Crimen y castigo. Japón, 2006

Los prímeros capítulos son adictivos, personajes carismáticos como Ryuk, L, y el propio Light nos deleitan con unos duelos, ataques y contraataques reflexivos que son puro beluga (eso sí, muchos cogidos por pinzas). El personaje de Light, como si de un Raskolnikof moderno se tratara, está perfectamente desarrollado en su viaje hacia el endiosamiento.

Además los capítulos apenan llega a los 20 minutos, caen uno detrás de otro, una pena que a mitad de la serie y todavía más tras la desaparición de un personaje clave, se vuelve más precedible terminando con un final un pelin decepcionante.