Sofía Coppola tiene la capacidad de no dejar indiferente a la gente con sus películas y su estreno en dirección no iba a ser una excepción. La directora nos presenta un guion adaptado de la novela de Jeffrey Eugenides sobre el drama familiar de 5 preciosas adolescentes que intentan sobrevivir en un hogar con unas normas rígidas típico de familias del opus. Toda cárcel o te hace más fuerte o acaba contigo física y psicológicamente si no eres lo suficientemente fuerte. Sofía nos presenta esta cárcel y estas forzosas reclutas desde otro punto de vista. El encanto visual de todos sus films es deslumbrante al igual que innegable. La banda sonora está escogida con criterio y realza el dramatismo de los hechos.

Ambientada a mediados de los años 70 nos presentan un barrio residencial de gente bien la historia de la familia Lisbon cuyas hijas tienen deslumbradas a un grupo de chavales que siguen todos sus pasos y sueñan con estar junto a ellas. Las aman, eso es innegable, como también lo es su intención de desvirgarlas. El encanto de las chicas viene comandado por la fabulosa Kirsten Dunst, su encanto en pantalla te pega en toda la cara y es imposible que puedas ignorarlo, además Coppola sabe cómo realzar su inocencia y Kirsten con su picara interpretación te enamora. Se echa en falta una profundidad dramática algo más elaborada dentro del personaje…nos presentan a mucha gente, muchas chicas y chicos pero el film acaba sin conocerlos y la posición del espectador es de una inmersión ligera en la escenografía. Como espectador guardamos una cierta distancia pero conseguimos interesarnos por la historia de las 5 chicas y nos impacta el trágico suceso de la más pequeña de todas, posiblemente estemos más interesados nosotros en ella que no los padres, me sorprende la poca repercusión moral que tiene ese hecho en el resto de las hijas. En su opera prima el tono embriagador de la cinta consigue engancharnos y tenernos atentos al desarrollo de los acontecimientos. La aparición de Ashton Kutcher es refrescante a la vez que divertida y gamberra, pero que inexplicablemente se diluye y nos deja con las ganas de más. El grupo de chavales, al principio acotador y reducido pero que va ampliándose me parece una mala imitación de “El club de los poetas muertos” y ese formalismo y rectitud de formas me transmite un regusto amargo, como siempre ocurre con algún punto en concreto en los films de Sofía Coppola.

El guión de aparente inocencia nos descubre un drama perturbador enmascarado con una belleza visual hipnótica y cautivadora pero a mi gusto de difícil credibilidad. Los padres representan la autoridad y la rectitud,

¿Pero tan infranqueables resultan?

(Continua en SPOILER)