Clara (Sonia Braga) es una antigua periodista musical muy grosa, retirada, y superviviente de un cáncer de mama que vive en el edificio Aquarius en plena Recife, el bulevar junto a la playa. Pese al idílico ambiente, la tranquilidad de Clara se ve amenazada en el momento en que los promotores inmobiliarios aparecen con el objetivo de derruír el edificio y contruir un bloque residencial. Todos los vecinos ceden a la oferta de la inmobiliaria excepto la vieja, que sigue viviendo en el edificio abandonado y se tiene que fumar lo imposible por no querer abandonar su hogar.

El film es de 2 horas y media, probablemente se podrían sacar unos 30 minutos, pero se puede justificar semejante duración porque su director (Kleber Mendonça Filho) se toma muy en serio el manejo de los tiempos, y de cómo contar las historias.

Sin lugar a dudas lo mejor de la peli es ella, Sonia Braga, se come la peli, hace de una vieja sexy, independiente, y fuerte, que nunca va a dejarse pisar por nadie, una actuación de la concha de su madre. Y es por esto que hace que no te despegues de la pantalla, y por otro lado está muy, pero muy bien contada la trama. Aquarius funciona como crítica de un gobierno corrupto, y de ahí la polémica que desde su proyección en Cannes ha generado.

En el primer acto puede que le cueste arrancar. El desarrollo se va poniendo interesante, y el final se va a la mierda.

Se está proyectando en el cine. Si sos muy fana de los dramas y te querés fumar 2 horas y media sentado, andá a verla. Sino, mirála online.