Tratándose de uno de los principales villanos, no solo de Batman sino del universo DC Cómics, todos esperaban una cinta de acción y en lugar de ello la película es un triller psicológico. Esto tiene mucho sentido si consideramos que el Joker o Guasón, conocido en otras versiones como Comodín, Arquelin o Bromista) no es un villano motivado por el dinero o el poder, sino que alguien cuya única motivación es un macabro placer.
Por segunda vez, Joker tiene un nombre propio: Arthur Fleck. En la película de Batman de 1989 se llamo Jack Napier.
El filme nos muestra un posible origen del villano. Prescindiendo totalmente de historias del cómic, tales como "La Broma Asesina", Todd Phillips elabora su propia historia. A pesar de su ausencia, Batman es referenciado en la película. Abundan los momentos en que no se sabe si lo que sucede es real o un delirio del protagonista.
Aunque un tanto sobrevalorada, la película deja una agradable sensación final.
En un momento vemos al Joker en una actitud insólita en el, considerando su condición de psicópata (spoiler)
spoiler:
Vemos como el Joker perdona la vida de un amigo, lo cual es impensable en el Guasón del comic.