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España España · Barcelona
Voto de picais:
9
Comedia Un famoso cantante, conocido por su reputación de conquistador empedernido (Dean Martin), llega con su lujoso coche a un tranquilo pueblecito llamado Clímax. Allí viven dos amigos: un fracasado profesor de piano, casado con una bella mujer, y el encargado de la gasolinera. Cuando reconocen al cantante, conciben la esperanza de que pueda ofrecerles una oportunidad para entrar en el mundo de la música. (FILMAFFINITY)
16 de diciembre de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parezco un novato, llevo un montón de años viendo cine y aun dejo que me sorprenda Wilder, nada menos que Wilder, y con una película que ya había visto hace años. ¡Increíble! Entonces me pareció una estupenda cinta, pero para ser del maestro nada del otro mundo. La he vuelto a visionar, y encima con un espíritu crítico y no he podido, me ha vencido con todas las de la ley. Y por si fuera poco me he quedado colgado de Kim Novak, como si ahora fuera yo un chaval de quince años, me ha transportado a la adolescencia, casi a la niñez, solo puedo pensar en ella, soñar con ella, vivir para ella, en ella hace 47 años ¡Que mujer! ¡Que curvas! Y esa cara tan perfecta, no atisbo en ella un solo defecto. Creo que hasta he perdido el apetito y eso en mí es muy difícil. ¿Será el amor?
La mires por donde la mires, la película es extraordinaria, cínica, irónica, corrosiva, un torrente de inventiva, de imaginación, un guión redondo, con un punto surrealista, con algún gag inolvidable, romántico, altruista, generoso y ruin, tierno y malévolo, en definitiva lleno de contrastes. Una dirección con un ritmo de vértigo, música, fotografía, todo excelente. Y los intérpretes, a parte de la diosa Novak, y aunque por momentos los demás queden un tanto eclipsados, siguen luciendo a un magnifico nivel.
Dean Martin parodiándose así mismo, en un papel hecho a su medida, está de perlas, como no podría ser de otra forma. Felicia Farr genial y enormemente atractiva, hay algunos momentos en los que casi iguala a la diosa. Cliff Osmond en el liante y manipulador mecánico, de lujo. Mención especial merece Ray Walston, dicen que el papel era para Peter Sellers, dejando aparte el motivo (parece ser que problemas serios de salud para Sellers) me alegro mucho que al final se lo llevara el, ya que esta simplemente inconmensurable, como obsesivo celoso o como tierno protector, muy difícilmente se puede uno imaginar a alguien mejor para ese papel. El gag del camarero que no se ríe con los chistes y que no entiende nada me parece sintomático de lo que representa la película, un maravilloso disparate y despropósito que entretiene, emociona y divierte con absoluta naturalidad.
picais
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