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España España · Barcelona
Voto de Redelbe:
3
Serie de TV. Terror. Drama Miniserie de TV (2011). 12 episodios. Tras sufrir algunas desgracias familiares, Ben (McDermott) y su esposa Vivien (Britton) dejan Boston y se trasladan a una casa de Los Angeles con la esperanza de reconstruir su vida. Moira O'Hara, una chica que trabajó en esa casa, aparece a los ojos de Vivien como una sexagenaria (Conroy); Ben, en cambio, la percibe como una mujer joven (Breckenridge). (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie de televisión con enormes carencias de base.

La más grave de ellas es signo de nuestros tiempos: el uso de la referencialidad como dogma. Esa creencia que tan bien ha arraigado en un sector joven de la audiencia, así como en un numeroso grupo de técnicos -que no son creadores aunque así lo crean- del entorno televisivo y cinematográfico (y literario y musical y teatral...) que consiste en la idea de que copiar creaciones de otros y ensamblarlas de algún u otro modo genera un nuevo discurso; que son, en definitiva, algo nuevo. Pues que sepan que aquí, entre la audiencia, ya nos damos cuenta de que no. Son una sucesión cansina, sin sentido, incomprensible la mayor parte de las veces, de préstamos estéticos (encuadres, músicas, vestidos, decorados, apariencias) y argumentales (tramas, diálogos, personajes) de obras preexistentes que no obtienen otro resultado que ser lo que son: préstamos, copias, homenajes, robos que requieren ser localizados para cumplir así su misión.

Esta referencialidad -tomada aquí de películas de terror y suspense- es un absurdo sinsentido que solo una audiencia muy inexperta o muy voluntariosa puede tomarse en serio. Es el mismo síntoma vacuo que afectaba a ese gigante bluff llamado 'Lost', que si algo bueno tuvo es que permitió abrir los ojos a muchos jóvenes acerca de este enorme problema de contenidos nulos, solo referenciales, del que adolecen de tantas creaciones de hoy en día. Fue su primera decepción audiovisual. Bienvenidos, pues, al mundo adulto. American Horror Story es una más, sin duda.

De nada sirve apelar al amor que todos sentimos por Jessica Lange, aquí incluso un remake de ella misma tirando de fondo de armario con sus adorables histrionismos, cigarro vertical y lengua juguetona. Tampoco usar a un competente elenco que se nota más de una vez que anda perdido, especialmente Dylan McDermott. Nada, la cosa no funciona por más ganas que le pongan sus airados fans.

A lo mejor la serie -que en su segunda temporada cambia el título, ubicación, tramas y personajes- acaba hallando su propio discurso, su propia voz y un esquema más sólido. La contratación de Chloë Sevigny para interpretar a una ninfómana o el anuncio de que la Lange se pondrá en la piel de una sádica monja que oculta lencería erótica bajo el hábito no son noticias nada halagüeñas al respecto. Por el momento, se antoja como una frivolidad disfrazada de serie de culto que explotarán hasta que sea evidentemente ridícula para todos.
Redelbe
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