Nunca he sido fan ni me ha atraído especialmente la atención “Star Trek”, sin embargo, sí que soy un gran seguidor de la ciencia ficción. Por lo tanto, es un film que no me debía perder. Las comparaciones son odiosas, cierto, pero uno no puede evitar compararla con otra saga de espacial de gran éxito: “Star Wars”, de hecho, mi predisposición a ver este film era porque me esperaba encontrarme algo parecido: aventuras espaciales, criaturas de múltiples universos, batallas… No sé en las demás cintas de la saga, pero lo que buscaba no lo encontré en “Star Trek”, no es que el film me desagradara, al contrario, pero es un estilo que se me antoja diferente, y no creo que sea del gusto de todos.

Creo que lo que más cabría destacar de la película es su ritmo, olvidaos de un montaje dinámico y trepidante, aquí todo sucede con lentitud, calma y mucha pausa. Aquí vale mucho más el diálogo que otras facetas de otras odiseas espaciales. Aquí se sustituyen las pistolas láser y demás cachivaches por la exploración y la reflexión, donde prima antes el diálogo que cualquier otra cosa

Como ya he mencionado anteriormente, eso no es ni bueno ni malo, sencillamente va por gustos, aunque a mí no sea lo que más me plazca. La película se hizo además en el 1979, dos años después de que George Lucas cambiara el cine con su odisea espacial, por lo tanto, es de suponer que sus efectos especiales resultan bastante logrados, pero conciertas reticencias, pues no hay demasiada movilidad en las tomas espaciales, notándose mucho que las naves son maquetas por su movimiento tan estático y ralentizado.

Aunque no me haya satisfecho del todo, no puedo hacer otra cosa que recomendar su visión para todo aquel que le atraiga mínimamente la ciencia ficción, pues puede acabar interesándole mucho el seguimiento de la saga, y en el caso que no, igualmente no se ha perdido nada. Merece darle una oportunidad, aunque no todos apreciaran su estilo. Alejado totalmente de otras sagas espaciales, pero eso también es lo que la hace original.