A priori, el trasvase de la magnífica obra maestra de los Coen al formato de serie televisiva se antojaba muy difícil. El universo del film era tan rico y complejo que era preciso un guión tan brillantemente estructurado como aquél para sostenerse. Así pues, aunque muchos elementos nos pedían ampliar el centro de atención de aquella comunidad, la prudencia aconsejaba no hacer experimentos más que con gaseosa.

Pero, lo que son las cosas, nos hallamos ante una de las más brillantes series jamás emitidas. Y eso es mucho, muchísimo, viendo el superlativo nivel que se ha alcanzado en el último decenio. 'Fargo' está escrita con una inteligencia y talento de aúpa, respeta completamente el tono e intenciones de la película y, a su vez, lo amplía y enriquece de forma fenomenal. Todo es brillante: puesta en escena, actuaciones, casting, fotografía, historia...

Un reto que parecía imposible se ha tornado en una sorpresa mayúscula. Bravo y felicidades.