Will Smith, acostumbrado a elegir proyectos potentes en lo comercial, de vez en cuando mira hacia un lado y se embarca en algo distinto, donde lo artístico cobre mayor importancia. Es el caso de esta estupenda película, que además demuestra a las claras que una cosa no es incompatible con la otra.

De esta forma, el archipopular y cotizado intérprete vuelve a exhibir su buen nivel actoral (como en “Alí”, por ejemplo), en esta historia basada en la vida real de Chris Gardner, en la que le acompañan su entonces debutante hijo Jaden y la bella Thandie Newton, en un papel muy distinto a los de “Crash” o “Misión imposible II”.

El italiano Muccino, que repitió con Smith en “Siete almas”, logró el mayor éxito de su carrera hasta el momento con este relato de superación, compromiso y resiliencia, que arrasó en taquilla (si lo hacen las malillas de Will, cómo no habrían de hacerlo las buenas). Emotiva, bien escrita y dirigida, destacó entre las cintas de esa época.