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Voto de Quiscol:
10
4 de noviembre de 2015
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La muerte resulta tan contradictoria que a algunas personas las acerca mientras que a las más las aleja. Darín confiesa que el olor a muerto espanta y hasta los más cercanos temen contagiarse por momentos. Así de apegados nos sentimos a la vida. Darín te enseña a enfrentar la muerte, rendido tras meses de lucha, pero digno y decidido a plantar cara al poco tiempo que le resta. Cámara te enseña a acompañarla y a abrazarla sin pedir demasiadas explicaciones. Al fin y al cabo está de paso, saludando con la mano el tren que no se detiene en su estación.
Aún tratando el tema de la muerte de frente y por entero, la película no me ha resultado opresiva ni sensiblera. Hubiera sido fácil caer en alguno de estos extremos, provocando angustia o lágrimas. Sin embargo, creo que la película muestra al toro y se decide a torearlo de cerca, sin miedo, sin concesiones, sin florituras. Así la muerte aparece más reina y señora de nuestras vidas que nunca, pero con las armas adecuadas es posible hacerle un pase y otro, a la espera de que sea ella la que triunfe al final, pero a nuestro modo.
Los dos actores principales resultan tan sobresalientes que apagan el resto del reparto, incluso a algunos les hacen aparecer antinaturales en su papel. La mayoría de secundarios se enfrentan en sus minutos de película a la pareja de inseparables, lo cual resulta tremendamente complicado. En este sentido, me apetece destacar a Elvira Mínguez que se muestra serena y confiada en su escena a la altura de los principales, con gestos diferenciales para su amigo y para su ex-pareja.
Una gran película!
Aún tratando el tema de la muerte de frente y por entero, la película no me ha resultado opresiva ni sensiblera. Hubiera sido fácil caer en alguno de estos extremos, provocando angustia o lágrimas. Sin embargo, creo que la película muestra al toro y se decide a torearlo de cerca, sin miedo, sin concesiones, sin florituras. Así la muerte aparece más reina y señora de nuestras vidas que nunca, pero con las armas adecuadas es posible hacerle un pase y otro, a la espera de que sea ella la que triunfe al final, pero a nuestro modo.
Los dos actores principales resultan tan sobresalientes que apagan el resto del reparto, incluso a algunos les hacen aparecer antinaturales en su papel. La mayoría de secundarios se enfrentan en sus minutos de película a la pareja de inseparables, lo cual resulta tremendamente complicado. En este sentido, me apetece destacar a Elvira Mínguez que se muestra serena y confiada en su escena a la altura de los principales, con gestos diferenciales para su amigo y para su ex-pareja.
Una gran película!