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España España · Plentzia
Voto de Jon:
9
Drama. Intriga El fiscal de Nueva Orleans Jim Garrison (Costner) reabrió el caso del asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y presentó cargos contra algunas personas. Después de entrevistar a numerosos testigos de Dallas y a personas relacionadas con los hechos, mantuvo la tesis de que el magnicidio fue fruto de una conspiración en la que podrían haber intervenido el FBI, la CIA y el propio vicepresidente Lindon B. Johnson. (FILMAFFINITY) [+]
17 de agosto de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Descomunal reconstrucción de los hechos y personajes que rodearon al misterioso asesinato del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, recogidos por el fiscal Jim Garrison, que llegó a reabrir el caso.
Atrevida y audaz visión del asesinato de Kennedy por parte de Oliver Stone, que recrea de manera magistral los acontecimientos político sociales que rodearon al crimen, apoyándose en un montaje apabullante y esclarecedor.
Presenta los diferentes personajes que pudieron estar involucrados en la trama criminal, interpretados por un elenco de actores de alto nivel, dejando entrever las diferentes vinculaciones e intereses que existía entre ellos y el propio presidente.
Una obra que a pesar de su larga duración, engancha por completo en su tela de araña, repleta de incógnitas y teorías conspiratorias, que aun hoy en nuestros días persisten.
Llega a presentar pruebas fidedignas, que elevan las sospechas sobre lo que ocurrió en Dallas en 1963, apoyándose en un video casero contundente, en el que se recoge la muerte del presidente.
Oliver Stone presenta las piezas del puzzle sobre la mesa y va construyendo alrededor de las mismas una trama repleta de intriga y suspense.
Plantea cuestiones e innumerables incógnitas sobre lo que se contó en la versión oficial del caso, llegando a mencionar a diversas entidades y personalidades que pudieron estar implicados, como el FBI, Fidel Castro, la CIA y el propio vicepresidente Lindon B. Johnson, dejando entrever que la figura de Lee Harry Oswald fue la cabeza de turco, la punta de un iceberg tras el cual existieron mayores sombras.
Un relato complejo, lleno de matices, con un ritmo aplastante, atractivo y fascinante, que cuenta con una serie de elementos que la convierten en una obra perfecta, como el perdurable crimen perfecto que presenta.
Cuenta con un montaje y fotografía apabullantes e innovadores, manejados con maestría por la mano de su director, acompañados por una banda sonora magnética y envolvente, que nos adentra en la densa red de conspiraciones que rodearon al caso.
Indispensable y fascinante trama, que lanza muchas cuestiones al aire y deja una respuesta clara, el caso sigue abierto.
Jon
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