hijos, cuando en realidad será su impotencia sexual la que impida tenga descendencia. Bajo él está su sobrino, un pobre empleado suyo que no puede permitirse tener (comprar) una mujer, y foga sus deseos sexuales espiando (de voyeur) a la joven por un agujero en una pared. Hasta que llega la catarsis cuando ella decide dar un vuelvo a su situación entregándose al sobrino, ello a través de una bella escena en que Ju Dou sabiendo la espían se desviste sensualmente para excitarlo, dando así comienzo a una relación adultera a espaldas del amo y señor de la villa.

Los directores colocan a sus personajes en un clima asfixiante, cerrado, donde solo parecen existir ellos tres (o cuatro con el hijo), llegando a retorcerse la trama para llegar a una atmósfera cerril de sadismo, casi todo acontece dentro de la tintorería, ello en un crescendo agrio, con giros sutiles bien llevados, con metáforas tan punzantes como es ver al amo feudal teniendo que moverse arrastrándose como una serpiente, o como es esa primera vez que el hijo dice ‘papa’, elemento muy importante para el devenir del relato, hasta desembocar la bajada a los infiernos de estos personajes a un alegórico sótano al que se llega por un túnel de gusano. Una pareja protagónica condenada a vivir su amor en la clandestinidad, a escondidas, y con el crecimiento del hijo esto se vuelve más y más insano. Todo para desembocar en un final desgarrador en su fuerza emocional, donde tiene mucho que ver lo que me chirría, y es la personalidad del hijo, que no se sabe porque odia el amor de su madre con su amante (no quiero ser más explícito para no spoilear), que parece haberse transmutado en la reencarnación de Jinshan.

Película prohibida durante algunos años en China, el gobierno chino autorizó su visualización en julio de 1992. En ese momento, “Ju Dou” se percibía como una alegoría política del régimen totalitario de China y, por lo tanto, los cineastas fueron reprendidos, prohibidos y sancionados. Se puede entender al viejo comerciante como un ejemplo del viejo orden del maoísmo, y al odioso niño como símbolo de la Guardia Roja.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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