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España España · Complutum
Voto de Pableras:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Los X-Men luchan por la supervivencia de la especie en una guerra que se desarrolla en épocas diferentes. Los personajes de la trilogía cinematográfica original de “X-Men” unen sus fuerzas a las que ellos mismos poseían en el pasado, cuando eran más jóvenes (tal y como aparecen en “X-Men: Primera generación”), para cambiar un importante acontecimiento histórico y librar una épica batalla que podría salvar nuestro futuro. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bryan Singer, director (y demiurgo) mutante, viró de posible director de culto a (buen) artesano. Quizá sólo abrazó la excelencia con 'Sospechosos habituales' (1995), pero si por algo se le recordará es por su aportación al universo Marvel. Debutó en él con 'X-Men' (2000) y provocó el resurgir cinematográfico de la afamada empresa comiquera. Tras las dos notables primeras entregas se estrenaron nuevas películas de la saga/franquicia, solventes aunque no del todo satisfactorias. Si Bryan Singer resucitó Marvel para el cine, podría decirse que Matthew Vaughn hizo lo propio con el pintoresco grupo de superhéroes con la celebrada 'X-Men: Primera generación' (2011). 'X-Men: Días del futuro pasado' (2014) viene a confirmar la magnífica salud de Marvel y su buen presente año, que deseamos concluya a lo grande con 'Guardianes de la Galaxia'.

En esta película, la quinta de la saga sin contar los dos spin-offs de Lobezno, se nos muestra un futuro (o presente) desolado por la guerra, donde los pocos humanos y mutantes supervivientes están aliados para sobrevivir a los letales Centinelas (exquisitamente diseñados). Para evitar que tal guerra llegue a producirse, los mutantes envían a Lobezno al pasado para que alerte a unos jóvenes (y enfrentados) Magneto y Xavier y así poder cambiar el curso de la historia. Un argumento suculento y atractivo que ya en su momento revitalizó el cómic y que permite unir ambas trilogías para deleite del fan, suponiendo también una alternativa de interés para el profano.

La cinta retoma el conflicto entre Erik Lehnsherr (Magneto) y Charles Xavier, Raven mediante, con una fuerza dramática más que interesante, aunque es Raven (en proceso de afirmación de su nueva identidad, Mística) quien aporta lo más relevante de la película. Su dolor y sus dudas aportan el núcleo dramático y narrativo fundamental de la cinta, y parte del mérito reside en la oscarizada Jennifer Lawrence, quien conquista definitivamente uno de los personajes que menos habían sido desarrollados en la saga. Quizá ella sea la gran sorpresa del film, pero el resto del elenco cumple con creces, reafirmando una de las claves del éxito de la saga: el carisma de sus personajes, con Logan a la cabeza, y la hondura de los mismos para no ser meros arquetipos, sin caer en el modelo tremendista de Sam Raimi en 'Spiderman 3'.

Es en la descripción de personajes y conflictos emocionales donde la película halla su particular toque de distinción, abarcando más y mejor que ninguna otra película sobre los mutantes hasta la fecha. Pero que nadie se lleve a error, pues lo que Singer propone en esencia es un gran espectáculo de acción, de bien asimilada alma pop, en lo que será sin duda uno de los mejores y más sólidos blockbusters del año. Quizá no perfecto, quizá no tan avasallador como algunos esperaban, pero idóneo en su concepto.

Al igual que ocurría en 'Primera Generación', nos hallamos ante una nueva exploración del universo 'X-Men' debido, fundamentalmente, al salto generacional y al cambio de época/estilo. Si en aquella parecíamos estar ante una pieza de cine de espías y guerra fría (habrá quien eche en falta la sofisticación de la cinta de Vaughn), ahora se acerca un poco más al estilo (más conciso y dionisíaco) de los dos primeros 'X-Men' (obviamente dirige quien dirige). Es una película grave, intensa pero, ante todo, poseedora de un gran espíritu lúdico que la despoja de cualquier fútil pretensión. Prima el goce, el movimiento perpetuo y el guiño autorreferencial (los cameos entendidos como reunión de viejos conocidos, la presencia de Quicksilver, Stryker o Nixon). Posee un sentido del espectáculo mayúsculo que sabe culminar en un potente clímax, aunque quizá alguno le reproche no acuñar un estilo más personal o no conducir su premisa al extremo. Pero es quizá la mejor película de la serie. Ahí es nada.

Todo obedece a un inteligente viraje creativo iniciado con 'Primera Generación' y que ha tenido una soberbia y consecuente continuación. La modélica secuencia de Quicksilver en el Pentágono (la mejor de la película) o el atronador prólogo (muy a lo 'Terminator') dan buena fe del respeto que se tiene del espectador, a quien no sólo le ofrecen un espectáculo para devorar palomitas, sino también para disfrutar y emocionarse inteligentemente. Marvel sigue triunfal, ofreciendo secuelas que superan a sus predecesoras y construyendo su propia leyenda cinéfila con toneladas de amor al género. Singer sabe muy bien de eso, pues aporta conocimiento de causa, corazón y nervio, una vez más, para situar a los célebres mutantes en el podio cinematográfico de Marvel.

Y que nadie se marche antes de tiempo de la sala. Hay un preludio (o caramelo para el fan, como viene siendo marca de la casa) del Apocalipsis, que dirigirá nuevamente Singer para 2016. Esperamos impacientes.

http://www.asgeeks.es/movies/critica-de-x-men-dias-del-futuro-pasado-mi-enemigo-intimo/
Pableras
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