La película tiene una premisa interesante y prometedora, pero desafortunadamente, la ejecución deja mucho que desear. El guion es confuso y caótico, con varias tramas y subtramas que se entrelazan de manera poco clara. Los personajes carecen de desarrollo y profundidad, lo que dificulta que el espectador se conecte emocionalmente con ellos. Además, el ritmo de la narrativa es desigual, alternando entre momentos de acción intensa y escenas expositivas aburridas.

En cuanto a la dirección, Michael Bay mantiene su estilo característico lleno de explosiones y efectos visuales impresionantes. Sin embargo, esto se vuelve repetitivo y abrumador en varias ocasiones, eclipsando la importancia de una buena historia. La película se centra demasiado en el estilo visual en lugar de brindar una trama sólida y coherente.

El reparto, encabezado por Mark Wahlberg, hace lo mejor que puede con los materiales que les proporcionan. Sin embargo, incluso su talento no puede salvar la falta de dirección y estructura en la película. Los personajes secundarios, en su mayoría, carecen de carisma y no dejan una impresión duradera en la audiencia.

En cuanto a los efectos especiales, son impresionantes y bien realizados, como era de esperar en una producción de este tamaño y presupuesto. Sin embargo, no son suficientes para compensar las deficiencias en el guion y la falta de desarrollo de los personajes.

En general, "Transformers: El último caballero" es un espectáculo visualmente impresionante, pero carece de una historia sólida y personajes interesantes.