Adaptación de una historia de Philip K. Dick presentada con un estilo visual basado en la técnica de la animación rotoscópica, que se convierte en una forma atractiva de desarrollar un argumento relacionado con el mundo de las drogas y sus consecuencias.
La trama se apoya en el atractivo visual para atrapar la atención del espectador, en una trama irregular, que no llega a desarrollarse con nitidez, hasta bien avanzado el tiempo.
Lo que inicialmente resulta atractivo, como es el estilo visual, acaba resultando cargante y monótono, generando confusión y distrayendo del argumento.
Un empacho de imágenes coloridas y por momentos mareantes, en las que no se aprecian adecuadamente las interpretaciones y expresiones faciales del reparto, que queda a la sombra del estilo técnico, al igual que el argumento, que ofrece algún destello de interés al adentrarse en el efecto de las drogas, pero nada más.
Atrevida y atractiva forma de trasladar una historia, que acaba por quedar sepultada por la tecnología.