Cuando uno ataca una película que en referencias generales gusta, los primeros que la leen son los fanáticos de la película para ver a quien no le gusta y descalificar la crítica. Bueno que remedio, pero debo de salvar a algunos incautos, con eso seré feliz.

Se supone que la mayoría de las películas tienen 3 actos. El inicio es la presentación de los personajes. Que aquí se demora 40 minutos. En la que nos muestra la vida en el trabajo y en la casa de una chica normal. Luego el acto intermedio nos presenta el conflicto acerca de la misma chica encerrada en una habitación y que empieza a imaginar cosas, y no digo más, aunque leyendo las otras críticas te cuentan la película. Eso es la película, para lo cual obvio que hay público, y puedo imaginar poetas que se detienen a contemplar la belleza de un atardecer, lo cual no es malo, para gusto colores. Pero los que buscamos en el cine algo de entretenimiento y no esa belleza oculta del cine, esas imágenes que hablan mejor que las palabras, ese silencio que puede ser interpretado de muchas maneras, entonces mi amigo, no mires esta película.

Una de mis películas favoritas de todos los tiempos, es el pianista, de este mismo director; pero está es en extremo lento. Si tu criterio para calificar una buena película está en el encuadre de la cámara, la formación de la atmosfera, el simbolismo de lo que sucede, la actuación del protagonista, el terror psicológico (no como el club de la pelea); entonces esta película es una buena opción.