"Arde Mississippi" es, bajo mi punto de vista, la mejor película que muestra el racismo hacia los negros en E.E.U.U. Basada en hechos reales, asistimos a un alegato valiente, sustentado en las dos extraordinarias interpretaciones de Willem Dafoe y Gene Hackman (salvo su presentación entonando ese salmo xenófobo). El primero es joven, preparado, idealista, cree en la ley; hasta que su compañero Anderson, experimentado y conocedor de la zona por sus orígenes, le abre los ojos a una realidad donde la única justicia que puede resolver su caso es emplear los métodos poco ortodoxos. No hay otra forma de combatir con esa lacra social llamada Ku-Klux-Klan, el cual enseña el odio y la violencia a sus generaciones futuras, permitiendo así que su cáncer se extienda y se mantenga (en cierto modo me recordó también a los terroristas). Todo con esa excusa de perpetuar la pureza de la raza, un discurso fascista propagado hasta la extenuación (en esta ocasión la de los anglosajones cristianos, que obran de manera completamente diferente a la que les dictan su religión, creyendo en un superlíder que los conducirá a un mundo mejor; o sea, igual que el nazismo, por ejemplo)
Alan Parker realiza una sensacional película, dramática pero con una trama de intriga en la que el suspense también toma protagonismo. Además, la última mitad, cuando Anderson toma las riendas de la investigación, otorga esa dosis de entretenimiento y acción que muchos esperan sin haber conseguido hasta entonces.