Terminando de ver “First Man” (2018) de Damien Chazelle con Ryan Gosling, Jason Clarke, Claire Foy, Kyle Chandler, Corey Stoll, Patrick Fugit, Lukas Haas, Pablo Schreiber, entre otros. Drama basado en el libro “First Man: The Life of Neil A. Armstrong” (2005) de James R. Hansen, que cuenta la historia de la misión de La NASA que llevó al primer hombre a La Luna, centrado en Neil Armstrong, donde se explora su sacrificio y el precio que representó, tanto para él y su familia, como para EEUU, en una de las misiones más peligrosas de la historia; pues el filme muestra que el logro no fue nada fácil… pero la película vale porque es 100% técnica cineamtográfica, donde Chazelle no pretende dar lecciones de historia, por lo que es importante recalcar que la historia está basada en un libro; y por ello, el filme confronta emocionalmente al personaje principal ante la pérdida de un familiar, su hija; y seres cercanos, como la tripulación del Apolo 1; y por ello, Armstrong se empeña en buscar una respuesta “metafísica” o “poética”, pues muchos siempre nos hemos preguntado: ¿A dónde van las personas cuando mueren? Y lo primero que viene a la mente es el cielo, y las estrellas, siendo lo más cercano La Luna… de ahí esa hermosa escena en el desierto lunar de Gosling, viendo ese enorme cráter, pensando que pudo ser el impacto de su hija fallecida, pero él no encuentra nada… Esa “decepción” se traslada a su mirada… perdida y desconsolada ante la realidad de la muerte. También, de manera sutil, el filme trata La Teoría de Conspiración ante el asombro de Gosling al ver el revuelo causado en el mundo por su hazaña… Todo su interior se revela en el silencio y en la mirada de los personajes, como la esposa, en escenas que recuerdan a Terrence Malick si se quiere... En el desarrollo, es notable esa búsqueda del personaje en encontrar respuestas a lo incomprensible, como el mismo proceso de La Misión Apolo, y todo lo que tuvo que experimentar, a pura prueba y error, como un esfuerzo personal ante sus miedos, que cada vez eran más concretos. El filme tiene una historia ya conocida, pero la manera en que es narrada, es lo que la diferencia de las demás, con la factura de una narración terriblemente fragmentada, que demanda mucha atención del espectador para no perder el hilo de los tiempos; iniciando con la experimentación de la realidad que el director muestra en la película, que nos hace meternos en el traje, como en las escenas del simulador al inicio del reclutamiento, o en la simulación del aterrizaje a campo abierto, donde sale disparado del paracaídas; son escenas que nos hacen “vivir” la angustia por el control en el personaje; o bien, en el largo inicio o en el final… donde el director nos muestra que el ingreso y la salida de la atmósfera es un proceso violento, de mucha agitación de fuerzas incontrolables… de ahí la idea que la ciencia pretende mostrar, el control, que es una falacia, pues nadie tiene control de La Leyes Naturales. En definitiva, esta es una película de técnica cinematográfica de alta calidad; pues se usaron un total de 3 formatos distintos para mostrar los tiempos narrativos: 16mm, 35mm y el full IMAX18. También destacar que al menos 90 minutos de los 141 que dura el metraje, corresponden CGI, imágenes reales de archivo, como las del lanzamiento del Apolo XI, encontradas en un stock militar de 70mm que no se había visto anteriormente, etc. Del reparto, el “casting” fue un error, todos se ven muy mayores, y ninguno de los actores me provocó alguna reacción, y sigo pensando que Gosling debe de tomar más riesgos, y alejarse de los trabajos “comunes”, aunque sigo considerándolo un gran actor, se maneja en terrenos “controlados” Así, al ser un filme “doblemente de ficción”, y estar basado en un libro, hay innumerables anacronismos, pero el más controvertido fue la ausencia de la escena de la plantación de la bandera de EEUU en La Luna; tanto que el horripilante Donald Trump comentó “que era una vergüenza no mostrar ese logro” y dijo que “no vería la película” En cuestiones de ODIO, él es experto, y su “twitt” bien pudo causar la baja recaudación en taquilla. Pero el filme vale por su perspectiva realista, y su mensaje poderoso: “¿Tenemos todo bajo control?”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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